Capítulo uno

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Un miércoles por la tarde fue cuando decidiste que tomar clases de Judo era la mejor idea que pudiste tener en los últimos meses; con la amenaza constante de tu ex novio rondando cerca del camino que tomas para ir a la universidad, unas clases -de cualquier tipo- de defensa personal no sonaban mal.

Los meses pasaron rápido, en casi dos años aprendiste a amar el deporte y tuviste la disciplina suficiente para llegar al cinturón azul. Hasta ese día.

Lo recuerdas bien: era lunes por la mañana, estabas en vacaciones de verano, así que ir a entrenar por las mañanas formó parte de tu rutina en aquel entonces.

Ese día entraste al pequeño edificio donde practicabas y, al pasar por la recepción, viste a tres chicos en el mostrador de informes.

No lo sabías en ese momento, pero quizá si hubieras llegado una hora más tarde, tu vida no habría girado a lo que es ahora.

El más bajo de los tres volteó a verte, examinó tu judogi de arriba a abajo y luego te dedicó una sonrisa ladina, generalmente ignoras a los chicos que coquetean, pero te resultó casi imposible no devolverle la sonrisa; no era muy alto, pero sí que se veía bastante guapo, cabello desordenado caía sobre su frente, su espalda y brazos eran anchos, podías adivinar que se ejercitaba con constancia.

Cuando sus amigos notaron que te veía, voltearon a la vez sus cabezas hacia ti. Uno de ellos, que se veía menor, tenía los ojos y el cabello del mismo color que una avellana, sus mejillas regordetas dieron la ilusión de volverse más grandes cuando te sonrió de forma casi automática.

Por último estaba un chico con un gran hoodie negro, su cabello era ondulado y rubio, ni siquiera lo conocías, pero la cara seria que tenía mientras te examinaba de cabeza a pies hizo que tu estómago se tensara.

Los tres parecían asiáticos, por lo que tu reacción fue hacer una reverencia corta y darte la vuelta, ¿eso era racista, ofensivo, o algo así? Decidiste que no mientras caminabas al dojo.

A final de cuentas estaban en un lugar donde se practica un deporte asiático.

Comenzaste tu calentamiento y decidiste olvidar a los tres jóvenes que te habían recibido ese día. Pero al parecer tu sensei tenía un plan diferente, lo viste entrar al dojo seguido de ellos, hablando enérgicamente con el que era bajito.

Se acercan a ti y quieres que un meteorito caiga de pronto sobre el edificio.

-Y la joven judoka de aquí -te señala el maestro - es una de nuestras mejores alumnas, en poco tiempo ha derrotado a grandes oponentes.

Tú simplemente haces una reverencia en silencio, sintiéndote ligeramente avergonzada y nerviosa por recordar que hiciste lo mismo para ellos antes.

-Le gustan las reverencias, ¿no? -comenta risueño el que se veía menor.

Sus amigos ríen ligeramente y tú quieres salir corriendo de ahí; pensabas que la cosa no podía ponerse más incómoda, hasta que el sensei te golpea con la frase "necesitaré tu ayuda para que los integres al kyu de hoy" y sabes que tu día probablemente sea todo menos cómodo.

-Yo he practicado judo en el pasado -comenta el chico rubio levantando su mano levemente después de un rato de explicaciones.

-¿Quieres practicar? - le preguntas con una sonrisa burlona.

En un abrir y cerrar de ojos, habías dispuesto todo para una pequeña clase muestra; los chicos habían pasado un momento buscando judogis que fueran de su talla.

El más bajito fue quien tuvo problemas encontrando uno, pues todos los de su talla en estatura quedaban bien, pero le quedaban ajustados de los hombros.

A pesar de que te resultaba gracioso, no podías evitar ver cómo su filipina quedaba ligeramente abierta en la parte del pecho.

Estuviste el resto de la clase prestando atención a su figura, la forma en que las mangas de su judogi se tensaban al estirar los brazos te dio ideas de lo que podrías hacer si estuviera en tus manos el ajustar su uniforme.

El de baja estatura era todo menos disimulado, su sonrisa ladina te atacaba cada vez que sus ojos se conectaban, y sus dientes moliendo ligeramente sus labios eran como una invitación a acercarte a él.

Pero tenías un combate esperándote, así que intentaste concentrarte en eso.

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Técnica de Judo₊₁₈《3racha》 || Bang Chan, Changbin, Han x Femreaderᴱⁿ ᵉᵐⁱˢⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora