ocho

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Yo quiero una cerveza. Para Zayn... ¿Podrías preparar una margarita? ¿Tenemos las cosas como para hacerle una? —cuestionó Liam, quien había entrado a la cocina de los Styles. Platicando con Harry. El festejo de cumpleaños de Kelsey había dejado un espacio para que todos los amigos jóvenes de la familia tuvieran su intimidad. Hasta Niall, el amigo comodín había asistido.

Qué considerado, saber el cóctel favorito de Zayn.

Es mi esposo, vivimos... juntos. Literalmente tenemos una relación —Liam se sonrojó, viendo a otro lado que no fuera la expresión cómplice de Harry— sería raro que no conociera cuáles son sus preferencias de alcohol...

Eso sí que-

O como prefiere sus hot cakes. O su lado favorito para dormir, que en la mañana prefiere un té sobre un café o que cuando duerme puede tener conversaciones enteras consigo mismo y al otro día ni recordar... los básicos.

Harry ni se inmutó en responder nada, solo preparó la margarita y se acompañó con Liam hasta el comedor, donde ya estaba lista la comida.

Liam se había sentado al coraje de Zayn y aprovechaba cualquier cosa para hablar con él. Le preguntaba cosas sobre la comida, bebida, de su día. Recargaba su cabeza en su hombro y el otro volvía con delicados besos en su frente. El resto del mundo parecía involucrado en aquello y simplemente sonreía o se tiraban miradas señalándoles. La parejita de enamorados.

En una de esas, Zayn estiró su brazo para tomar la cintura de Liam y permanecer así durante toda la conversación. El otro estaba emocionado, apegado y dependiente. Todos esos gestos eran de amor y lo sabía. Ambos lo sabían.

Casi en el ocaso de la fiesta, había una fila para el baño de la que Liam era el anfitrión, ya ebrio. Zayn se había adelantado a encender el automóvil para permitir que el motor se calentara y garantizar un buen camino. —Z-Zayn es mi esposoHIP yo estoy muy seguro que si no nos hubiéramos casado aunque fuera de mentiraHIP y no tuviera a alguien espectacular como loHIP es élHIP hoy sería un día muy distinHIP distinto para mi... —el hipo que produjo el alcohol en su cuerpo no le dejaba ni hablar.

Sisisí abuelita, ya vámonos. Ya vámonos. Su señor esposo le está esperando en el automóvil y le va a llevar a su cama donde podrán tener un buen sexo penetrativo de verdad, no como su matrimonio y descansar por el resto de la noche —Niall le cargó de los brazos para llevarle hasta la puerta del coche donde Zayn se había quedado dormido.

Muerto de pena, Niall aceptó ser el conductor designado y llevó la parejita hasta su casa. Les quitó las playeras, arrojó en su cama, tomó una pizza fría que estaba en el refrigerador y pidió un taxi para regresar en casa de Harry, donde el cuarto de huéspedes llevaba su nombre.

Sin pensarlo, los esposos y su magnetismo natural les hizo dormir abrazados. Algo ya indispensable para el descanso de todas las noches. La cruda del otro día sería un tema aparte. 

amor falsificado - ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora