Gavin preparaba una taza de café en del departamento de policía, con una expresión relajada y despreocupada. Cuando la cafetera pitó, él tomó su taza y la lleno de café silbando. De repente, sintió unos brazos envolviendo su pecho y un gran y robusto cuerpo pegarse a su espalda.
"¡Ey, ey!".
Gavin casi deja caer la taza del susto, giró su cabeza suavemente y vio el cabello de su compañero caer sobre su hombro y luego sintió un beso cálido en su cuello que le hizo sentir escalofríos.
"Dios, ¿Qué está mal contigo?" Gavin empujó el cuerpo de Nines con su codo y este retrocedió soltando una risita juguetona.
"Estoy en condiciones óptimas, Gavin, no entiendo a qué te refieres".
Gavin rodó los ojos, dejó la taza en la mesada y cubrió su cuello con ambas manos. "Deja de hacer eso, no me beses el cuello, es asqueroso".
"¿Entonces puedo besar tus labios?", el androide de ojos azules se inclinó hacia su rostro para darle un beso, pero Gavin corrió su rostro.
"¡No y no!", negó con rudeza.
"¿Por qué no?".
"Porque no eres tú, eres una clase de ÁLTEREGO de ti, enamorado y loco", le explicó Gavin. "Hasta que te cures o algo así, no puedes besarme ni tocarme ni... no lo sé, romance pornográfico policial".
El androide encogió sus hombros, "Sigo siendo yo...".
"Sí, bueno, puedes acostumbrarte y no queremos eso, ¿Sí?", Gavin volvió a tomar su taza de café y caminó rápidamente hacia la salida de la zona de descanso.
"El problema es que me acostumbre yo... ¿O tú? Siempre dices que no puedo hacerlo porque voy a arrepentirme después. ¿Sabes qué? ¡Yo estoy seguro!".
Gavin hizo oídos sordos a su compañero y siguió bebiendo el café, escuchando a su compañero argumentar porque era correcto si ambos se querían y amaban. Pero Gavin tenía por seguro que Nines no lo quería.
"Yo sí", respondió, como si hubiera escuchado sus pensamientos, "Yo sí te quiero".
"Cállate y mejor ponte a trabajar, tenemos una fugitiva que encontrar".
...
Rosa.
El androide no tenía manera de hacerle entender a ese humano que él sentía amor. Pero... cuando lo veía sonreír, los colores rojos, azules y amarillos giraban tan rápido que se convertían en un rosa intenso. Casi tan intenso cómo el torbellino de emociones en su interior.
Sentir no es fácil y a la vez lo es tanto: qué fácil era mirarle de más, fijamente o de forma fugaz; que fácil es extender su mano un poco más para tocar por accidente la suya.
Y qué difícil era aceptar, para Gavin, que quería que ese rosa salpicará un poco más sus ojos de destellos. No es fácil sentirse amado, o siquiera aceptarlo. Por eso creo ese plan de buscarle alguien más.
Creía que sería sencillo, de hecho: su compañero era muy atractivo, aunque un poco rígido, pero haría que se soltase un poco. Haría que se enamorara de alguien más, que ese rosa se activará con los ojos de otro hombre.
Entonces descargó una app de citas en su celular e invitó a su compañero después del trabajo. Aunque Nines se había puesto una sonrisa tímida con su invitación, acepto. Y cuando llegaron a su departamento, Gavin tomó los hombros del androide y lo tiró contra el sillón.
Sin darle tiempo a fantasías por la extraña situación, Gavin desbloqueó su celular y se lo entregó al androide: "Ten", pero este no respondió y solo lo miró a los ojos, confundido.
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Enamórate de alguien más
Fiksi PenggemarUn virus llega a Detroit con la última actualización para los androides. En consecuencia, Nines se enamora de Gavin y ambos deben encontrar la manera de que Nines lo supere.