Jimin nunca imaginó que romper un poco con su aburrida rutina lo llevaría hasta Namjoon y Taehyung, los cuales ahora ocupan un espacio importante en su vida; Namjoon como su novio y Taehyung como un amigo demasiado impredecible.
Tal vez un poco extravagante también.
El azabache solo en contadas ocasiones usó maquillaje, posiblemente su graduación de la universidad y la boda de su hermano mayor Jihyun.
No podía quejarse en esta ocasión, mirando su reflejo en el espejo trató de eludir la idea de estar ante una celebridad, pero es que Taehyung en realidad se había esforzado en que quedara como una. El castaño sonreía a su lado, demasiado entusiasmado por estar viendo su obra maestra, si algo aprendió siendo hijo de una diseñadora, es que sabía casi a la perfección que tipo de estilo beneficia a cada quien.
Jimin lucía una camisa color negra, era cerrada y lisa, un saco a juego y aunque el pantalón de tela era de corte clásico, el choker negro lo hacía sentir extraño.
Era como estar mirando a un modelo de revista.
—Sabía que te quedaría perfecto —dando una vuelta para observar su creación le sonrió a la maquillista y aplaudió—. Tenemos que estar con Woong en 30 minutos, será mejor que nos pongamos en camino.
—¿No está un poco de más esto?
Jimin señaló la tela alrededor de su cuello a lo que Taehyung rodó los ojos y lo jaló para ponerse en marcha.
—Te queda bien, es el toque sexy que buscaba. Recuerda, cuando pases con Woong trata de disimular un poco tu nerviosismo, seguramente te va a hacer unas preguntas, nada demasiado profundo si me entiendes. Estará más ocupado observandote, y si tiene un poco de juicio te dará el visto bueno. ¡Mirate! Eres todo un muñeco.
El azabache se guardó sus miles de preguntas y decidio nadar con la corriente, si en algo confiaba sobre ese alocado plan era en Taehyung, el hombre no perdería su tiempo solo por alimentar falsas ilusiones de un buen amigo, no era así de cruel o simplista. Jimin tenía entendido que Taehyung seguía en guerra campal con su padre, esta vez estaba trabajando en su oficina como secretario del departamento de finanzas, un trabajo nada acorde con una personalidad tan artistica y extrovertida como lo era el castaño.
Sin perder demasiado tiempo se adentraron en el auto de Jimin y partieron al edificio donde estaba la sede. Por supuesto tenía que estar en Gangnam, un barrio que gritaba lujo por todas partes.
—Bien, recuerda lo que te dije, camina derecho, saca ese pecho y culo y que sea lo que tiene que ser.
Jimin miró a la recepcionista y sonrió amable, estaba a punto de hablar cuando Taehyung habló primero.
—Hola Chae, tenemos cita con Woong.
—¡Taehyung! Hace mucho tiempo que no vienes a visitarnos, ¿tu madre te envio a revisar unos diseños?
—En realidad no, pero puedo echarles un vistazo en lo que mi amigo pasa a su entrevista.
—Claro, pasen pasen.
Caminando al elevador Jimin se sintió un poco menos nervioso.
—Creo que me estoy arrepintiendo, si hasta la recepcionista parece modelo, ¿en que demonios me metiste Kim Taehyung?
Una sonrisa cuadrada fue toda su respuesta, minutos después estaban parados fuera de la oficina del señor Woong.
—Hola, Taehyung, ¿este es tu amigo cierto?
Jimin hizo una venia respetuosa y sus mejillas tomaron un poco de color, su pulso era un poco acelerado.
—Park Jimin, señor, un gusto y gracias por tomarse su tiempo.
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Altas Expectativas //NamMin//
FanficLa mejor forma de lidiar con el hartazgo de la rutina era encontrar un iceberg gigante con el cual chocar, saltar en el último momento y esperar encontrar una minúscula tablita que te mantenga a flote. Pues bien, Jimin lo hizo. O donde Jimin, un sim...