Residencia Baek

68 7 3
                                    

Ha Ni: -Pero...- Las palabras no logran salir de mis labios.

Geum Hee: -No te preocupes, Ha Ni. Estoy segura que a Seung Jo no le importará pasar la noche en la habitación de su hermano. ¿Cierto, cariño?

Seung Jo: -Por supuesto, madre.

Al fin puedo respirar. ¿En qué estaba pensando? Por supuesto que la madre de Seung Jo no me empujaría a pasar la noche con su hijo. Siento mis mejillas calentarse ante el pensamiento, pero me obligo a dejar de pensar en aquello.

Seung Jo me acompaña hasta su habitación, insiste en llevar mi maleta, pero no lo dejo. Cuando llegamos, abre la puerta para dejarme entrar, y se apresura a tomar unas prendas de su armario antes de dirigirse de nuevo a la puerta.

Seung Jo: -Te avisaré cuando la cena esté lista. Si necesitas algo, no dudes en avisarme.- Y sin decir nada más, sale de la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

Me siento un poco extraña estando aquí. Me acuesto en la cama y no puedo evitar sonrojarme, de nuevo. Estoy en la cama de Seung Jo. El chico que hace unas semanas me declaró su amor a través de una carta. Mi mente es un caos de pensamientos.

Cuando Seung Jo toca a la puerta, una hora más tarde, me excuso diciendo que no tengo hambre, y le pido que no se preocuparan por mi. Grave error.

Pasan de las 10 y mi estómago comienza a sonar un poco descontrolado. Reviso en mi maleta, agradeciendo encontrar un par de chocolates que había guardado para el camino hacia la Isla. Me apresuro a comerlos mientras observo cada detalle en la habitación. Todo está muy ordenado. No hay mucha decoración en las paredes, solamente un reloj y un par de fotografías de él con su familia. Me acerco a su escritorio y tomo el primer libro que encuentro. Inglés. Estoy a punto de abrirlo cuando unos golpes en la puerta me hacen sobresaltar y tirar el libro. Me apresuro a recogerlo para dejarlo de nuevo en su sitio, pero un sobre cae de entre sus páginas, y mi corazón se agita al mirar mi nombre en él.

Seung Jo: -Ha Ni, ¿estás despierta?- Meto el sobre en el libro y con cuidado de no hacer ruido, lo dejo en el mismo lugar donde estaba.

Después de un minuto, escucho los pasos de Seung Jo alejarse y me permito respirar de nuevo con tranquilidad.

No puedo dormir. Me he pasado las últimas horas pensando en ese sobre. ¿Acaso será otra carta para mi? Cuando miro la hora en mi teléfono me sorprendo al notar lo tarde que es. Me levanto de la cama y camino hasta la puerta, asomándome solo un poco para comprobar que no haya nadie. Salgo sin hacer ruido y me dirijo hasta el baño que Seung Jo comparte con su pequeño hermano.
Después de terminar, me mojo un poco el rostro. Salgo de nuevo con cuidado para no despertar a nadie, y me dirijo despacio a la habitación, cuando escucho una puerta abrirse.

Seung Jo: -¿Ha Ni?- Me detengo de golpe al escuchar su voz, solo necesitaba un par de pasos más para llegar. Me giro despacio y lo observo mirarme. -¿Necesitas algo?

Ha Ni: -Ehm, no. Es solo que no podía dormir.

Seung Jo: -Yo tampoco.- Baja el rostro durante un par de segundos y me mira de nuevo. -¿Quieres un vaso de leche? Tal vez eso te pueda ayudar a dormir.

Durante un instante pienso en rechazarlo, pero mi estómago suena de manera impertinente y lo escucho reír bajo.

Seung Jo: -Espera aquí un momento.- Y se da la vuelta para bajar las escaleras.

Me habría gustado regresar a la habitación, pero en verdad tengo hambre, y un vaso de leche suena muy tentador en este momento. Me siento en uno de los muebles del área común entre las habitaciones y decido esperarlo. Unos minutos después lo veo subir de nuevo, con una bandeja llena de pastelitos, frutas y un par de vasos con leche. Deposita todo en la pequeña mesa de cristal y se sienta frente a mi.

Seung Jo: -Como no tuviste la oportunidad de cenar, me he atrevido a traer un pequeño refrigerio. Espero que no te importe.

Ha Ni: -Gracias.- Es lo único que puedo decir antes de tomar uno de los pastelitos. -Es realmente delicioso. ¿Tu madre lo ha hecho?

Seung Jo: -Si. Es realmente una amante de la cocina.- El amor hacia su madre es evidente en sus palabras. Sonrío y lo veo tomar uno para él. -Estoy seguro que le dará mucho gusto saber que te ha gustado.

Durante unos minutos comemos en silencio, pero no me pasan desapercibidas las miradas que me dedica.

Seung Jo: -Mi padre ha dicho que quieres entrar en la Universidad de Parang.

Ha Ni: -Así es. ¿Tú también?

Seung Jo: -Si. Creo que es una agradable coincidencia.- Sonríe y no puedo evitar hacer lo mismo. Si soy honesta conmigo misma, debo admitir que no me desagrada la idea. -¿Cuál es la carrera que quieres estudiar?

Ha Ni: -Enfermería. ¿Y tú?- Veo como su sonrisa se hace más grande.

Seung Jo: -Medicina.- Dice sin dejar de sonreír.

Después del tercer pastelito y una plática bastante agradable, me siento completamente satisfecha y cómoda. Me ha hecho preguntas de todo tipo. Desde mi color favorito hasta recuerdos de mi infancia. Le cuento sobre lo poco que recuerdo de mi madre y también sobre mis amigas. Él escucha atento cada una de mis palabras.

Seung Jo: -¿Te puedo hacer una pregunta un poco personal? No tienes que responder, si lo prefieres.- Solo puedo asentir y me parece ver un poco de preocupación en su mirada. -Ese chico, Joon Gu, ¿es tu novio?

Ha Ni: -¿Qué?- Río un poco ante semejante idea. -Para nada, es solo un buen amigo.

Seung Jo: -Es bueno saberlo.- Lo veo sonreír de nuevo y mi corazón late un poco acelerado.

Después de otra ronda de preguntas sobre las cosas que me gusta hacer los fines de semana, un bostezo se forma de manera involuntaria entre mis labios. Intento cubrirlo con una mano. Realmente estoy disfrutando de su compañía.

Seung Jo: -Creo que se nos ha hecho tarde. Deberíamos intentar dormir un poco. Mamá me ha dicho que partiremos después del desayuno.- Se levanta y camina hacia mi, ofreciéndome una mano. La tomo sin pensarlo. Su tacto es cálido.

Aunque las habitaciones se encuentran a solo pasos de distancia, me acompaña hasta la puerta, sin soltar mi mano. Cuando al fin lo hace, se acerca un poco más a mí y me deposita un suave beso en la frente.

Seung Jo: -Descansa, Ha Ni.

No me da tiempo de reaccionar, cuando me doy cuenta, la puerta de la habitación de su hermano se cierra haciendo que lo pierda de vista. Entro a la habitación y me acuesto con una sonrisa estúpida en el rostro. Estoy ansiosa porque empiece el viaje.

Beso diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora