Isla de Jeju, parte III

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Después del abrazo con Seung Jo empiezo a sentirme un poco incómoda, pero él le resta importancia e intenta regresarnos a la tranquilidad de nuestra compañía.

La visita al Museo de Chocolate resulta incluso más increíble de lo que esperaba, y el hecho de compartir estos momentos con Seung Jo, tomándome de la mano en cada oportunidad que se le presenta, hace que todo sea aún mejor.

Antes de darme cuenta, se ha hecho de noche y estamos frente a mi habitación. Seung Jo tomando mi mano y mirándome a los ojos de una manera tan intensa pero tierna que me hace sentir las piernas temblar. Se despide de la misma manera, con un beso en mi frente, e ingresa sonriendo a su habitación. No hay manera de quitar la estúpida sonrisa que se ha instalado en mi rostro cuando me meto en la cama lista para dormir y ansiosa por el día siguiente.

Los días se van terminando sin darme cuenta. Hemos compartido los desayunos y cenas, todos juntos, pero los adultos han pasado la mayoría del tiempo haciendo lo suyo junto al pequeño Eun Jo. Todas las noches después de cenar, Seung Jo y yo nos hemos distraído platicando un poco frente a nuestras habitaciones y cada noche me ha dejado un beso en la frente antes de ir a dormir. También hemos compartido más tiempo juntos, visitando algunas playas y lugares turísticos de la Isla. Incluso he aprovechado para comprar algunos recuerdos para mis amigas.

La última noche en la Isla llega y no puedo evitar sentirme un poco emotiva al darme cuenta que al día siguiente regresaremos cada quien a nuestras rutinas. Intento no pensar demasiado en eso, y me arreglo para encontrarme con todos y compartir nuestra última cena juntos en este lugar.

Cuando salgo de mi habitación, Seung Jo está recargado en la puerta cerrada de la suya, me mira un instante antes de acercarse a mí y darme un abrazo. Me quedo quieta ya que no se cómo reaccionar a esto. Se separa lentamente de mi, pero no se aleja. Sus manos recorren mis brazos de arriba hacia abajo y no puedo evitar sentirme ansiosa y nerviosa por su toque.

Ha Ni: -Deben estar esperándonos -digo, mientras me suelta, en un intento porque mi voz opaque los latidos de mi corazón.

Seung Jo: -¿Te parece si esta noche somos solo tú y yo? He hablado con tu padre y no ha puesto objeción. Pero si no te sientes cómoda, podemos unirnos a ellos. ¿Quieres ir con ellos?

Ha Ni: -¡No! -¿De dónde ha salido ese grito? Me cubro el rostro, avergonzada, pero intento controlarme un poco para mirarlo de nuevo.- Quiero decir, que no me importa cenar sin ellos.

Seung Jo: -De acuerdo. -Su sonrisa parece brillar incluso más.- ¿Vamos?

Solo logro asentir hacia él mientras miro como dirige su mano hacia mi. Sin pensarlo demasiado, la tomo y nos dirigimos hacia la salida del hotel.

Ha Ni: -¿A dónde vamos? ¿No cenaremos en el hotel?

Seung Jo: -Claro que no. Es nuestra última noche aquí, quiero que sea especial.

Y vaya que ha sido especial. El restaurante es tan bonito y la vista hacia la playa es perfecta. Y si hablamos de la compañía, no hay nadie más con quién quisiera estar compartiendo este momento justo ahora.

Seung Jo es increíble. En estos días he descubierto muchas cosas sobre él. A pesar de tener un semblante serio e incluso parecer bastante antisocial en el instituto, es todo lo contrario. Es inteligente, pero eso no le quita su lado gracioso. Me he sorprendido hablando con él de cosas serias en un momento, para el siguiente hablar de lo más tonto que se le pueda ocurrir. En el instituto casi nunca lo he visto sonreír, manteniendo siempre su imagen de estudiante perfecto, pero junto a su familia parece solo un pequeño chico rebosando de amor.

Beso diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora