Juntos por necesidad- JIMSU

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No saben cómo es que aceptaron, pero ahí estaban los dos sentados en los sillones de la casa de Jimin uno en frente de otro matándose con la mirada, mientras esperaban que sus madres terminarán de hablar.

- Entonces este es el trato, los dos se irán a vivir juntos en una casa que ya nos encargamos de rentar para el día que llegue su celo pase lo que tenga que pasar, seguirán viviendo juntos durante el embarazo y los primeros meses de vida del bebé, nos lo entregarán y les daremos el dinero a cambio, ¿trato hecho? - hablo Miyeon estirando su mano hacia Chaerin

- Trato hecho. - dijo Chaerin estrechando su mano con la contraria.

- Por lo que sabemos, su hijo le gusta andar en patineta, fumar y beber, pero de ahora en adelante eso cambiará al menos en lo que pasa todo esto, así que prométanme que cambiará esos hábitos para que el bebé pueda crearse correctamente bien.

Yoongi se paró abruptamente.

- ¿Que? Usted no me va a decir que es lo que tengo que hac-

- No se preocupen -interrumpió Chaerin tapando con una mano la boca de su hijo - Yoongi cambiará todos esos hábitos por el bien del bebé, ¿verdad yoongi? - Chaerin le lanzó una mirada amenazante a yoongi.

Yoongi temió por su vida.

- Esta bien, lo prometo -

- Perfecto, entonces su casa ya está lista, desde mañana podrán irse para que convivan un poco antes de que su celo llegue.

- de acuerdo, vámonos yoongi que tienes que empezar a empacar.

Yoongi asintió para seguir a su madre hasta la salida acompañados de la señora Park, no sin antes lanzarle una mirada de odio a Jimin.

El alfa solo bufo.

- Madre - Dijo Jimin una vez que su madre regresó a la sala - ¿Estas segura que esta es una buena idea? ¡¿viste cómo me volteo a ver?! Es un desgraciado.

- Jimin, que dijimos de expresarte así sobre él, van a pasar más de 1 año juntos, tendrán que aprender a llevarse bien quieras o no, así que será mejor que subas y empaques tus cosas para mañana.

- Pero madre-

- Nada de peros Jimin, es eso o tu preciada biblioteca se va a la basura. - fueron las últimas palabras de Miyeon para dirigirse a la cocina.

A Jimin no le quedó de otra más que obedecer, su biblioteca lo era todo para él.