Capítulo 22

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Escrito en colaboración con malfxyprince

Capítulo 22
Entre tus brazos
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Dios...gracias.

Hacía tanto no estaba acostumbrado a despertarse acompañado.

Aziraphale todavía estaba dormido, con el cabello enredado en la cara. Sas pestañas eran como abanicos de seda en sus mejillas y la sábana gris pálido que le cubría el cuerpo dejaba al descubierto uno de sus pechos, como si lo estuviera tentando a saborearlo.

El amanecer atravesaba el cielo con lazos de rosa y oro, convirtiendo la luz oscura en un tono lavanda claro. Crowley se apoyó en su codo y lo miró. Le apartó un mechón de pelo con las yemas de los dedos y luego se inclinó para besarle el hombro desnudo.

Aziraphale suspiró y se movió instintivamente hacia él. Se habían tomado el uno al otro durante toda la noche. Despacio, deprisa todos los estados y intermedios. Crowley parecía no poder saciarse nunca de él. Cada contacto alimentaba la necesidad de más. Cada clímax le hacía sentirse más excitado.

Su aroma. Su sabor. Crowley inclinó la cabeza y besó el cuello de su ángel sintiendo cómo este se despertaba. Aziraphale le pasó los dedos por el pelo, le sostuvo la cabeza y jadeó.

—Buenos días.

Crowley sonrió contra su lechosa piel y luego levantó la cabeza para mirarlo. Aún a primera hora de la mañana con el pelo revuelto por el sexo y el sueño, era lo más bonito que había visto en su vida.

—Ahora sí lo son— dijo Crowley colocándosé sobre él.

—Debo dar una vuelta a los niños

—Tranquilo, ellos siguen durmiendo

Crowley cubrió su cuerpo con el suyo, aún estaba demasiado adormilado para pensar con claridad, le abrió los muslos y se deslizó en su interior antes de que él pudiera tomar aire.

El calor le recorrió las venas mientras veía cómo Aziraphale lo tomaba. Instintivamente cerró los ojos brevemente dando un suspiro y luego volvió a abrirlos clavando la mirada en la suya. Y entonces el ritmo los atrapó, los sostuvo. En el suave silencio de la madrugada, Crowley vio sus ojos brillar con el tipo de calor que lo encendía todo en su interior.

Aziraphale alzó las piernas y con ellas  rodeó su cintura, empujándolo más profundamente en su interior. Crowley sentía el miembro de su ángel contra su abdomen.

Con sus miradas entrelazadas, se miraron el uno al otro mientras el final se precipitaba sobre ellos. La luz de la mañana brillaba y a Aziraphale le echaban chispas los ojos.

—Vamos— susurró él controlando su propia necesidad para poder verlo estremecerse primero —Termina y yo te sigo...— dijo jadeante.

Sus testigos golpeaban las nalgas de Aziraphale de una manera grotesca. El sonido del golpeteo era tan obsceno que los alentaba a más y más.

¿Cómo era posible que sólo con sus embestidas tocara el cielo? Azi arqueó la espalda y cerró los ojos sintiendo su cuerpo cayendo por un abismo de placer.

—Oh querido, sigue, sigue.— suplicaba en un susurro —Me lo haces tan bien

Le clavó las uñas en la espalda y gritó su nombre mientras permitía que la explosión interna se apoderara de él.

Crowley sintió su placer como si fuera el suyo propio. Sintió el líquido caliente de Aziraphale escurriendole por el abdomen provocandole alcanzar uno de los más deliciosos orgasmos mañaneros.

Hipotéticamente {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora