Capítulo 2

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Meces después.

1 de Septiembre.

—No te atrevas a salir corriendo esta vez, mamá pasame el bate.—dijo en nuestro idioma, español, mientras yo me encontraba caminando de un lado a otro. No me sentía nerviosa por la boda, en lo absoluto.

—No golpearas a tu hermana.

—Es una idiota.

—Puede que lo sea pero no le golpearas con eso, tienen mas de veinte años, tu ya casi entras a los treintas, y tu comportate.

Levante mis manos en defensa, no había dicho nada y me insultaban.

—Mami, la vida se trata de no perder a tu niño interior, de lo contrario la vida seria una de viejos amargados, saben que, mejor me voy, y si se intenta ir, me llamas que la perseguiré por todo el establecimientos. Y por cierto, luces hermosa en ese vestido.

Dicho eso salio de la habitación, esta chica se volvió más idiota que antes, pero aún así la quiero muchísimo, moje mis labios y me acerque hacia el espejo.

—¿Dudas?

—No, las dudas no han tomado posición en mi cabeza, es solo que..., me siento nerviosa, es decir, conozco a Jeon, pero de alguna forma siento que es primera vez que hablaré con él.

—Eso es tan hermoso. Debes hacer que ese sentimiento por él no cambien en el futuro.

—Si llegará a pasar algo sobre eso por mi mente, tomaré la palabra de mi hermana sobre el bate.

—Ya no se que hacer con ustedes.

—Amarnos hasta el final del tiempo.

—Eso hago hermosa, eso hago. —miro su reloj de mano, luego su vista paso a mi. —ya casi es hora, ¿quieres que te deje sola y regrese luego?

—Lo apreciaría mucho ma, necesito calmarme de alguna forma.

—Perfecto mi niña, vengo cuando marque la una de la tarde. —asiento y se acerca, me besa la frente y sale de la habitación.

Estábamos en un hotel, donde hacen bodas, el lugar es muy hermoso, y la recepción estaba abajo, un enorme pasillo, es adecuado, aunque yo quería en la playa, pero ahora llueve muy frecuente, y no quería que los invitados se enfermaran de algo, me mire en el espejo, y toque mi muñeca, justo la muñeca que Jasmin había cortado, solo había una cicatriz en ella. Hubieron maquilladoras que hicieron cosas maravillosas en mis rostro, aunque les advertí que no quería mucho maquillaje, y el peinado es como un moño alto y luego el velo, mi escote no es descubierto, y mi vestido es de mangas hasta la manos con guantes donde puedo meter mis dedos, tiene cosas brillantes en ellos, me gusta en verdad como me encuentro ahora, me senté en la cama y me quede mirando hacia la ventana, el vestido era acogedor, era cálido, salí hacia el balcón y abrí la puerta, mire hacia abajo, estaba la piscina, mi celular empezó a sonar, fruncí mi ceño camine hacia adentro, una sonrisa se planto en mis labios al ver el numero. Conteste.

—Numero equivocado señor.

—Demonios, con este eres la persona numero veinticinco que me dice lo mismo, debo estar poniendo mal algún numero. —escuche y me reí, su risa a través del celular, es melodía para mi audición. —Quiero verte.

—Es de mala suerte ver a la novia antes de la boda.

—No creo en eso, al contrario me daría buena suerte, la tengo desde el principio, pero ven afuera, por el balcón quiero verte.

—No puedo Jeon.

—Vamos nena, solo asomate, verás que no te estaré viendo.

—¿Estarás de espaldas?

—Solo lo sabrás si sales.

Me asome un poco hacia el balcón, y mire hacia abajo, me carcajee al verlo con lentes de sol.

—¿A través de eso no me verías?

—Estos lentes están pintados con pintura negra, así que, no puedo verte, obligue a Taeh y Jimin que me lo hicieran, ahora, solo puedo imaginar cuan hermosa luces. Aunque yo se que luces hermosa. Quiero verte.—dijo y una sonrisa se figura en mis labios, me recosté en el barandal del balcón, y él seguía mirando en mi dirección.—¿Será que puedo hacerte una visita antes de verte en el altar?

Su propuesta en verdad que me hacia decirle que sí, a todo, y ahora mismo esto es una idea, pero como alguna vez dije, todo se vuelve buena idea con él, mordí mis labios.

—Pero es que, ¿y si maquillaje se corre? Ademas ya tengo todo lo que debería puesto.

—Yo no he dicho que haremos, ¿acaso tu pensabas tenerme entre tus piernas cariño?—dijo y podía ver como formaba una sonrisa traviesa en sus labios, mis mejillas se tornaron calientes, en verdad me había sonrojado, por dios. —Oh, pero veamos lo que pasa. —agrego y podía escuchar como lo decía en forma de diversión.—Nena, ¿puedo preguntarte algo? —dijo y ahora no miraba hacia mi, sino hacia abajo pero aun tenia sus anteojos puestos.

—Adelante.

—¿Me quieres entre tus piernas? —dijo y solo sentía como mi respiración se hacia mas rápida.—¿Me quieres entres tus piernas follándote tan duro que probablemente te presentes en la boda en silla de rueda?

—Sí lo quiero.—dije en un jadeo, escuche la puerta abrirse y mi madre, poniendo el dedo en el reloj de muñeca, mierda.—llego mamá, debo bajar.

—Muy bien, preparate,  y quiero que tengas en mente, que en todo momento, en lo que pensare mientras dure la boda, es en follarte en cada rincón. —dicho eso colgó y suspire.

Cuando mi vista paso a mi madre sonreí, y ella lo hizo también, suspire y tome mi vestido, mentira si dijera que lo que dijo no me excito, por que en verdad eso me hizo comenzar a sentir algo salir de entre mis piernas, mierda, juraría que si lo hubiéramos hecho, entraría muy fácil, me puse los tacones y mi madre me ayudo con la cola del vestido, tome el ramo de flores, bajamos por el elevador, y luego escuche el timbre que indica que llegamos abajo, cada vez que cerraba mis ojos me imaginaba a Jeon entre mis piernas una y otra vez mientras nuestros fluidos se mezclaban, camine con cuidado y me quede detrás de la puerta, todos estaban al otro lado, se escuchaba la canción que tenían mientras esperaban mi llega, cerré mis ojos y mi madre se posiciono enfrente de mi, y me tomo de las mejillas.

—¿Estás lista hermosa?—dijo y la mire, mis ojos miraban por todos los lugares, necesito a Jeon, lo necesito jodidamente duro entre mis piernas.

—Si yo estoy lista mamá.—asiente y  extiende el brazo, le di mi mano y me sonrió.

—Perfecto.— ella miro a los que estaban esperando abrir la puerta y asiente, ellos abren la puerta y de inmediato la canción de las bodas comenzá a salir, suspire y comencé a caminar con mi madre tomada del brazo. Cuando lo mire hacia el final de la alfombra, en el altar, su cabello caía sobre su frente, y me miraba jodidamente sexy con ese traje negro, su corbata, dios, mio, enserio esto no esta pasando, camine hacia él, mi madre me entrego a él luego de decirle que debe cuidarme, él le responde y ella asiente, se va hacia al frente de las sillas, mira hacia mis madrinas y estaba Carla y mi hermana, las dos tenían un enorme estomago, y diferente mes de embarazo, y ya están comprometidas por igual, sonreí hacia ellas y ellas me respondieron, mire hacia Jeon, y este me miro con el ceño fruncido, cerré mis ojos y mi mente e intente retirar los pensamientos de sexo duro que tenia en este momento con este hombre de enfrente de mi.

—¿Hermosa te sientes bien?

—Sí, yo me siento bien.—me acerque a su oído y cuando estoy cerca susurre. —solo que estoy jodidamente mojada, y goteando por imaginarte una y otra vez entrando en mi tan duro y rápido que mis gemidos serian escuchados por los vecinos.—escuche como dejo salir un pequeño gemido y eso me dio escalofríos.

—Tu me quiere matar no es así, ¿cómo me dices eso?, cuando lo primero que quiero es tener mi polla adentro de ti.

—Tu preguntaste que me pasaba. Está sera una ceremonia muy larga.

—Así es como la tengo.—dijo con una sonrisa traviesa.

—Nunca diré lo contrario.

Él miro hacia el señor cura y la ceremonia empezó, así como mi tortura.

Your Eyes Tell ©️✔️Segunda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora