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SEHUN


Su gato Tobben se pavonea todo derecho cuando entramos en la casa. Es grueso y esponjoso, como una almohada peluda que se teje entre mis tobillos y maúlla a ChanYeol.

—Tengo tus golosinas aquí— ChanYeol le grita y lo lleva a la cocina.

La casa es pequeña, acogedora y ordenada. Esta área fue construida en los años cincuenta, y la casa de ChanYeol todavía tiene el mismo aire de mediados de siglo. La pequeña cocina tiene un frigorífico antiguo, de esos con tirador. Pero ChanYeol ha cubierto la ventana con plantitas y sus toallas de mano tienen gatitos bordados.

—Come. Esta es una comida súper elegante— ChanYeol coloca las sobras en su cuenco y él no pierde el tiempo buscando.

Cuando se pone de pie, me da una dulce sonrisa. —Siempre tiene hambre

—Puedo ver eso— Cierro el espacio entre nosotros. — No es el único— Reclamo su boca sin pensarlo, sin permiso, pero con la forma en que se aferra a mí, sé que no quiere que me detenga. Entonces no lo hago.

Apoyándolo contra el mostrador, lo levanto y lo siento junto a su frasco de harina.

Entrelaza sus manos alrededor de mi cuello mientras yo inclino su cabeza. Suave y cálido, se inclina a mi voluntad, su lengua bordeando a través de la mía mientras profundizo el beso. Este tipo de necesidad nunca ha ardido dentro de mí, pero ahora es un infierno. Su olor, su sabor, la forma en que hace pequeños ruidos lindos cuando lo toco, su bondad pura. Lo devoro todo, besándolo hasta que se queda sin aliento.

Alejándome, me obligo a controlar mi deseo de ser un buen alfa por una vez. ¿Por qué este Omega? ChanYeol se merece lo mejor de mí. Y no le daré nada menos.

Me apoyo en los armarios detrás de ChanYeol, enjaulándolo con mis gruesos brazos. —ChanYeol— Lo miro a los ojos. —Permíteme ser lo más honesto que pueda. Te deseo. Todo tú. Quiero hacerte correr tan fuerte que veas estrellas. Y quiero enterrar mi nudo tan profundamente dentro de ti que no puedas decir dónde termino y dónde empiezas tú.

ChanYeol toma aire y sus pupilas se dilatan. —Oh— Su boca forma un círculo rosa, uno para el que tengo muchas ideas.

—Pero no haré ninguna de esas cosas a menos que tú también digas que las quieres— Me inclino más cerca hasta que mis labios están en su oído. —Todo lo que tienes que hacer es decir que sí, cariño, y te daré todo lo que tengo. Haré que se sienta tan bien solo para ti. Solo para ti

ChanYeol deja escapar un suspiro tembloroso cuando me aparto y me encuentro con su mirada de nuevo. Su lengua sale y se moja los labios.

—Yo, bueno… yo…— ChanYeol me da un pequeño asentimiento. —Si.

Eso es todo lo que necesito. Con un rápido movimiento de mis brazos, lo levanto y lo llevo por el corto pasillo hasta el dormitorio, mi boca se une a la de ChanYeol mientras avanzo. Me aprieta fuerte, su cuerpo tan presionado contra mí que puedo sentir sus duros pezones suplicando por mi lengua.

Lo colocó sobre la colcha rosa y luego me arrodillo frente a ChanYeol. —Necesito verte, dulzura. Todo de ti—Deslizando mis manos por sus piernas, masajeo sus cálidos muslos mientras busco el botón de sus pantalones.

—Nunca he... — Se agarra a la cobija cuando alcanzo sus suaves boxers de algodón.

—¿Nunca?— Engancho mis dedos a los lados y los tiro hacia abajo lentamente, quitándole los zapatos mientras lo libero de los pantalones y una vez que tengo un buen vistazo de sus pálidas piernas me aventuro bajando sus boxers. Mis ojos en los de ChanYeol, llevo la tela a mi nariz e inhalo su aroma.

𝚖𝚢 𝚑𝚎𝚛𝚘'𝚜 𝚜𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝 || 𝐬𝐞𝐲𝐞𝐨𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora