Capítulo 4

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—¿Les gusto? —pregunto y sonreí. Todos asintieron en afirmación. —Que bueno, por que de no haberlo hecho abrían tenido serios problemas conmigo. —se bajo de la tarima y se acerco a mi, lo mire a sus pequeños, y hermosos ojos. —¿te gusto amor?

—¿Gustarme?—él asintió con cierta esperanza en su mirada.—No sabría decir que gustarme seria una palabra para definir lo que siento ahora.

—Demonios, no puedo creer que finalmente te has convertido en mi esposa.

—Y yo no puedo creer que finalmente eres mio, ¿si sabes que es permanente verdad?

Él me miro con sus ojos abiertos y asustado.

—¿De verdad?, ¿no había terminación?, oh oh, me metí en problemas, llamare a mi madre—dijo sarcástico, y se iba alejar de mi me carcajee y él me abrazo, y me alzo en sus brazos, lo mire desde arriba, luego me posiciono justo a la altura de su rostro.—No sabes lo feliz que me encuentro ahora, finalmente lo conseguí.

—¿Estabilidad?

—Felicidad. Amor. Y una latina hermosa.—me carcajee de nuevo y me abrazo mientras reía, me bajo y lo mire.

—Ahora falta solo la cena, y beber hasta quedarnos inconscientes.

—Es la mejor parte.

—¿Mañana iremos alguna lugar?

—Si te digo deja de ser una sorpresa.

—Tus sorpresas mayormente me suben la presión.

—Esas son las mejores, vamos amor, a cumplir nuestro más grande sueño, amarnos por la vida.


Fin Flashback.

Actualidad y luna de miel.

—Entonces, ¿qué sugieres que hagamos?

—No se, dormir, podría ser una mejor opción hasta ahora.

—¿Dormir?, es mediodía, estamos en una cabaña en la playa, justo una cabaña qué se parece donde hicimos nuestro primer encuentro como "amigos"

—No Jeon, dejame dormir, me has cogido de todas las malditas maneras y posiciones que has podido desde que hemos llegado, dejame descansar, si gustas ve, luego te alcanzo.

—Sin ti no seria lo mismo, además, cogerte es mi deber como esposo.

—Bien, descansar es mi deber como esposa ahora, ve que luego te alcanzo.

—Amor.

—Jeon.

—Mi apellido. Bien quiere decir que estás enojada, bueno, iré a la playa, estaré sin camisa y las chicas se acercaran y por alguna razón mi anillo no estará en mi mano.—me levante y lo mire con mis ojos entrecerrados, estaba molesta.

—¿Me harás meterme en problemas?

—No, solo iré a pasear.

—No me digas esas cosas amor, sabes que podría romperle la nariz a esas hijas...

—¿Que dijimos sobre las malas palabras?

—Que sería castigada por ella al termina la oración con ellas.

—¿Qué más?

—Que no debo decir mala palabras por que soy una mujer, y ahora tu esposa, y que el marido es el de las mala palabras.

—Sabía que te las habías memorizado, eres una mentirosa.

—No pretendía mentirte, yo solo...

—Solo dime que no me quieres a tu lado y lo entenderé.

Your Eyes Tell ©️✔️Segunda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora