Altas Expectativas //NamMin//

Toma 12

Disculpen la espera, pero para compensar doble premio en un capítulo.

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Un ligero dolor de cabeza lo despertó. Jimin se removió en su cama hasta sentir el cuerpo a su lado, el brazo pesado de Namjoon apresaba su cintura y sus piernas estaban enredadas. Con un sonrojo casi natural por dormir tanto, Jimin se estiró en la cama para desperezarse, chocando casi de inmediato con el pecho y la entrepierna del moreno.

Mejor dicho, con la erección del moreno.

Jimin se dio la vuelta para observar a Namjoon, el hombre se encontraba profundamente dormido, tan tierno con sus labios entreabiertos y expresión relajada. Abandonando toda intención de satisfacer aquella reacción, se levantó con cuidado de su cama y salió de su habitación con intención de tomar una ducha.

—¡Mierda!

Yoongi estaba saliendo de la cocina con una taza de café en las manos. Lo miraba con expresión neutra.

—Veo que ya despertaron.

Jimin se mordió los labios, ¿cuando llegó Yoongi?

—Buenos días —saludó en medio de un bostezo.

El mayor miró a su amigo y analizó su aspecto: Jimin vestía solo su boxers, tenía el cabello revuelto y mejillas demasiado sonrojadas.

—Ya son las 2 de la tarde, se nota que le drenaste hasta el alma al pobre hombre.

Jimin se sorprendió, ¿tanto habían dormido? Pasando la mano por su rostro cansado, caminó hasta el baño dispuesto a tomarse una ducha y espabilarse. Lo más probable es que Namjoon tampoco tardara demasiado en despertar, quería tener al menos un almuerzo listo para que ambos comieran y recuperar fuerzas.

Ya bajo la regadera no pudo evitar pensar en la noche anterior, en lo que le dijo a Namjoon en un arranque de frenesí producto de días y días de pensarlo. Jimin sabía a lo que se estaba arriesgando, no en el sentido de pensar que Namjoon era algún tipo de idiota que solo lo deseaba para acostarse con él, sino que la situación en sí no era ordinaria en su vida. Tener una relación amorosa conllevaba un montón de cosas, algunas ni siquiera las había experimentado con anterioridad, solo estaban ahí a la espera de ser exploradas.

Que Namjoon le gustara en todos los sentidos era un escenario casi perfecto, el hombre era amable, demasiado responsable y tenía un encanto tan singular que siempre terminaba encandilado. Gracias a todas sus citas, estaba seguro que Namjoon también lo estaba tomando en serio, cimentando su relación no solo en la atracción sexual, en cambio, parecía demasiado interesado en compartir charlas y experiencias con él, proponiendo actividades para que hicieran juntos.

Tenía miedo de decirlo, pero se estaba enamorando de él.

De sus besos suaves, de las charlas amenas que compartían, de tomar un café y compartir su día después de un largo día de trabajo. Jimin siempre se inclinó a tener amantes, las relaciones fuera de la cama eran una pérdida de tiempo, demasiado complicadas pues necesitaban esfuerzo de ambas partes para funcionar.

No era ninguna novedad que en su círculo social las parejas se fueran infieles, que sus relaciones se basaran en la superficialidad, incluso podría decir que Hoseok y Sihyeon eran la excepción a la regla, aun con sus diferencias.

Alguien tocó la puerta del baño sacándolo de sus cavilaciones. Tomando una toalla limpia del mueble, abrió la puerta goteando agua. Namjoon al otro lado lo miró con una sonrisa y rostro un poco hinchado. Solo vestía su pantalón.