amor falsificado - ziam

seis

Liam encendió las velas, el departamento estaba en su iluminación más tenue. Zayn no había llegado de la Universidad y su madre ya estaba en la mesa. Habían preparado un estofado, puré y una ensalada de verduras. La conversación sobre Kelsey había aguantado poco antes de ponerse al día con todo lo que había sucedido.

— Siempre se supo que tu tía Margarita se quedaría sola. Tantos gatos que adoptó. Nunca presentó ningún novio. O novia. O novie, como les dicen ahora.

— Tal vez prefiera la soledad. Muchas veces hay que tomar decisiones por el favor de alguien más, ¿no es la tía Margarita la que cuida a la abuela en Wostercher?

— No podemos culpar a mi santa madre de que tu tía sea pésima en la cama.

El más joven soltó una carcajada nerviosa mientras servía delicadamente el vino. Todas las reacciones habían sido positivas. En primera, a su madre le había gustado el departamento. Cómodo, buena ubicación, linda vista, espacioso. No se parecía para nada a la finca familiar pero para la edad de Liam era algo permisible. En segunda, saber que su hijo se dedicaba a la filantropía le encantó. Por fin, alguien de la familia tenía que hacer el bien por el mundo.

Pero el aspecto de su matrimonio y su hija no había forma decente para explicarle. Sabía sería una sorpresa.

— La vida en Estados Unidos es muy distinta... mamá. Hay muchas... muchas... —buscaba la palabra en su mente— libertades que nos podemos dar.

Un auto se aparcó. Zayn había llegado.

— Quiero que sepas que sigo siendo tu hijo, a pesar de todo. Y me pone muy nervioso decirte esto p-pero... no tengo esposa. Ni hija. Bueno, hija sí. Pero esposa no.

Zayn abrió la puerta de la entrada, que quedaba al frente del comedor. A solicitud de Liam, había llegado en un traje formal casual que remarcaba mucho los músculos de sus brazos y su pecho. La mujer se quedó perpleja cuando entendió. Disimulada y desconcertada, saludó y le abrazó.

— Señora Payne, Liam me ha platicado muchísimo de usted. Es un gusto por fin conocer a la Duquesa en persona.

— Eso hace a uno de nosotros consciente sobre la existencia del otro, ¿Doctor? Malik.

— Próximamente doctor. Por el momento soy estudiante. Cardiólogo, como mi padre. El tiempo y mis calificaciones lo dirán.

— ¿De dónde son tus padres? —en un vaivén de preguntas y respuestas la Duquesa conoció a fondo a su nuevo hijo y quedó encantada. Al finalizar la noche, cuando un taxi había llegado por ella para llevarla a su hotel. Tuvo un momento a solas con su hijo.

— ¿Nos veremos mañana?

— Creo que tomaré el primer vuelo a Londres, tengo muchas cosas que platicar con tu padre —murmuró— Liam. Te quiero mucho y te apoyaré en todas las decisiones que tomes. Solo quiero que cualquier cosa que veas para tu futuro, no te haga daño. Y no vaya a cohibir tu libertad. Mucho menos romper tu corazón.

— ¿A qué te refieres, mami?

— El tiempo, las coincidencias. Algo no me cuadra. No quiero pensar que las cosas hayan sido muy apresuradas pero si así fueron... cuídate mucho, bebé. Tu vida merece mucho más que tomar una decisión tan importante como lo es el matrimonio a la ligera —le besó la mejilla y se fue. Liam se quedó pensando por un par de minutos.