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Antes de cruzar el siguiente pasillo se detuvo, escuchó unos gruñidos al otro lado, además de un sonido de algo crujir. Se giró para señalar a la enfermera de que no hiciera ruido, revisó y pudo ver al menos tres de ellos devorar lo que quedaban de algunos estudiantes. Posiblemente no se transformen porque eran más restos que cadáveres. Tenía varias teorías en mente, pero tenía que verificar con que trataba.

Se colocó de cuclillas y tomó el zapato de un estudiante, puede compadecerse de la chica, la chica, solamente tenía la mitad de su rostro, su lengua había sido arrancada de su garganta. Además de que tenía ambos brazos mutilados, la bilis empezaba a subir. Pero tuvo que mantenerse fuerte.

Evitar inhalar lo mejor posible por su nariz, el olor a hierro lo estaba mareando. Una vez con el zapato ensangrentado en su mano, miró sus opciones. Estaba al descubierto, podrían verlo si su teoría fallaba, pero como eran muertos recientes. Posiblemente sus funciones o en su mayoría estuvieran apagadas.

Miro por el rabillo del ojo a la mujer, estaba fuertemente presionada contra la pared y parecía que en cualquier momento se derrumbaría. Tenía que hacerlo por ella, finalmente se puso de pie, observo más allá de ellos. Relativamente estaban a pocos metros de la puerta del despacho del director. Tomando una gran bocanada de aire. Fortaleció sus nervios, arrojó el zapato sobre ellos, al momento en que la punta de este tocó el suelo. Los cadáveres dejaron su festín de lado, como si fueran bestias, se arrojaron hacia el sonido. Gruñendo mientras giraba bruscamente a su alrededor, en busca del causante. Uno de ellos miró a su dirección, chasqueando los dientes. Se tenso durante un momento, pero tuvo que sostener su aliento cuando este se giró para gruñir a otro cadáver que estaba a su lado.

Con pasos lentos, fue hacia la mujer tetona, la cual lo estaba esperando con lágrimas en los ojos. Miro hacia abajo, más específico sus pies. Llevaba tacones altos, se arrodillo para que Shizuka colocase su pie sobre su rodilla, la mujer no entendió cuando Naruto le empezó a quitar su tacón del pie derecho.

"¿Qué haces Naru?"-Susurro lo más bajo posible, Naruto había sido muy silencioso hasta ahora, ella tenía que seguir su ejemplo. Cuando su pie desnudo tocó el frío suelo, un gran escalofrío recorrió su cuerpo. Evitó la sangre derramada lo mejor posible.

"Tus tacones... Hacen demasiado ruido al pisar"-Murmuró, apenas audible, Shizuka hizo un gran esfuerzo para escucharlo sobre los gruñidos al otro lado del pasillo. Al retirar el segundo tacón, este repentinamente se quitó sus tenis deportivos.- "Ven, levanta tu pie"-Dijo mientras alzaba su propio tenis.

Shizuka hizo caso, al menos tenía sus medias para sentirse menos incómoda. Pudo ver que el chico estaba en calcetines, estaban ya estaban empañados de sangre fresca. Iba hablar, pero este solamente hizo nuevamente esa seña. Con cuidado, tomó su mano y empezó a caminar hacia la oficina del director.

Estando en la puerta, esté toco dos veces, apenas provocó un sonido. Aun recordaba lo que le pido a Kyoko, este no era el momento para maldecir, miro a los cadáveres vivientes, estos estaban demasiado cerca. Atacarian a la primera oportunidad, Shizuka no era del tipo corredor. Así que con el corazón en la mano, hizo un acto estupido.

"Shizuka, cuando Kyoko-Sensei abra la puerta, no abran a menos de que estén seguras de que sea seguro abrir."-Habló con seriedad, hizo un último vistazo a los cadáveres.

"¿Qué harás?"-Preguntó un poco alarmada, sabiendo de las tendencias heroicas del chico.

"Algo tonto"-Sonrió un poco, se preparo mentalmente, tenia memorizada la escuela, era su parque de diversión personal, cada pasillo lo recorrio cientas de veces. Toco varias veces y más rápido.- "¡Kyoko, abre la puerta!"-Habló un poco más alto, los cadáveres ya lo tenían localizado.- "¡Deja entrar a Shizuka!"-Pidió mientras se lanzaba hacia ellos, silbando en el proceso, el sonido de gruñidos se hizo más fuerte. Pasos repentinos sonaron entre las demás aulas.

Caminando entre MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora