Capítulo 9

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—Tranquila Circe, tranquila. —dije solo para mi, mire hacia ellos y todos hablaban con mujeres, había tres chicas que los miraban, fruncí mi ceño se lo que trama, ponerme celosa para luego por mis celos permitirle hundirá su pilla en mi, pero eso no pasará, no pasará. Me acerque a carla qué estaba comiendo su helado con mucho cuidado, cuando me lo pensó, se le cayó al suelo y me miró furiosa.

—Tu lo deseabas.

—Pero ¿qué dices?, yo penas me he acercado.

—Has querido mi helado desde el momento que lo pedí.

—Nos gusta el de vainilla, a las dos, no me digas que es por que lo deseaba.

—Sabes venia para establecer una conversación pero veo que quieres pelear.

—¿Qué quieres hacer?

—No tengo idea, pero quiero alejarme antes de arrancarle el cabello a esa malditas.—ella desvió su mirada hacia donde se encontraba su futuro marido y el padre de sus hijos, una sonrisa se posiciono en mis labios cuando ella comenzó a caminar hacia allá, ahora con el embarazo, todo lo siente a un cien por ciento, y es gracioso. Me cruce de brazos y Jeon se acerco a mi y lo mire seria.

—¿Ya estás contento?

—Sabes que debes decir para poderme tener de nuevo.

—No quiero.

—Por que no quieres, otras esposas le suplican a su marido por que...

—Hola, ¿qué pasa? —dijo mi hermana salvándome de mi esposo de pensamiento lleno de sexo, me lo dijo, me lo advirtió, me entrego una faceta que en realidad no era, un tierno, atento y sin celos, ahora dijo que se mostraría él como realmente es.

—¿Qué paso cuñada?

—Uh, rostro de enojo, ya pasaron tres días, deberían poner cara de felicidad, al menos fingirlo. Ya saben lo que dicen, esposa feliz, vida feliz.

—No es mi culpa que pasamos por esto, ella no quiere que...

—No digas nada Jeon. —dije y lo mire seria.

Él me dio una mirada y se fue enfurecido del lugar, bien, ahora si esta enfurecido de verdad.

—Yo sabia que esto no iba a funcionar.

—Pero ¿qué dices? si eras tu la que quería que yo me casara, incluso me llevaste a su casa para darle el sí.

—Se notaba el amor, ahora, los dos se miran como si se quieren matar, no hagan de este viaje hacia las piscinas publicas un desastre.

—¿Por qué les dices piscinas publicas idiota?, antes solo a ese lugar íbamos.

—Ahora tengo dinero, y usare las palabra que más me gusten, te guste o no hermanita, así que con permiso.—dijo y se fue, perfecto, ahora todos me dejan, me senté en el sillón esperando por que los demás terminaran el helado. Cuando finalmente subieron al micro, suspire y me adentre, Jeon iba en la parte de atrás, y había un lugar a su lado, moje mis labios y me senté en ese sillón, mire por la ventana. Que ridiculez, no deberíamos estar peleados por eso, pero en realidad no quiero que lo haga por que me daría vergüenza, me sentiría incomoda, y si le sido eso me dirán que no tengo que temer, pero la vergüenza, no me la quitara aunque diga lo mas dulce del mundo.

Suspire mirando hacia las personas, casi que no recordaba lo que sentía estar rodeado de tantas personas, no era por presumir, pero, en realidad, antes era una personas que prefería estar en casa que venir aquí, aun siendo publica, se pagan, pero es menos que una privada. Moje mis labios y mire hacia los demás que comenzaron a caminar, debajo de arboles, habían mesas, al aire libre, habían unas infinidad de piscinas, grandes y pequeñas, era el lugar donde todas las personas iban sin faltar en días festivos, pero ahora no es día festivos y hay muchas personas, tome asiento en un asiento de sementó y mire hacia los lados, ahora tengo que mostrar mi cuerpo, demonios, mi hermana al igual que los chicos se fueron hacia la piscina y mire hacia mi madre, luego a Jeon, este miraba su celular. Suspire, y me acerque, a el, el dejo el celular y se fue hacia la piscina, mierda, me jode tanto cuando el se cabrea, pero me excita tanto de manera enferma, me acerque a mi madre y puse mi cabeza en su hombros.

—Parece que esta serio.

—No, lo arreglaré.—ella me beso la cabeza y me levante, mire hacia la piscina que había un grupo de chicas mirándolo, eso sera algo que nunca cambiara, el es guapo, atractivo, y un cuerpo jodidamente bueno, me levante y me quite la camisa, y luego el shorts, quedando en ropa interior, comencé a caminar y me metí hacia la piscina nade hacia el lado de mi hermana, él me miraba con el ceño fruncido.

—Te dije que no quería tensión, aun continúan con lo del primer día.

—Si, lo arreglaré.

—Rapido, mira que nadie quiere eso, todos estábamos aquí para pasar un buen tiempo y mira nada mas, la pareja que todos quieren ver destilando amor, llenando de diabetes a todos con su amor.

Tome un suspire y mire hacia el cielo, tan malo es que no quiera hacerlo. Dios, escuche a mi madre mencionar cada nombre de cada chico incluso el mio, salí del lugar y estaba el almuerzo en las mesas, nade hacia afuera, llegue donde mi madre y me senté a comer, Jeon se sentó lejos de mi, esto me esta cabreando más ahora, negué. El día paso lento, cada intento de acercarme hacia Jeon, él se alejaba, y me tenia muy desconcertada, cuando finalmente de un largo día, llegamos a casa, me deje caer en la cama luego de ducharme, y me puse el vestido, luego mis bragas, mire hacia el techo, escuchaba cada paso que el daba. Cerré mis ojos.

—Iré a dormir allá afuera.

—No tienes que hacer eso.

—No discutiré esto, iré a dormir afuera, buenas noches.

Dicho eso salio de la habitación, suspire y negué, cerré mis ojos y me dormí.

Sentía algo moverse en las sabanas, luego siento el tacto de unos dedos, pasar por todo mis piernas, abrí mis ojos y mire a mi alrededor la luz de la luna me permita poder visualizar parte de la habitación, levante un poco la sabanas y era él, otra vez, encendí la linterna y lo mire, él me miro desde entremedio de mis piernas y una sonrisa se planto en sus labios, comenzó a repartir besos mojados, en cada una de ellas, cuando llego al centro, lo miro y mojo sus labios, dio un beso por encima de mis bragas, se levanto y no tenia nada de ropa, ni siquiera la interior, y estaba tan erecto que fue inevitable no ver su pene, mordí mi labios, puso sus manos en ambos lados de mi caderas, asentí, ya que si sabia que quería decirme, levante un poco mis caderas y me quito las bragas, las lanzo a un lado de la cama y lo mire.

—Te amo.

—También te amo amor.—dijo me quito la camisa y la dejo al lado de la cama, y una sonrisa se posiciono en sus labios, volvió abajo y lo mire.

—Solo cierra tus ojos y disfruta amor.—dijo y negué.

—No. Quiero verte.

—Mucho mejor.—dijo y sonreí. Mojo sus labios y dirigió su boca hacia mi coño, dio besos delicados primero en la parte de arriba, fue bajando y solo podía abrir mi boca y jadear.

—No amor, no quiero que nos escuchen, que escuchen tus gemidos, no lo quiero.

—No importa amor, es un sueño, ellos no escucharían.

—¿Un sueño?, esto no es un sueños amor.—dijo y paso su lengua por todo mi coño ya mojado y gemí, me mordí el labio y puse mi mano en su cabeza, comenzó a chupar y cerré mis ojos por que no podría soportarlo, él abrió mis piernas un poco más y comenzó a meter su lengua.

—Amor. —me advirtió y sentía su aliento en mi coño.

—Lo siento.

Sus labios volvieron hacer contacto con mi coño tome la almohadillas, mi espalda se encorvaba y mis manos pasaron a su cabeza.

—Amor me voy a venir.

—Es lo que deseo hermosa.

Your Eyes Tell ©️✔️Segunda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora