Capítulo 3

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Al terminar la clase, Thomas y yo nos fuimos a la hora del almuerzo, a esa hora salíamos los miércoles. Decidí que iba a comer en mi casa. 

Bajé los escalones lentamente y alguien por detrás me empujó, caí rodando abajo y terminé acostada en el suelo, viendo la cara de Reyna al final de la escalera. Una de sus amigas me había empujado. Era Becky, pelo corto, recogido en una media coleta, calzas negras que marcaban su figura, buzo naranja claro deportivo pero con un toque de glamour. Bajó las escaleras y se puso detrás de Reyna, haciendo muecas como si se creyera superior.

 Miré fijamente a Reyna y a Becky. Reyna me lanzó una mirada de desaprobación y me gritó: 

-Law, ya todos saben lo que me hiciste ayer a la salida. Te crees tan superior pateándome los libros y mi bolso? 

Me quedé impactada al oír este comentario... claramente era ella quien me había pateado los libros y mi bolso, era obvio que había inventado que yo había hecho eso para hacerme quedar mal con todos. Sentí tanta ira que decidí defender mi postura.

-Reyna, yo no te he hecho nada y lo sabes perfectamente. 

Todos los que estaban alrededor se giraron para mirarnos. Reyna se quedó estupefacta, y me miró con odio, podía ver fuego en sus ojos. 

-Escúchame bien, idiota. No te sirve mentir, sabías? No eres tanto, no eres nada al lado mio. Solo eres una estúpida nerd antisocial de mierda. Nadie cree tu historia, todos se dan cuenta de que mientes. 

Quería pegarle, gritarle, escupirle.. QUERÍA MATARLA. Podía realmente ser tan descarada? Por lo que acababa de escuchar me di cuenta de que si podía. Era una jodida puta. Realmente la odiaba. Se creía tanto por tener dinero y una gran casa, y ropa de marca. 

Reyna se dió media vuelta y se fue. En eso llegó David, me vio tirada en el suelo otra vez, seguro habría pensado que soy tan idiota como Reyna decía... me ofreció su mano para ayudarme a levantar, la acepté y me sacudí las rodillas. 

-Otra vez en el suelo? Qué pasó ahora?- Dijo David

-No es nada, Becky se tropezó y cayó encima mio- Dije

No quería hacerle problema a Becky ni a Reyna, no quería que David se enojara con ellas, y además, si le contaba la verdad a David el no me creería pues Reyna le diría lo contrario para hacerme quedar como mentirosa y estúpida. 

-Vives en el piso, Law.- Me dijo él. David me lanzó una sonrisa chistosa y me acompañó hasta casa. En el camino hablamos de nuestras notas escolares, nuestras actividades extracurriculares y nuestros intereses personales. A el le encantaba el baloncesto, no estaba mucho en su casa, sino en la cancha entrenando con sus amigos. El sábado el tendría un partido de baloncesto contra otro instituto. Me preguntó si querría ir a verlo, pero le dije que lo pensaría, no quería decirle que si sin antes pensarlo dos veces, seguro iría Reyna y sus secuaces y me harían pasar alguna vergüenza, asi que lo pensaría y más tarde le contestaría.

Le agradecí a David por acompañarme, le di la mano y entré a casa. Mi padre estaba cocinando la cena: tarta de atún. Lo saludé y me preguntó que me había pasado que tenía mis jeans sucios. Le dije que me había tropezado, no quería hablarle sobre lo que había pasado con Becky y Reyna, no quería que supiera nada de lo que yo sentía ni lo que me pasara en la escuela ni con mis compañeros. No quería que el supiera de mi vida.

Al rato llegó mi madre, se la veía cansada, y era lógico, había estado todo el día trabajando en la oficina. Yo ya estaba comiendo mi porción de tarta, pero me levanté para saludarla, quería que su día terminara bien. 

-Hola Mel, que tal la escuela?- Me observó un minuto los pantalones sucios, menos sucios que antes porque me los había sacudido cuando mi padre me había preguntado, pero seguían con un poco de tierra en la zona de las rodillas.- Que te ha pasado en las rodillas? 

Desvié la mirada hacia mis jeans, no estaban tan sucios.. seguía sin entender porqué se daban cuenta tan fácil... 

-No ha pasado nada, una chica que ha resbalado de las escaleras cayó encima mio y tropecé y caí en el suelo. Pero por suerte David me ayudó a levantar y se ofreció a acompañarme a casa...

Mi madre me miró chistosa y rió. Ella ya sabía que me gustaba David, siempre me cargaba con él y me decía: "Ha pasado algo nuevo con Dave? No han hablado? Seguro está enamorado de ti..." No me dijo nada hoy, pero sabía lo que estaba pensando. Ella se acercó a la mesa, agarró un pedazo de tarta de atún, se lo sirvió en un plato y empezó a comer, seguro tenía mucha hambre despues de estar trabajando todo el día. Mi padre estaba arriba en su cuarto mirando la televisión, suerte que no escuchó lo que hablé con mi madre, sino se sentiría traicionado. 

Subí a mi cuarto, me puse ropa cómoda, me senté en la cama y agarré mi teléfono para ponerme a escuchar música. Estaba escuchando Crazy In Love de Beyoncé. En eso vibra mi celular, un mensaje de WhatsApp. 

Anthem Of The AngelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora