CAPÍTULO 27

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CHARLES LECLERC

Hoy es el día.Esta noche le pediré matrimonio a mi novia y madre de mi hija.Me apetece mucho casarme.Pero no estoy seguro de lo que estoy haciendo.Pierre,su primo,me había comentado que no le encanta la idea del matrimonio pero que estaba seguro de que Sandra iba a aceptar si sabía que a mi si me apetecía poder llamarla mi mujer,tener muchas fotos del gran día,verla vestida de blanco.Salgo de esa fantasía cuando el coche que está detrás mío me pita.Estoy por las calles de Mónaco,acabo de dejar a Cassey en casa de mi madre para que cuide de ella esta noche.Mi madre está encantada,tan solo la idea de estar con Cassey hasta mañana en la comida que tendríamos toda la familia ha servido para que apruebe el plan que tengo pensado.Es abril finales,volví ayer del Gran Premio de China,tengo días libres hasta el primer día de mayo que volaría rumbo a Miami para otra carrera más.Hay una semana entre esas fechas,semana la cual quiero aprovechar para prepararme,hacer deporte,y pasar tiempo con Cassey y Sandra.Mi hija tiene tan solo dos meses y unos días por lo que no se entera de nada.Solo se entera de que de repente un día estoy y dos dias después debo irme a otro destino.Tengo miedo de perderme algo de la vida de mi hija por culpa de mi agenda tan apretada pero ya lo he hablado numerosas veces con Sandra y esta me ha prometido que haremos todo lo posible para que eso no suceda.Fijo mi vista en la carretera mientras las notas de la canción que está sonando llenan el coche.

Llego al parking de mi edificio.Subo apresuradamente las escaleras.Si Sandra no se había empezado a preparar llegaríamos tarde.Entro en mi piso y se me escapa una risa al ver a Sandra tumbada en el sofá con el pijama puesto y un paquete de pañuelos en su regazo.

—¿Otra vez llorando por una película?—pregunto burlándome,siempre llora con muchas películas.—

—No te burles.—se queja lanzándome un cojín,el cual esquivo.—Es de inhumanos no llorar por la muerte de Beth.—otra vez.Otra vez había visto Mujercitas.Es su película favorita de todos los tiempos,sobretodo la adaptación más reciente,la de 2019.No había vez que la viese y no terminase llorando.Había que preocuparse si no lo hacía.—

Ella se levanta y se dirige al baño para prepararse.Yo me dirijo a nuestro dormitorio para ponerme el traje que me iba a poner.Es una cena de gala.Tenemos un evento y tengo pensado proponerme después de la cena,antes de volver a casa la obligaré a parar en el puerto con pretexto de que me he olvidado algo en el barco esta mañana.

Media hora después estamos ya subidos en mi Ferrari rumbo a la cena.El evento es de una marca monegasca que ha invitado a personajes famosos de las calles de Montecarlo,entre ellos,yo.Llegamos al  recinto del evento ,debemos hacernos una foto en una pequeña alfombra roja.

—No me gusta la idea de la alfombra roja.—murmura Sandra aún en el coche.—

—¿Por qué?Si estás preciosa.

—Por favor,todavía tengo barriga del nacimiento de Cassey,no me quiero ni imaginar las opiniones que saldrán en cuanto nos saquen las fotos.—

—No digas eso.Eres la mujer más bella del mundo asique ya puedes ir retirando lo que has dicho.De todos modos,ya sabes que si opinan mal me tienes a mi,como tú escudo anti criticas o como tú defensor.—aseguro en un intento de animarla.Ella me regala una sonrisa sincera.Había tenido estos bajones emocionales desde que Cassey llegó al mundo.Se habían filtrado unas fotos que nos habían sacado saliendo de la sede de Ferrari el mes pasado,afortunadamente no se veía la cara de Cassey ya que la pequeña iba en el carro de bebés pero mucha gente había opinado sobre la figura de mi novia.—

—Gracias,—me agradece.—por todo.No solo por esto,sino por todo lo que haces por mi.

Con esas últimas palabras sonreímos y salimos del coche .Andamos de la mano hasta la alfombra roja donde hay una decena de cámaras con los flashs cegables.Nos hacen unas tres o cuatro fotos y por fin entramos dentro del comedor.No es una cena de sentarse con plato y cubiertos,es estar de pie o sentarse en alguna mesas con canapés.Pasamos entre la muchedumbre hasta que hayamos la mesa de canapés.Nos comportamos como humanos que somos,por poco no nos tiramos a la mesa,ambos tenemos un hambre importante.

—Cualquiera diría que somos adultos.—bromea y yo sonrío.—

—¿Una copa señorita?—le ofrezco?—

Ella asiente y le extiendo la copa de champagne,uno de los mejores,un francés que aunque algunos invitados nos repiten lo bueno que está,acabamos dejando de lado.A ninguno nos había gustado.Nos sentamos en una de las mesas y hablamos durante largos minutos que se convierten en hora y media aunque para mi son como treinta segundos.

—Me aburro,he oído que al final de la calle hay una fiesta privada,¿vamos?—propongo y ella me mira sin creérselo.—

—¿Estás seguro Charles?

—Claro que si.—respondo convencido.—La fiesta es justo en frente del puerto,pero primero,tenemos que ir al barco que me he dejado unas cosas esta mañana que he ido con Joris a dar un paseo en barco.—miento.Hay que ejecutar el plan.—

—De acuerdo.

Salimos del recinto y voy contando bromas mientras subimos al coche.Mis bromas son tan malas que acaban siendo graciosas y ambos reímos.Nuestro humor nunca ha sido muy experto,nos reímos con todo.

Llegamos al puerto y paseamos bajo la luz de la luna por el muelle hasta que llegamos a donde se encuentra aparcado mi barco.

—No vengo aquí desde.—empieza a decir pero se corta a ella misma.—

—Desde que me confesaste que la mejor cosa que nos ha pasado a ambos tenía ya casi tres meses contigo.—termino la frase recordando aquel día de agosto del año pasado en el que me confesó que la noticia de que estaba embarazada era cierto.—

Nos sonreímos y entramos al yate.

—Me lo he dejado arriba,¿subes?

—Vale.—acepta y ambos subimos por las escaleras que dan a al parte descubierta en lo alto del yate.—

Llegamos y aprovecho que está distraída mirando el mar para buscar el anillo en mi bolsillo.Cuando se da la vuelta para mirarme yo ya estoy sacándolo del bolsillo de mi chaqueta.

—Sandra.Eres lo mejor que me ha pasado en la vida junto a nuestra pequeña.Llevo meses pensando en qué pasaría si te lo pidiese,una parte de mi no quería pensar que dirías que no mientras que la otra piensa que ajaras eso.Como no lo puedo saber hasta hacerlo.¿Sandra Gasly,quieres casarte conmigo?—pregunto arrodillándome.Ella se lleva las manos a la boca sorprendida.No se lo esperaba.Nos envuelven unos segundos de silencio hasta que ella decide hablar.—

—Si.—acepta entre lágrimas.—

—¿Si?

—¡Si!

Le colocó el anillo en el dedo.Le queda tan bien.

—Charles,no quiero una boda muy grande,te aviso.Quiero una discreta y pequeña.

—Así será,tranquila.

Ella sonríe y besa mis labios.Y ahí bajo la luz de la luna de medianoche pude cumplir un sueño que tenia desde niño,tener una familia estable,con un hijo o hija que tuviese tanto madre como padre.Que fuese feliz

CHOQUE PERFECTO||CHARLES LECLERC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora