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─¡Ayúdame a levantarla!─ Chilló el humano con preocupación en su voz, su madre se había desmayado por la imprudencia del castaño

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─¡Ayúdame a levantarla!─ Chilló el humano con preocupación en su voz, su madre se había desmayado por la imprudencia del castaño.

Jisung hizo una mueca, levantando a la mujer en el sofá ─Ay perdón, se me salió.

HyunJin lo miró mal por unos segundos, tomando su rostro con ambas manos ─¿Ahora qué le diré?

─Según yo los hombres lobo para los humanos eran solo historias, pero nadie creía en ellos.─ murmuró, mirando a la mujer inconsciente sobre el sofá ─Seguro despertará en minutos, no creo que esté muerta ¿O sí?

─¡Cállate Jisung!─ soltó otro chillido, descubriendo su rostro antes de verla ─Está viva, solo está inconsciente así que tenemos que esperar a que despierte para explicarle tu estúpida frase, ¿No podías esperar? Yo tenía planeado decirle y explicarle todo, no está bien que le digas las cosas así a cualquier persona por dios.

El castaño suspiró, cerrando los párpados ─Y no le dije nada malo, además que sensibles son los humanos.

─Ni siquiera voy a responderte─ murmuró con la mandíbula tensa, mirando a su madre mientras esperaba que volviera a estar consciente.

Y para esto tardó quince minutos en volver, despertando desorientada al ver a ambos chicos en la sala.

Miró primero a su hijo, luego al castaño de ojos cafés.

HyunJin se quedó en silencio, procesando lo que iba a decirle a su madre para tranquilizarla.

Okay, tampoco era tan fácil decirle a tu madre que vas a unirte con un hombre lobo, te hará su omega, te dará sus cachorros y serás parte de una manada.

"Respira HyunJin, uno, dos, tres" Pensó el menor, mordiendo sus mejillas internas al estar nervioso.

Quizá no sería tan malo contarle, pero... ¿Quién iba a creer su historia? Fue rara a decir verdad, no todos los días un cambia forma entra a tu hogar fingiendo ser un perro husky, además tiene una estúpida obsesión a las croquetas de perro.

─Mami, estás bien─ se atrevió a decir una vez, acariciando las manos de su madre.

Soojin se quedó en silencio unos segundos, pero luego de éstos habló ─T-tú eres un hombre lobo─ señaló al castaño.

El rubio hizo una mueca, su madre iba a tomarlo muy mal─ No mami, Jisung es... está estudiando para ser escritor, así es, solo es una de sus historias así que no le hagas caso.

─Sí, disculpame señora pero también estoy estudiando para ser actor, estos colmillos son solo accesorios para la obra en la que HyunJin participará junto conmigo─ apoyó el castaño, sonriendo al buscar la manera de acercarse más al menor.

HyunJin lo miró mal, frunciendo levemente la nariz─Ah-ah sí, exactamente ambos vamos a participar en la obra así que para eso son sus colmillos, nada de que preocuparse.

Y así, tuvieron que explicarme media hora sobre su falsa obra de la universidad.

Estaban salvados, esta vez.

Luego de ese momento incómodo pasara, la castaña se fue a su hogar dejando a ambos adolecentes sólos, no sin antes decirles que podían contar con ella para cualquier cosa.

Dando besos insistentes en las mejillas de su hijo y revueltas de cabello hacia Jisung.

Sinceramente era agradable, pero se veía muy protectora con el rubio.

Así que decidieron esperar un poco más para explicarle todo lo que iba a suceder con ellos, quizá luego que el cortejo terminase lo harían o algo así.

Por el momento decidieron estar tranquilos y dejar el asunto de pareja entre ellos, no era necesario involucrar a sus familias en su vida, al menos no todavía.

A diferencia de la familia de Jisung, Soojin fue buena persona con el castaño y claro, los humanos eran más amables y menos mandones. Eso le gustó al castaño, quizá conviviendo más con ellos aprendería a tratar a su omega como se lo merecía.

HyunJin se merecía cada cosa bonita del mundo y él iba a dársela, pase lo que pase, aprendiendo de todos sus errores y disculpandose al darse cuenta, siendo atento a los sermones que el rubio le daba cada vez que metía la pata.

Ya encontraría más maneras para seguir el cortejo, por ahora solo le daría mimos hasta que se pusiera feliz y ronroneara como un gatito, tan bonito como siempre.

Ya encontraría más maneras para seguir el cortejo, por ahora solo le daría mimos hasta que se pusiera feliz y ronroneara como un gatito, tan bonito como siempre

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