CAPÍTULO 26

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CHARLES LECLERC

Entramos a la sede con una sonrisa.Sandra esta de vuelta en Ferrari.Su nuevo contrato la permitía estar con Casey mucho tiempo.Tenia que venir a la sede una vez después de cada carrera para hacernos un chequeo.Hoy era un día de esos.Como mi pequeña Casey tenía tan solo tres meses y medio,casi cuatro la habíamos traído con nosotros.Yo no tenia muchas cosas que hacer hoy por lo que estaría con mi hija.Las puertas se abren y ambos entramos mientras yo empujo el carrito en el que mi hija se encuentra.

Algunos trabajadores de Ferrari se acercan y otros sonríen cuando pasan a nuestro lado.Nos dirigimos al despacho de la española y sonrío al entrar.Hacía muchos meses que no entraba aquí.Ella sin pensarlo un minuto se apresura a la mesa.Esta tal y como la dejó la última vez que estuvo aquí dentro.

—La echaba de menos.—admite pasando sus dedos por la madera de la mesa.—

—Yo te echaba de menos en Ferrari.—admito y ella me sonríe.—

—Pequeñita ¿Vamos a conocer a Mattia?—le pregunta a la bebé y esta se ríe.—Vámonos.

La coge en brazos y salimos del despacho.Algunos trabajadores vienen a interactuar con Cassey.Llegamos al comedor con vistas a la pista de pruebas en el cual Mattia nos estaba esperando.Este anda rápidamente hacia nosotros nada más vernos.

—Sandra ¿como estas?—pregunta saludando a mi novia.—

—Genial.

—Está debe de ser la pequeña Cassey.—cuenta emocionado cogiendo de la mano a mi hija.—

Empieza a jugar con ella y nos sentamos en una de las mesas.Mattia y Sandra se ponen al día mientras esta sujeta con fuerza a mi hija entre sus brazos.

—¿Iréis al Gran Premio de Mónaco?—la pregunta y Sandra me mira.—

—No lo sabemos,nos apetece mantener a Cassey algo alejado de los focos.—explica y mi emoción decae con el paso de los segundos.Me apetece bastante que vengan al paddock en mi carrera de casa.—Pero,es la carrera en casa de papá por lo cual claro que iremos.—termina diciendo y me levanto de la silla emocionado.—

La abrazo y cojo a mi hija en brazos.Beso su cabeza con delicadeza ante la mirada sonriente de Sandra.La española vuelve a su despacho para hacer unas gestiones y tras una hora y media nos vamos a la casa familiar de los Gasly.

—Antes te has emocionado mucho.

—Normal.Sandra,es mi carrera de casa,prácticamente también la de Cassey,y que vayáis al paddock por primera vez me hace muy feliz.

—Te quiero mucho Charles.No sabes la suerte que tenemos Cassey y yo de tenerte.—declara y besa mis labios antes de que pueda decir
algo.—

Conduzco hasta la casa familiar de los Gasly la cual se encuentra en las afueras.De vez en cuando miro por el retrovisor para ver a Sandra sentada en la parte trasera con Cassey a su derecha.Ella mira con los ojos muy abiertos a su madre y esta hace reír para que se le haga algo más ameno el viaje.Las notas de la canción que esta sonando nos acompaña hasta llegar a la casa de tres pisos, blanca y con vistas a la campiña italiana.

Bajamos del coche y entramos rápidamente a la casa.Dentro nos recibe el gato de la familia el cual se muestra algo cansado y está más delgado.

—Hola bonito.—saluda Sandra agachándose para coger al minino en brazos.—¡Ya hemos llegado abuela!—grita para que la oiga.—

Entramos al salón y al ver que no hay nadie Sandra decide ir a la cocina a mirar.

—Que raro,no está en la cocina.—murmura y su cerebro parece encenderse ya que desaparece escaleras arriba sin dejarme ni un minuto para seguirla.—

Me quedo sentado en el sofá con Cassey entre mis brazos.Esta se muestra alegre hasta que un grito la asusta.

—¡Charles!Ven,rápido.—pide mi futura prometida,efectivamente le quiero pedir matrimonio cuanto antes.Espero que salga bien cuando llegue el momento.—

Hago caso a las súplicas y subo escaleras arriba con mi hija entre los brazos.Llego a la estancia en la que se encuentra la madre de mi hija paralizada.Alice está tumbada en la cama con las sábanas puestas hasta los hombros.

—No se despierta.—anuncia Sandra y corre a donde mi para abrazarme.—Está...Está muerta.

Tras esas palabras la abrazo como puedo,tengo a mi hija en brazos y no ayuda mucho a que pueda darle un abrazo.

—Tranquila,voy a llamar a la policía y ambulancia,vendrán ahora.Vete avísanos a la familia.

—¿Puedes avisar tu a Pierre?—me pregunta con lágrimas cayendo rápidamente por su rostro.Asiento y ella se sienta en el suelo apoyando la espalda en la pared.—

—Todo va a estar bien.Y ya sabes que me tienes a mi como tú saco de boxeo por si te quieres desahogar.—explico y ella me regala una sonrisa corta para luego desaparecer junto con el brillo de esos ojos color miel que tanto me enamoraron el día que nos conocimos.—

La tarde de se desarrolla con el plan más horroroso que alguien podía desear,hablar con la policía de lo ocurrido y tener que firma varios papeles.

La noche cae y por fin podemos descansar.Tomo asiento en el sofá donde Sandra se encuentra.Cassey juega en el suelo con un parque pequeño de estos para bebés que le compramos para dejarlo aquí.

—Voy a hacer la cena,¿que quieres cenar?—pregunto al verla con la mirada clavada en la ventana la cual lleva con las cortinas corridas desde hace horas.—

—No quiero nada,gracias.

—Sandra debes comer algo,aunque sea un bocata pero tienes que comer algo.¿Pedimos sushi?—propongo.Ella ama el sushi,no es capaz de decir que no.—

—Vale.—acepta algo más animada.—

—Pues voy a llamar a algún sitio que encuentre por Google Maps .

Asiente y yo salgo fuera de la casa.Mientras espero a que atiendan saco la caja con el anillo en su interior de mi bolsillo de la chaqueta.Tendría que esperar.Ahora no es un buen momento para hacerlo.Esperaría un par de semanas,días,o lo que hiciera falta.Pido la comida y mientras entro en casa se me ocurre una idea para proponerme.Tendría que esperar un par de semanas.Pero la espera iba a merecer la pena.

—En cinco minutos llega.—anuncio y la aludida me abraza y me da un beso en la mejilla.—Ven aquí.—pido y ella se acurruca a mi lado.No hace frío pero tiene una manta puesta.Mira la televisión muy atenta,supongo que para distraerse un poco aunque yo la miré a ella.—

Nos quedamos abrazados observando como nuestra hija juega tranquilamente externa a toda la situación de su alrededor.

—¡Ven aquí pequeñita!—digo cogiendo a mi hija del parque de juegos y moviéndola en el aire como si estuviese volando .—

Empiezo a jugar con mi hija haciendo como que vuela ante la mirada de su madre quien nos graba con una sonrisa .Se la escapa una risa y yo sigo.Estoy cumpliendo con lo que quería.Hacer reír a las dos.Seguimos jugando con mi hija un rato hasta que ella pequeña cae en los brazos de Morfeo

CHOQUE PERFECTO||CHARLES LECLERC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora