Capitulo 268-el experimento del crisol

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Jay estaba con Red en la entrada de la torre, esperando que sus esqueletos limpiaran el interior.

Pasaron unos momentos y no llegaron notificaciones de exp, y pronto los esqueletos regresaron.

"Muy bien, cortemos esta raíz, no se cortará sola". Jay se giró cuando salieron los esqueletos.

Blue fue el último en salir y, en lugar de ayudar a cortar la raíz, le presentó algo a Jay.

"¿Mmm? Oh..." Jay se sorprendió, ya que les había dicho a los esqueletos que tomaran lo que quisieran para ellos.

Blue le tendió un diario de aspecto andrajoso. Sus encuadernaciones de cuero originales no resistieron bien la prueba del tiempo, y solo unas pocas páginas habían sobrevivido, ya que estaban recubiertas con una sustancia cerosa.

"¿Dónde encontraste esto?" Dijo Jay, hojeando las páginas gastadas y andrajosas.

Blue simplemente apuntó su espada hacia la cima de la torre.

"Buen trabajo." Jay asintió hacia Blue.

Blue hizo una reverencia respetuosa y luego fue a ayudar a cortar la raíz; Desde entonces, había encontrado su propia armadura en el pecho y comenzó a hacer algunos sonidos tintineantes mientras se movía también. En este punto, su armadura era más completa que la de Red, aunque Red llevaba el escudo.

Mientras tanto, el caballero que fue empujado al pozo también había muerto, lo que le dio a Jay algo más de experiencia antes de entrar a la torre.

[115 Exp.]

"Rojo, vámonos". Dijo Jay, y Red se puso delante de Jay, llevándolo a la cima de la torre. Jay se estaba acostumbrando bastante a no ir primero y dar órdenes en lugar de hacer las tareas él mismo.

Esta torre en particular estaba en mucho mejores condiciones, y sus escaleras internas de madera estaban sostenidas por varios bloques de piedra, lo que hacía que la subida a la cima fuera tan tranquila como segura.

Jay miró a su alrededor y encontró el lugar del que Blue había cogido el diario.

Un cadáver... bueno, un esqueleto ya que no tenía carne.

"Bonito abrigo". -comentó Jay-.

El esqueleto vestía una bata blanca de algún tipo, y Jay supuso que debían haber sido bastante ricos para tener una prenda de vestir tan inmaculada.

Muerto desde hacía algún tiempo, sus huesos estaban limpios de carne y yacía contra una pared con un frasco de vidrio vacío agarrado sin apretar en su mano.

Para Jay era obvio cómo murió.

"Parece un destino mejor que el que existe". Jay frunció el ceño.

En otra parte de la habitación había una mesa con algunos trozos de papel y algunos instrumentos extraños que parecían similares a herramientas de carnicero y herrero, excepto que eran mucho más pequeños.

"Qué extraño..." Jay se rascó con el dedo una cuchara oxidada, pero decidió no llevarse ninguno.

Había una pila oscura de papilla cubierta con una capa de moho verde que Jay supuso que alguna vez fue una pila de comida, ya que al lado había un gran caldero con agua negra estancada en el fondo.

Jay decidió buscar en los bolsillos de la bata blanca y encontró una extraña daga con forma de aguja que Jay supuso que era una especie de abrecartas.

MI CLASE DE NIGROMANTE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora