— El evento final a llegados señores, ¿Cuántos de estos jóvenes humanos se unirán a nuestras filas? ¿Cuántos serán despedazados? Hagan sus apuestas — Los demonios que aún no habían apostados lo hicieron, y los prisioneros se comenzaron a alejar de otros prisioneros, seguramente tenían que matarse para seguir viviendo.
Pero el demonio cornudo volvió a hablar — Cien humanos en contra de cincuenta lobos infernales, ¿Quién ganara la batalla? Habrá las puertas — Enseguida salieron los lobos infernales corriendo, eran muy parecidos a lobos de la tierra, pero de la altura de un poni, con los ojos rojos, completamente negros, se veían muy aterradores frente a los ojos de los prisioneros.
Los prisioneros que se alejaron mucho, acercándose a la otra puerta fueron los primeros en ser destrozados por los lobos, pero los que estaban en el medio de la arena más cerca de los otros comenzaron a luchar espalda con espalda protegiéndose, Martina no se había alejado de su puerta de salida, y al notar esto, grito — Hagamos grupos y cuidemos nuestras espaldas.
Se acercó a ella Gonzalo y una bella rubia, que no tuvieron casi tiempo de organizarse porque un lobo se le acercó para matarlos, pero Martina y Gonzalo estuvieron atentos para matarlo con sus lanza y espada.
Los gritos de los jóvenes no cesaban a pesar de los minutos, muchos habían perdido sus miembros y abandonados por los lobos para que se desangren, su objetivo era matar no comer, están muy bien entrenados por los demonios, el grupo de los tres iba bien, hasta que la joven rubia no vio venir a un lobo y fue mordida en el cuello, para su suerte murió rápido.
Los minutos pasaron y los prisioneros comenzaron a cansarse, no así los lobos infernales, que estaban con la misma sed de sangre que en el principio, pero los lobos eran menos, y los prisioneros lograron véncelos gracias a la estrategia de Matina de paliar en grupo, Gonzalo la abrazo, pero esta lo saco, solo había cinco en pie, si los demonios tenían algo más preparado no se podían descuidar con abrazos.
— Bienvenidos a nuestras filas — El demonio cornudo volvió a hablar — Desde hoy son soldados del ejército del ejercito del señor Judas, les aseguro que disfrutaran en seguir a nuestro señor, él es muy inteligente y capas. Ahora llévenlos a la sala de conversión con los demonios creados.
Sin muchas más explicaciones fueron llevados a un lugar con círculos dibujados en el piso, y dentro de esos círculos unos intricados dibujos — Acuéstese — Nuevamente fueron obligados a acostarse sin poder hacer nada, luego se acercó un demonio con un orbe negro, y se lo coloco en el pecho, Martina como los otros cuatro se durmieron, sin poder poner oposición.
Sin saber cuántas horas habían pasado ella miro a sus alrededores y solo uno continuaba durmiendo, los demás estaban siendo examinados por un ser que tenía patas de cabra, parecía un médico, cuando se acercó a ella, le agarro la mano sin preguntar y le pincho un dedo, este ser paso su lengua tragando su sangra, para luego decirle — Tu habilidad es atadura de cadenas infernales.
— ¿Disculpa? ¿Qué es eso? — Estaba muy confundida...
— A mí me pagaron para averiguar sus habilidades no para dar explicaciones — El ser se fue dejándola sola.
El guardia que estaba escuchando, como agradecimiento a que lo hizo ganar oro le explico — La habilidad es lo que ponemos hacer desde que nos convertimos en demonios, pero se pueden aprender más, aunque llevan mucho tiempo y conocimientos.
— ¿ya soy un demonio? — Cuando vio que el guardia afirmaba con la cabeza, comenzó a tocarse todo el cuerpo y todo parecía normal hasta que se tocó la cabeza, unos enormes cuernos estaba ahí ahora, miro hacia todos lados hasta que vio un espejo, y fue corriendo, se miró por minutos, pero al final le gusto como le quedaron.
Estuvo dos días más practicando su habilidad, también le explicaron las reglas de infierno y los demás planos, le enseñaron como camuflarse cosa que la alegro así podía ir a la tierra a ver a su familia, y llego a la conclusión que ser un demonio no está nada mal, esas noches en el infierno la paso muy bien con el esclavo dotado y también llevo una elfa para probar nuevas cosas.
Este fue el nacimiento de Martina, un demonio joven y hermosa que estaría presente en grandes batallas como soldado de Judas, y que nunca más volvería a ser pareja de Gonzalo, aunque los dos servían al mismo señor, entendieron que al ser demonios jóvenes tenían que experimentar nuevas cosas como amantes.
Fin
Nota (Si desean conocer más este universo les recomiendo que lean (Infernalis: El Clan Valac) la cual es una historia de este universo, pero larga, con muchos personajes demoniacos)
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Martina La Nueva Demonio
FantasyHistoria corta de como una joven es secuestrada por demonios, los cuales la ponen a pruebas sangrientas para sobrevivir, ella da lo mejor de ella, no desea morir, mucho menos ser esclavizada como otras, luchara hasta su ultimo aliento.