Matina era la menor de una familia numerosa, estaba de novia con un chico dos años mayor que ella, Gonzalo un chico hermoso, todas las mujeres lo amaban porque era muy bueno aparte de bello, ella creía que su vida era perfecta, pero todo cambio ese día, como todos días viernes se durmió un poco más tarde ya que al otro día no tenía clases, pero cuando fue consiente nuevamente estaba acostada sobre un piso húmedo.
Intento hablar mientras enderezaba su cuerpo, pero no pudo algo se lo impedía, al tocar su cuello sintió que tenía un tipo de collar, pero se asustó más cuando sus ojos la dejaron ver el lugar en que estaba, una celda chica con unas diez personas más, todos con su atuendo de dormir y los collares negros en sus cuellos.
Todos estaban confundidos y se miraban uno a otros, pero al estar distraídos haciéndose señas con las manos tratándose de comunicar, patean los barrotes de las celdas, los diez se quedaron petrificados al darse vuelta y ver a ese ser, tenía cuernos grandes, ojos rojos y sus dientes eran puntiagudos — ¿Qué miran humanos? — Volvió a patear los barrotes — en cinco minutos estarán en el octagonal, los que no salgan serán esclavizados o acecinados — Sin decir más se fue, cosa que confundió y asusto más a todos dentro de la celda.
A los pocos minutos apareció otro ser extraño, este se parecía más a un humano, pero con los ojos bien rojos, vestido con armadura y una espada en su cintura — Salgan de la celda y sigan el pasillo, como consejo que nadie haga nada estúpido porque los tendré que matar — En su armadura se podía ver mancha de sangre bastante fresca.
Ninguno podía responder, pero tampoco tenían el coraje de hacerlo, los diez que estaban en la celda siguieron el pasillo, lo que vieron los hizo frenar de golpe —Caminen o mueran — El guardia le apoyo la espada en la espalda y los hizo seguir caminando.
Frente a sus ojos había una jaula octagonal de MMA, pero estaban sacando los restos de cadáveres humanos a rastra, y de pie un joven de cuerpo grande lleno de sangre, también una chica en cuclillas llorando desconsolada, eran los únicos vivos en esa jaula.
Los diez se quedaron a un metro de la jaula por orden del guardia, el primer ser que los fue a ver comenzó a hablar — Estoy débiles humanos son los últimos del día, en las tierras de nuestro señor el duque Judas, elegiremos a los mejores combatientes para mañana — Los demás demonios que estaban alrededor del ring comenzaron a mirar a los diez que todavía no habían entrado a la jaula.
Casi todos estaban muy asustados, Martina había visto muchas historias que los personajes eran enviados a otros mundos y tenían una maravillosa vida, y la historia que ella estaba viviendo en ese momento no se parecía para nada a eso, era todo lo contrario, y empeoro cuando a la chica que estaba llorando le arrancaron la blusa de un tirón dejando sus pechos al aire.
Antes de continuar — Siguió hablando ese demonio de los cuernos grande al lado de la chica que acabada de dejar con su torso desnudo — Venderemos a esta humana como esclava, una moneda de oro para el que la quiera, y una pequeña información para los tontos humanos que no entraron aun en la jaula, los que no pelean serán esclavizados como esta humana — El, agarro del collar llevándola al medio de la jaula.
— Es muy cara una moneda de oro, te doy este cuchillo.
— Trato echo, que disfrute a esta ternurita — La chica era realmente bella, pero los esclavos humanos no valían casi nada, morían pronto, eran débiles, y cualquiera que esté de paso en la tierra podía traerse a algunos.
El demonio fue a buscar su propiedad en el medio de la jaula, la agarro del collar y la llevo con él, donde no perdió el tiempo y se puso a jugar con sus pechos mientras comenzaba hacer las apuestas con los nuevos diez que entrarían al ring — Entren — Grito el guardia, ellos como ganado entraron uno por uno, dos personas automáticamente se largaron a llorar entrando en pánico, pero Martina se preparó para lo que sea, prefería morir a convertirse en el juguete de los demonios, y si moría prefería hacerlo luchando.
— ¿Las apuestas están listas? — No había muchos demonios, solo unos treintas, pero todos estaban alucinados con las apuestas, cuando terminaron de apostar, el demonio que estaba a cargo grito — Que comience.
Dentro de la jaula todos se miraron sin entender que pasaba, hasta que en el centro les tiraron cuatro cuchillos y una espada, Martina fue la primera en lazarse, quería la espada, pero quedo muy lejos de ella así que agarró un cuchillo, otros tres junto a ella fueron a buscar armas, dos se alejaron de los cuchillos, y los otros cuatros se quedaron sin saber que hacer, cosa que lo que habían agarrado un arma aprovecharon atacándolos primero.
Un joven de dieciocho años cuando vio a Martina con el cuchillo, decidió intentar correr, pero al darse cuenta que estaba encerrado freno su cuerpo, esta duda fue suficiente para que la joven lo apuñale una y otra vez en su espalda, como el joven no podía gritar, Martina escucho como entraba el cuchillo, rasgaba su carne y como él se ahogaba con su propia sangre hasta morir.
Intento ponerse de pie con rapidez, pero se resbaló con la sangre en la jaula, y cuando miro que sucedía, se dio cuenta que el que había agarrado la espada había masacrado a todos, cuando mato el ultimo la miro a ella, con los ojos desquiciado avanzó listo para matarla, la joven se resignó, pensó que moriría, aunque nunca soltó el cuchillo lo agarro más fuerte.
Solo dos metros separaban el cuerpo de la dulce Martina de la espada cuando el joven desquiciado se resbaló con la sangre de la jaula, quedando de rodilla, y la joven de diecisiete años no dudo, inclino su cuerpo hacia delante al igual que su mano insertando el cuchillo en la garganta del joven, esta vez también escucho morir a su víctima, pero con la diferencia que se alegró que muera, entendió que era él o ella.
— Tenemos una ganadora soldados demonios del señor Judas, lamento que ninguno haya apostado por esta sensual señorita, seguramente la querían como esclava — El demonio se largó a reír, mientras otros lo insultaron porque perdieron sus monedas, Martina se quedó quieta bañada en sangre, mientras escuchaba el llanto de los otros dos supervivientes.
Continuara...
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Martina La Nueva Demonio
FantasyHistoria corta de como una joven es secuestrada por demonios, los cuales la ponen a pruebas sangrientas para sobrevivir, ella da lo mejor de ella, no desea morir, mucho menos ser esclavizada como otras, luchara hasta su ultimo aliento.