☆ ❝ Secret Alpha ❞ ☆

⚘ 02 ⚘

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HyunJin llevó a su cachorro hacia el departamento, ayudándose con la correa para llevarlo y no soltarse en el camino. Aunque Jisung era un cachorro muy bien portado, no se había soltado ni había tirado baba en el camino.

─Nuestro hogar es el departamento dieciséis y si algún día te pierdes debes aprender el camino, no quiero que nadie más te robe porque eres un cachorro muy lindo y eres mío─ asintió con una sonrisa, acariciando las orejas peludas de su mascota.

"Tú también eres lindo y eres mío" Respondió el lobo en sus pensamientos, batiendo su cabeza rápidamente.

─Y voy a soportar hasta tus pulgas, ¡Oh! ¿Tienes pulgas?─ ladeo la cabeza, frunciendo su nariz ─Mhm creo que voy a llevarte a una clínica para que te den tu servicio todas las semanas y así puedes dormir en mi cama.

El oji-café asintió, moviendo sus patas un tanto impaciente.

HyunJin sonrió aún más, abriendo la puerta de su apartamento para dejar entregar al animal en su nuevo hogar.

─Mira... es algo pequeño y desordenado pero prometo mantenerlo limpio para que tú y tus patitas se sientan cómodas. Además casi nadie viene a visitarme así que puedes ser libre en todo el lugar, estoy sólo casi siempre si omitimos a mamá.

Jisung pensó unos segundos, él no había pensando en la posibilidad que el rubio tuviese una pareja pues, humana.

Gruñó un tanto celoso de pensar que su omega tenía pareja, tendría que averiguar por su cuenta.

─Y seremos tú y yo, solo debo salir por las mañanas al trabajo y luego volver contigo─ asintió de nuevo, soltando el collar de la correa dejando libre a su mascota.

El lugar era pequeño pero de igual manera no habían muchos muebles pero sí un pequeño espacio en donde podía echarse su mascota, con juguetes mordisqueables y su pequeño colchón para poder dormir cómodamente.

─También tenemos ropita para que te pongas, no pensé que fueses un perro tan grande... pero voy a tratar de buscar.

HyunJin no pensó que la mascota que adoptaría fuese tan grande, creyó que realmente era un cachorro de un año o algunos ocho meses. El rubio calculaba que era de al menos cuatro o cinco años de edad, igual era muy amigable y dulce.

El rubio paseo sus dedos sobre el hocico el perro, mirándolo con una mueca ─Eres muy grande, cachorro.

Su hocico era más grande que la palma del chico, si así estaba su hocico no quería ni imaginar como estarían sus dientes.

Sus patas también eran muy grandes al igual que sus garras, además sus orejas eran enormes. Sus ojos eran café oscuro, su mirada era intimidante y penetrante.

─Está bien cachorro, um... vamos por algo de comer ¿Si?─ dijo en voz baja, comenzando a dudar sobre la raza del animal.

El oji-café asintió, caminando detrás del rubio con cuidado de no asustarlo más.

"Muchachos estos de ahora, son tan miedosos" pensó el mayor, batiendo felizmente su cola "Aunque no te culpo, a tu edad le tenía miedo a los besos de mi tía, joder ella era tan empalagosa, señora loca ¡Jesús!" Dijo así mismo, recordando a su fastidiosa tía lejana. Por lo menos no tendría que verla en muuuucho tiempo.

Aunque quizá extrañaría a Jeongin, era su mejor amigo desde siempre y claramente iba a extrañarlo en algún momento pero estaba seguro que el chico de los hoyuelos lindos era el amor de su vida.

Sabía que HyunJin no podía escuchar lo que pensaba hasta que lo marcara y lo convirtiera en omega, su omega.

El rubio estaba centrado en buscar la comida para su nueva mascota, había investigado que los husky eran muy delicados a la hora de comer así que tendría cuidado al darle los ingredientes en las comidas.

Y por otro lado el lobo quería volver a probar las croquetas, tenía una pequeña obsesión por ellas desde que las probó y sabían muy bien.

Ese gusto por las croquetas comenzó desde que Jeongin me obsequió un paquete en uno de sus cumpleaños en forma de broma, las probó y quedó fascinado con ellas. Claro que Jeongin le dijo varias veces que era asqueroso pero a él le fascinaban esas croquetas.

─Umm... Jeongin dijo que las croquetas son tus favoritas así que he comprado varios paquetes para ti─ dijo el menor con una sonrisa, subiendo a un pequeño banco cerca del mueble de cocina para alcanzar los paquetes con comida.

Al encontrarlo lo tomó en sus manos, bajando del banquito con ayuda de un pequeño brinco.

Jisung batió felizmente su cola, esperando por las deliciosas croquetas.

Aunque si pensaba que Jisung es raro al comer croquetas, hay que tener en cuenta que se hace pasar por un perro para conocer a su destinado.

El chico rubio se puso en cuclillas a su lado para tomar el plato canino para poder poner en él, toda la bolsa de croquetas, la necesitaría. Se veía que el animal comía demasiado así que estaría preparado al alimentarlo, aunque él pensaba que había algo en ese perro que no era del todo normal.

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