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CHANYEOL

—Tobben, ¿qué te pasó?— Empujo el pecho de SeHun para liberarme de su agarre, pero él no me deja ir.

—SeHun, es realmente él. Mi Tobben— Las lágrimas corren por mi rostro. No puedo creer que esté vivo. Pensé que nunca volvería a verlo.

—Dulzura, tus lágrimas me están matando.

—Tú eres el que sabe mucho sobre matar. Unas pocas lágrimas no debería ser nada si lo que vi en el invernadero fuera una indicación de la cantidad de conocimiento que tienes sobre el tema— Intentó sonar cortante, pero sale una broma.

—Libérame — Ahora sueno como un príncipe en una torre dando órdenes.

De cualquier manera funciona, pero no antes de que SeHun me bese las lágrimas de las mejillas. ¿Cómo puede ser tan dulce un asesino mortal? ¿Cómo puedo quererlo tanto? Le estaba rogando hace solo unos momentos, este hombre que se ha cobrado innumerables vidas.

Una vez que me vuelve a poner en pie, me apresuro a levantar a mi bebé peludo. Beso la parte superior de su cabeza y le doy un silencioso gracias. Estaba a punto de caer en la cama con SeHun. Tobben me salvó. Siempre que SeHun está involucrado, parece que me olvido de todo. Tobben ronronea en mis brazos. Le doy más besos. —Mírate. Estás tan delgado. No pesas tanto como antes.

Me vuelvo para mirar a SeHun. —¿No lo has estado alimentando?

—Come mucho. Puedo prometerte eso— Se acerca y acaricia a Tobben, pero esconde su rostro en mi cuello.

—Él sólo quiere mi atención— resopló y luego voy por el pasillo hacia la cocina para encontrar algo comer para Tobben. —Te traeré un pequeño refrigerio para abrazarte hasta que sea hora de comer— Sigo acariciándolo. Estoy tan aliviado de que esté aquí y vivo.

Después de todo, fue mi primer bebé.

—Estás hambriento, ¿no? ¿Quieres las cosas buenas?, ¿no es así?— acaricio su cálido pelaje mientras su máquina de ronroneo acelera aún más. Los últimos meses fueron muy sombríos, pero todo aquí es brillante y suave y me llena de alegría.

SeHun me sigue. Sé que no me va a perder de vista. Voy a tener que fingir molestia, porque tampoco estoy seguro de quererlo fuera de la mía. Lo extrañaba mucho. Traté de luchar contra la atracción y el amor que brotaba dentro de mí, pero sentirlo contra mí de nuevo hizo que todo regresara. Sé que no podré aguantar mucho.

Cuando entramos a la cocina, mis ojos casi se salen de mi cabeza. Me quedo ahí en estado de shock. Parece el sueño de un repostero. Tiene hornos dobles que están llamando mi nombre, queriendo que haga deliciosos manjares en ellos. Dios, podría hacer tantos pastelitos a la vez.

—¿Te gusta?— SeHun pregunta, caminando hacia el refrigerador gigante y sacando leche de fresa. Había sido mi pequeña adicción, pero eso fue antes de quedar embarazado. Mi pequeño no parece ser un fanático.

—Ya no me gusta la leche de fresa

Me mira fijamente por un momento. Supongo que piensa que estoy tratando de ser difícil.

—¿Qué te gustaría entonces, Dulzura?

—Zumo de naranja

Vuelve a poner la leche y toma un cartón de zumo de naranja. —¿Hay algún otro cambio que deba saber?

Él vierte el vaso mientras dejo a Tobben en la isla gigante.

—No me gustan los asesinatos en el invernadero

—No hay invernadero— Deja el jugo frente a mí, probablemente pensando que ha ganado esto de ida y vuelta. Lo ignoro y camino alrededor de la isla para crear espacio entre SeHun. Un toque y estaré perdido.

𝚖𝚢 𝚑𝚎𝚛𝚘'𝚜 𝚜𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝 || 𝐬𝐞𝐲𝐞𝐨𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora