Isla de Jeju, parte II

49 9 4
                                    

Ha Ni: -Yo, no se que decir.- Sus palabras hacen que mi corazón se emocione. Había leído más de una vez su carta, sabía de sus sentimientos, pero escucharlo hablar sobre eso se siente diferente.

Seung Jo: -No necesitas decir nada. Solo quería que lo supieras. Me gustas, Ha Ni, desde hace mucho. Incluso podría asegurar que estoy enamorado de ti. Es algo que ya sabía, pero ahora, al estar frente a ti, en este bello lugar, no tengo ninguna duda sobre ello.

No se que decir. Los latidos de mi corazón son tan fuertes que a penas puedo prestar atención a otra cosa. Seung Jo toma mi mano, de repente, y siento que una corriente recorre desde mis dedos hasta expandirse por cada centímetro de mi piel. ¿Por qué esto se siente tan bien?

Seung Jo: -No estoy esperando nada de ti, no te preocupes. Solo quiero estar cerca, y que algún día, cuando estés lista, puedas aceptar mi corazón.

¿Aceptar su corazón? Miro mi mano, aún unida a la suya, y después poso mi mirada en su rostro. Sonríe de esa manera tan perfecta que solo él sabe. Sus ojos me miran fijamente y lo veo acercarse un poco más hacia mi. Por un momento, desvía su mirada hacia mis labios y no puedo evitar sonrojarme, aún más si es posible. Cierro los ojos inconscientemente y estoy segura que me va a besar. ¿Por qué no lo estoy apartando? Puedo sentir su respiración tan cerca de mis labios. Me preparo para sentirlo, pero nada sucede, y entonces abro los ojos de nuevo. ¿En qué momento se apartó de mi? Miro hacia mi mano, ¿por qué la siento tan vacía sin su toque?

Seung Jo: -Se está haciendo tarde. Creo que deberíamos regresar al hotel. No quisiera que tu padre se preocupe.

En silencio caminamos de regreso. Tan cerca el uno del otro, pero sin llegar a tocarnos de nuevo. Siento que mi mano pica, inquieta, deseando tocarlo de nuevo.

Seung Jo: -Gracias, por acompañarme y escucharme. Nos vemos mañana.- Dice antes de dejar un rápido beso en mi frente y dar la vuelta para ingresar a su habitación.
.
.
.
Los golpes en la puerta me hacen despertar, sobresaltada. Miro mi teléfono, pasan de las 10 de la mañana, y me apresuro a abrir.

Papá me mira debajo de esos lentes oscuros que lleva puesto.

Gi Dong: -Buen día, cariño. ¿Has dormido bien?

Ha Ni: -Buen día, papá. De maravilla. ¿A dónde vas?

Gi Dong: -Soo Chang quiere hacer un poco de turismo. ¿Quieres venir con nosotros? Le puedo decir que esperemos un poco para que puedas desayunar antes.

Ha Ni: -Suena increíble, papá. Pero puedes adelantarte con ellos, yo puedo unirme más tarde.- En ese momento veo salir a Seung Jo de su habitación, se ve tan guapo y no puedo evitar sonreír hacia él.

Seung Jo: -Buen día, señor Oh, Ha Ni. ¿Han dormido bien?

Gi Dong: -Es imposible no hacerlo en un lugar tan bello como este.- Sonríe hacia mi y de pronto lo veo quitarse los lentes y girar hacia él. -Tus padres han decidido dar una vuelta en los alrededores. Me preguntaba si tú podrías hacerle un poco de compañía a Ha Ni, aún no ha podido tomar el desayuno y no me gustaría dejarla sola.- ¿Por qué mi corazón se agita cada vez que me imagino estando con él?

Seung Jo: -Con gusto, tampoco he podido desayunar nada. ¿Dónde están mis padres? Tampoco he visto a mi hermano desde que desperté .

Gi Dong: -Están esperando en el lobby. Creo que Eun Jo se unió a ellos desde temprano. Bien, entonces nos vemos más tarde. Cuida de Ha Ni, Seung Jo.

Seung Jo: -Por supuesto.

Papá se despide de mi con un beso y estrechando la mano de Seung Jo.

Seung Jo: -¿Tienes hambre?

Ha Ni: -Mucha.

Seung Jo: -Yo también, ¿Vamos?

Entonces soy consciente de mi aspecto. A penas me desperté y ni siquiera he tenido tiempo de lavarme los dientes. Me cubro el rostro y le pido que me espere antes de entrar corriendo a mi habitación.

10 minutos después, cuando siento que me veo lo suficientemente presentable, tomo un pequeño bolso guardando mi teléfono, cartera y la tarjeta de la habitación, y salgo a encontrarme de nuevo con él.

Ha Ni: -Lo siento, no quería hacerte esperar.

Seung Jo: -No te disculpes, no ha sido nada, y si me preguntas valió la pena, te ves encantadora.- Parece no ser consciente de sus palabras al principio, porque lo veo bajar la mirada un momento antes de sonreír y mirarme de nuevo.

El desayuno termina más rápido de lo que me habría gustado. Y cuando me doy cuenta estamos buscando a nuestros padres y a su pequeño hermano para unirnos a ellos.  ¿Está mal que en el fondo prefiera quedarme sola con él? Para empezar, ¿por qué tengo esta clase de pensamientos ahora? Mi mente es un caos, y si consideramos el hecho de que mi corazón late descontrolado cuando tan cerca de mi, podría decir que a lo mejor me estoy volviendo loca.

El teléfono de Seung Jo suena de repente con una llamada entrante y se apresura a responder. Se aleja un poco y lo miro sonreír mientras habla con quién sea que le haya llamado y después se acerca de nuevo a mi.

Seung Jo: -Era mi madre. Al parecer están más lejos de lo que esperaba y tardarán un poco en regresar. ¿Quieres que te acompañe a tu habitación o tienes ganas de hacer algo más?

Ha Ni: -No quiero pasar todo el día encerrada en mi habitación.- Digo tratando de controlar los nervios y la emoción al haber obtenido lo que quería, estar sola con él. Porque eso es lo quería, ¿o no? Aunque aún no entiendo el por qué.

Seung Jo: -En ese caso, podríamos visitar alguna playa, o el Parque Hallim, creo que no está lejos de aquí. O incluso el Museo de Chocolate.

Ha Ni: -¡El Museo de Chocolate!- Ni siquiera me detengo a pensar en la opciones. Después del café, lo que más me gusta es el chocolate.

Seung Jo sonríe y me ofrece la mano. Me obligo a pensar que es la emoción por visitar el museo, cuando sin pensarlo, en lugar de tomar su mano, lo envuelvo en un gran abrazo.

Beso diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora