Ella.
Con sus preciosas ojeras color azul, por todas las noches de desvelo llorando.
Con su corazón inexperto y protegido.
Un corazón lleno de miedos e inseguridades.
Un corazón que buscaba historias de libros
que buscaba la parte buena de cada capitulo, pero que nunca la encontraba
que creía que detrás de todo este desastre de mundo, había una parte buena.
Ella.
De la que se enamorarían todos los poetas pero a la que nunca llegarían a tocar.
Con un alma revolucionaria y salvaje, poniendo en huelga todas esas noches en penumbra.
Buscando a la luna que iluminase su noche.
Esa noche que era su vida y esa noche que tenía estrellas si, pero esas estrellas que no las llegas a ver bien porque aunque estén ahí apoyándote tu siempre buscas una mas grande.
Y no la encontraba.
Ella era así, buscaba algo que sabia que no encontraría porque en el fondo no quería encontrarlo, porque había terminado amando la noche en la que vivía.
Pero todos los días sale el sol y cuando alguien la saque de esa noche, se dará cuenta de que por la mañana la vida se ve mas bonita.
Que la noche es hogar para almas perdidas, y ella tenia un brillo especial, digno de la mañana.
Pero siempre detrás de aquellas
preciosas
ojeras
azules.