Anywhere, I would've followed you: Parte 1

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21/junio/2005

Muere joven de 19 años, un herido en accidente automovilístico en el Norte de California. Dos hermanos de Avalon, Santa Catalina, conducían el viernes por la noche cuando su automóvil estuvo involucrado en un accidente en Castaic, California, dejando a uno de ellos muerto y el otro gravemente herido.

La policía de Castaic,  dice que respondió justo antes de las 8 p.m. a los informes de un accidente automovilístico grave en la interestatal 5, se encontró un camión con cargamento de varilla en la carretera y un Nissan impactado ante el cargamento.

Dos conductores y un pasajero fueron trasladados al Hospital de Rhode Island para recibir tratamiento, dijo la policía.

El pasajero de Nissan, identificado como Reece Scott Lee, de 19 años, murió en el impacto. Su hermana menor Monica Scott Lee, de 10 años, sufrió heridas graves y se encuentra en estado crítico, dijo la policía.


Acarició la correa de su reloj, no sabía por qué lo hizo, pero siempre terminaba encontrando cierto confort en recorrer cada costura en la desgastada correa. Sus ojos recorrieron el lento movimiento de las pequeñas manecillas que indicaban que su vuelo estaba a punto de despegar. Su antebrazo descansó sobre la ventanilla del avión. Cerró sus ojos e inclinó su cabeza sobre el respaldo. Disfrutó el silencio y el asiento vacío a su lado.

Ese día se sintió a la expectativa,

Se estremeció tan solo de recordar su destino, el entusiasmo era de su madre, no suyo, pero de alguna forma buscaba poder lograr sentir ese pequeño sentimiento de felicidad del que le había hablado su madre.

<<—Tal vez encuentres la paz que llevas buscando por años. —le susurró su padre—. Huir de ahí fue nuestra salvación en ese momento, te arrastramos ante nuestra negación, alejándote de cada uno de tus recuerdos.—la tomó de su mano, logrando que su hija lo mirara directamente a los ojos, una sonrisa con un deje de nostalgia se asomó entre las pequeñas arrugas de sus pómulos. Ella pudo identificar la sinceridad en su padre, pero había un deje de dolor en sus ojos, algo que había visto desde hace años en los rostros de sus padres, como si fuera parte de ellos hasta el final de sus vidas—. Es momento de que puedas tomar libremente tus decisiones. Nos costó entender que tienes 28 años, que no podemos pasar media vida tras de ti tratando de protegerte.

—Aún puedo recordar esa pequeña tienda llena de papalotes —respondió también en susurros mientras sonrió brevemente.

—¿Qué hay de ese helado de chocolate lleno de nueces y malvaviscos? —parece ilusionado con tan solo mencionar el helado por el cual iban cada domingo.

—Prometo comprar dos helados en cuanto ponga un pie ahí.

—Sé que lo harás —dejó un leve codazo sobre su vientre, la tomó de sus hombros y suspiró ligeramente—. La casa es completamente tuya, es tu proyecto, puedes hacer lo que quieras con ella —le recordó—. Sé que amas esa casa tanto como lo hizo Reece, así que hazlo sentir orgulloso —guiñó su ojo—. Esa pequeña casa del árbol que construyeron debe de estar hecha un desastre, pero tienes parte del verano y otoño para reconstruir todo.

—Es una locura, papá.

—Demuestra que eres una de las mejores en diseño de interiores. La casa no se está cayendo a pedazos. ¿Recuerdas a la mejor amiga de tu mamá? —no tuvo que hacer el mínimo esfuerzo para recordarla. Sabía a la perfección a que mujer se refería, logró recordarla con una sonrisa—. Nunca han perdido la comunicación, cada cierto tiempo va a la casa para cerciorarse que todo está bajo control ahí. No está en condiciones para que llegues a dormir.

En medio de mis miedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora