MI CLASE DE NIGROMANTE #2

Capitulo 257-acudero

Jay pasó por encima de las gruesas raíces hacia los cadáveres, observando atentamente los charcos de sangre verde en busca de algo que se moviera en ellos.

Después de ver sus esqueletos pisoteando, se mostró cauteloso con los cadáveres de los caballeros.

En la sopa verde había pequeños trozos de gusanos, por lo que Jay pensó que su suposición sobre los parásitos era correcta.

Sin pisar el charco verde, agitó sus manos sobre los cadáveres, saqueando cada uno de ellos, y una sonrisa apareció cuando recibió al menos un botín útil.

<[Guantelete del escudero]>

[Común]

[10 armadura]

Jay pensó en llevárselo él mismo, pero se dio cuenta de que sería un desperdicio. Después de todo, sus esqueletos fueron los que causaron el daño y recibieron los golpes.

Jay extrajo los huesos de los cuerpos e hizo una pequeña pila para que los esqueletos los consumieran, recuperaran su salud por completo y les permitieran reparar sus propios cuerpos.

Luego, decidió darle el guante a Red, ya que Red era su guardaespaldas personal y quería que tuviera una cantidad decente de armadura en caso de que alguna vez necesitara bloquear un golpe, lo cual sin duda sucedería. 𝙗𝒆𝒅𝒏𝙤𝒗𝙚𝙡.𝒄𝙤𝙢

Luego, hizo que Lamp le quitara la parte inferior de su traje de cuero humano, cortando un círculo alrededor de la espinilla y sacando su pierna esquelética.

Lo que quedó fue como una bota de goma, aunque hecha de carne.

"Euf, asqueroso". El rostro de Jay se arrugó.

El traje humano de Lamp era como una bolsa de aire rancio, volviéndose cada vez más enfermizo y nocivo a medida que quedaba atrapado en su interior. Apestaba peor que carne podrida por dentro, y ahora el olor parecía estar atrapado en la nariz de Jay. Era uno de esos olores que se podían saborear.

Los cuerpos podridos de los caballeros también aumentaban el hedor, con sus propias notas de fruta podrida y pulpa necrótica.

Landen parecía igualmente pálido, como si estuviera a punto de vomitar. Las vistas y los olores eran demasiado repugnantes.

"Puedes quedarte con la armadura", Jay señaló casualmente los cuerpos, "pero quémalos antes de intentar quitárselas".

Landen se sorprendió por lo que Jay acababa de decir casualmente.

En el crisol, un trozo de metal valía casi tanto como la vida de un hombre... y ahora Jay le estaba regalando un traje completo.

"¿Qué? ¿Toda la armadura?

"Sí, ambos. Simplemente no te infectes o tendré que matarte a ti también".

Landen ya se estaba moviendo para agarrarlos, y por el shock casi no escuchó la última parte; Se había olvidado por completo del olor que salía de sus cuerpos.

"¡¿A-ambos?! ¡Muchas gracias! se arrodilló y bajó la cabeza, casi como si estuviera a punto de besar los pies de Jay.

"Tranquilizarse." Jay frunció el ceño, con un dejo de desdén en su voz.

"Ah, claro. Lo siento. Gracias Jay. Nunca olvidaré esto."

Jay sacudió la cabeza con un pensamiento: "Sí, hasta que deje esta mazmorra y se reinicie".