Capítulo XII

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Seguimos el beso y empezó a tocarme la cintura.

¡NO!, T/n, no puedes caer.

—Tom—me siguió besando—Tom..no..¡Tom!—lo separe—

—me miro confundido—¿que pasa?—

—no Tom no quiero—

—..¿que tienes?—

—nada, vete por favor—

—Okey, perdón si te incomode—dijo tristemente—

—adiós—dije con la mirada en el piso—

—adiós—se fue—

Tom se fue y me dieron ganas de vomitar, estos días me he sentido un poco mareada e indispuesta, no se que tengo pero ojalá no sea lo que estoy pensando.
Todavía me quedan unos días para hacerme la prueba.

Tom

No se que le pasaba, la quiero pero no la quiero, no se que siento.

¿Por qué estoy tan confundido?!

¿No se supone que es una más?

¿Por qué me importa?

¿Por qué siento que la quiero y a la vez la deseo?

¿Por qué quiero estar con ella siempre?

Estas y mas preguntas seguían rondando por mi cabeza mientras manejaba.
Llegue a mi casa y me encontré a Bill.

—hey!, hermano, ¿que te está pasando últimamente?—

Ni yo se.

—nada estoy un poco pensativo, pero nada más, ¿que pasa?—

—nada solo te quería preguntar, pero bueno me voy a hablar con T/n—

T/n, T/n, ¿por qué la nombran tanto?, T/n por aquí, y T/n por allá, ¿por qué ella?, ¿siempre tiene que ser el centro de atención o que?

Tome una ducha para ordenar un poco mi mente, pero el intento fue fallido, ¿por qué estás tanto en mis pensamientos?, ¿por qué me hago tantas preguntas?, ¿por qué hay tantas preguntas sin resolver?.

La ducha me relajo un poco pero después de bañarme seguí pensando en ella, en cómo una persona tan buena pero a la vez mala, podía estar en mi mente una semana entera, antes ni me importaba, y de la nada tuvo un gran espacio en mis pensamientos.
En cómo su cuerpo sudoroso y el mío se juntaban y se correspondían mientras hacíamos el amor.
En cómo es tan hermosa y amable conmigo, antes no pero ahora que la conozco bien me he dado cuenta de lo bella que es por fuera y por dentro; por esa razón no podría estar con ella, soy malo, mala persona, horrible persona,no la merezco, ella..ella es perfecta.
La amo...pero no puedo permitirme amarla.

Sexo, sudor y calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora