estaba tardando más de lo que esperaba y estaba siendo lo más doloroso que pasé en la vida. me habían dicho que me desintegraría en un instante y aunque aun sentia el cuerpo entero, ya no podía moverme. me estaba arrepintiendo pero ya no podía moverme, mi piel estaba carbonizada y mi carne se sentía dura. mi cuerpo estaba rígido y empecé a notar que el dolor desaparecía. ya no sentía nada, sin embargo estaba vivo y "entero" por decirlo así. entonces una pequeña corriente y un grito me despertaron del transe.
─¿que haces?─preocupación y enojo en una voz conocida─ ¿eres idiota? te dejé solo por 2 semanas ¿e intentas matarte?─ no podía hablar, no sentía la garganta, pero si el resto de la piel, frío, como si estuviera nadando y era relajante. mi piel volvía a formarse al mismo ritmo en que se quemó y yo iba sintiendo ganas de llorar. lo he hecho mucho los ultimos 9 años, desde ese día que se me acabó la vida y nos conocimos.
no volvió a hablar, solo se sentó a un lado de mi mientras me recuperaba. vi que él no tenía quemaduras que se curaran lentamente, o fue tal vez que mis ojos quemados no lograron ver sus heridas desaparecer ¿donde estaba?¿como llegó en pleno día?¿por qué no me dejó morir? la muerte también es un derecho, y no es solo la segunda vez que me la niega.
mientras el olor de la carne quemada desaparece, no digo nada. estoy molesto de que no me dejara ahí, a pesar de que ya había empezado a arrepentirme.
el cielo empieza a pintarse de rojo y las heridas estan casi sanadas, tardaron bastante y no hice comentario alguno en todo ese rato. él lo entendió y se quedó solo para acompañarme un rato, siendo uno con el silencio pero al menos ya no me sentía tan solo aunque sí apenado mientras mi molestia con él por interrumpir se iba calmando.
en tiempos de guerra no me siento especialmente patriota y menos aun tan renegado de la sociedad, pero en la frase "tu vida no te pertenece, pertenece a tu esposa, a tus hijos, a tus padres y al pais" pais es lo unico que me queda y preferiría morir sin merito a hacerlo por él...
vimos la puerta abierta y la linea de luz entrando por ella. el sol era muy poco, ya no nos lastimaría tocarlo. fue entonces cuando se levantó diciendo "vamos a pasear un rato, conocí un buen lugar, tal vez te agrade"
me levanté en silencio. sentía vergüenza de verlo pero tambien tenía ese impulso de intentar cortarme la cabeza o "clavarme una estaca en el corazón". escuché hablar a unos ingleses con un par de traidores luego de matar a uno de ellos. la falta de sangre en su cuerpo hizo a uno de ellos hablar de vampiros. el tipo sería supersticioso y decidió enterrar al hombre con una estaca en el pecho y un ladrillo en la boca...
sé que se puede "compartir" la maldición, antonio lo hizo conmigo pero nunca me dijo como. yo no he podido descubrirlo, aunque tal vez es mejor así. no sé por qué querría hacer que alguien más sea como yo.
─¿que has hecho?
─ver gente pasar... maté a un perro que me quiso hacer compañía, me robé una vaca y luego finjí encontrarla con el dueño. me dio 2 pesos...─no me interesaba mucho, aun no me recupero totalmente y no quiero hablar
─una semana tranquila parece, no hay tantos soldados cerca- cambió de tema─ ayer escuché hablar a unos españoles en el pueblo, uno de ellos tenía algun alto cargo y hablaban de tomar Cantera en unos días
─que lastima─dije sin mucho interés─ Cantera no es un lugar estrategico para nada ¿por qué molestarse? si quieran hacer algo con ese lugar tendrían que soltar mucho dinero
─quieren cubrir más terreno supongo, toda esta parte está controlada por ellos. o será una inversión a largo plazo...
─¿cual es el punto?─pregunto por fin, no quiero escuchar mas noticias de guerra
─no te interesa en serio verdad...
─lo sabes
─estuve en Cantera unos días, de hecho pareciera que la guerra no ha llegado con ellos aún
─luego de 9 años? se está tardando... ¿a donde quieres llegar? cantera no es un lugar de importancia ni geografica, ni demográfica. en su tiempo lo hubieran calificado como "olvidado de dios" pero parece que es uno de sus lugares favoritos... economica tal vez si volvieran a producir piedra, pero no producirla es lo que los mantiene alejados
─ese es el punto, es un buen lugar. tiene buena gente
─todos lados tienen buena gente antonio, además ¿que pretendes hacer con eso? solo escuchaste unos soldados hablando de que van a sitiar un pueblo en medio de la nada
─no es solo la guerra lo que le pasa al pais, tambien le pasamos nosotros y quiero al menos servir de algo. no he hecho nada util en la ultima década mientras el resto muere gratis.
─lo hacen porque quieren, creen en una causa y son idealistas... no diría que eres así
─vamos a comer algo y luego vamos a cantera─de nuevo cambió de tema. tengo razón, puede que en su tiempo haya sido militar pero en los ultimos años no le vi ni una pizca de deuda con nada. fue él quien dijo que no interfirieramos con nada, llamar la atencion siendo lo que somos solo empeoraría la paranoia de la gente. en cambio, lo más util que hicimos fue matar soldados y traidores. somos buenos espiando, es lo que tiene de bueno confundirse en la sombra y tener que esperar ahí hasta que el sol baje
─¿por qué camino? rumbo a cantera no podemos caminar, si alguien muere y luego llegan un par de estraños sin quehacer será sospechoso
─están robando en el camino a San Miguel y los soldados que te mencioné tienen su campamento en el otro lado de la ciudad.
─los soldados... los ladrones de caminos me agradan más la mayoría de veces
─entonces vamos por ese lado. si acabamos el campamento podriamos hasta vender los caballo
─no se me antoja vender caballos
─nos llevamos un par entonces
así caminamos al campamento. soldados por igual, todos son una mierda, los ladrones al menos suelen ser gente "descente" hasta donde pueden. Mas de la mitad es gente que la guerra arrastró y guardan pocas ilusiones.
solté de repente un suspiro recordando el evento de la tarde. quiero poder morir... no es la primera vez que lo intento y no es la primera vez que fracaso.
─volví a ver a Julieta─me suelta de repente, eso aunque es un evento extraño en todo sentido, normalmente significa buenas noticias
─¿que dijo?─ pregunto con curiosidad y una pequeña esperanza
─hay "actualizaciones" dijo que tenemos que buscar a la bruja en cantera
─a allá me llevas supongo...─después de pensarlo un momento noto que él ya estuvo ahí unos días─ ya has visto a la bruja
─estaba en cantera cuando vi a jualieta y el mismo día fui a buscarla─ se calla un momento como dudando y agrega─ así llegué a tiempo en la tarde─ noto su incomodidad con el tema y recuerdo las veces que pasó antes. con cada una empezó a dejar de mencionarlo despues de que yo terminara gritandole y culpándolo de todo. es injusto, pero fue él quien me negó la muerte en primer lugar─ ahora podemos tocar el sol
no respondo ¿tocar el sol?
es una idea que no consideré desde que me quemó por primera vez hace años. creí que nunca más podría disfrutar de un día soleado, caminar entre la gente en algún mercado o simplemente aprovechar la luz del día. la noche no dura tanto y ha hecho mi vida aun más repetitiva. esa esperanza tan pequeña que sentí pocas veces de tiempo acá. me hace pensar en que de alguna manera seré capaz de empezar de nuevo, incluso tal vez de tener algo de autonomía. aunque ha sido intermitente, la presencia de antonio en mi vida casi la ultima década es la única constante.
a pesar de que siento una genuina felicidad por la noticia, se siente "congelada" y aunque quisiera gritar de emoción o simplemnte reaccionar, de mi no sale ninguna reacción y solo sigo caminando.
─pensandolo mejor─ lo escucho decir no muy convencido, casi vomitando palabras que no quiere decir─ luego de ver a la bruja deberiamos movernos del sur, ir a la capital tal vez, o quien sabe y salir del país. nuevos aires serán bastante buenos. hace poco escuché que en el centro del país todo está más tranquilo, las guerrillas están mucho mejor controladas y el virrey paga bastante por información de cualquier cosa para llegar a algo que termine de una vez la guerra.
─¿no querías detener a la tropa española hace 5 minutos?
─el punto es, amigo mío─ dijo agarrandose el cabello como un gesto nervioso que aprendí a distinguir en él─para ti sería mejor alejarte del sur, y aunque los estragos de la guerra estan en todos lados, allá está mas controlado que aquí
─ de donde tu interés por mi de pronto. si me quiero ir no necesito que vengas conmigo─ lo digo sin creerlo por completo
─lo sé, pero no quiero dejarto solo mucho tiempo─empezó hablando en un tono normal y sus ultimas palabras fueron cada vez menos audibles. ha dudado en lo que dice en casi todo
─deja de sentirte responsable por mi, eras casi un crío cuando te conocí, no quieras hacerte responsable de mi como si fuera un inutil que un niño tiene que cuidar─escupo palabras sin pensar nada, solo salen con un tono bastante agresivo. lo he tratado así los ultimos 2 años y simplemente no se va ¿que espera? ¿que le agradezca algo?
─soy tan adulto como tu, lo sabes. es el cuerdo el que debe cuidar al loco, no quiero dejarte solo
iba a contestar. no sé qué, pero iba a contestar y no sería algo agradable para nadie. probablemnte me arrepentiría después de unas horas pero los ladrones de camino aparecieron antes de que llegaramos al campamento.
sentí la hoja metalica en el costado de un momento a otro y vi una pistola apuntando a la cabeza de antonio.
─todo lo que traigan, saquenlo de una o aqui mismo se pelan─eso lo dijo pero otro de ellos nos registraba la ropa.
miré un momento a antonio, leyendo su mirada esperando esa señal que daba inicio a la cacería mientras inconscientemente mi boca se llenaba de saliva, ya esperando saciar esa hambre que venía suprimiendo hace unos días y se agravó con el incidente de la tarde. mi cuerpo de pronto se sintió ansioso, como un perro amarrado jalandose y ahorcandose por tratar de llegar a la carne fuera de su alcance.
Antonio me vio y luego desvió la vista a los árboles para mostrarme a otras 3 personas escondidas. busqué al resto pero en el rango estaban solo esos 5.
un pequeño gesto soltó la cadena de ese perro ansioso y ambos nos disolvimos en la oscuridad en un humo que no dejó rastro de que estuvimos ahí. los 2 hombres confundidos empezaron a buscarnos, asustados llamando a los otros 3 escondidos. hablaron de fantasmas y pretendieron volver a esconderse entre el monte, ahí antonio mató silenciosamente al primero, secando su cuerpo en pocos segundos, no tardé en agarrár al segundo, el que me revisó la ropa y aun miraba sin entender un reloj viejo pero caro que encontró en mi abrigo. cuando maté al segundo, el tercero lo notó e intentó gritar sin oportunidad, mi compañero no lo dejó. con el ultimo también acabé yo.
más recuperado y con un ligero mejor humor sin el hambre solo cambié el tema antes de que él lo retomara.
─¿que será mejor? ─pregunté eligiendo un par de cadenas de oro que traía uno de ellos.
─la de la derecha parece más elegante─ contestó revisando el fajo de dinero del otro. era costumbre sacar solo un poco de lo que trajeran, lo suficiente como para que notaran que eran ladrones y creyeran que alguien pasó rápido, se defendió y salió corriendo luego de matarlos. no se supone que la gente deba tomar justicia por mano propia aunque muchos lo hacen. la gente está mas conforme cortandoles los dedos a estas personas. además de que te irá peor si justo te topas con uno de los robados y reconoce sus pertenencias.
─¿ella por qué es bruja?─pregunto por saber, casi todos ellos lo son por razones distintas, unos lanzan embujos, otros los dehacen, otros curan gente, otros solo saben de plantas cosas que nadie sabe y así hay varios tipos
─ve el futuro, no se ha equibocado ni una vez
caminamos para llegar lento, quiero saborear la espectativa.
me es inebitable recordar como era mi vida antes. quitarle el sol justo cuando perdí todo lo demás que daba por sentado fue un golpe terrible del que no me recupero aun. el tiempo se volvió mi enemigo desde que dejó de avansar para mi mientras lo sigue haciendo para todos los demás.
Cantera es un pueblo casi fantasma, tendrá unos 2000 habitantes en toda su extención. poca gente en un lugar bastante estenso.
por el camino no nos encontramos contratiempos, llegamos "puntuales" justo una hora después de salir. eran las 8 en punto cuando alcanzamos a ver las pocas luces que salían del pueblo. nos topamos con el farolero prendiendo el ultimo farol de la calle principal en la calle, nos miró atento, como intentando grabarse nuestro rostro con la poca luz hasta que Antonio lo saludó por su nombre y el hombre le contestó "es usted joven Zarco, buena noche"
me sentí mas tranquilo luego de eso. la gente en los pueblos solía ser desconfiada en exceso. cualquier forastero tenía el dedo encima hasta que todos hubieran confirmado que no era gente mala. a pesar del estilo de vida que debíamos llevar, Antonio siempre ha sido una persona bastante honesta y honrada. es un tipo con buen sentido del deber y la comunidad. para él es muy fácil integrarse a cualquier lugar aunque no hable más de lo necesario. últimamente a mi me cuesta hacer eso. nunca pasamos mucho tiempo en ningun lugar y aunque no hemos terminado mal en alguno de ellos, me queda el temor de que alguna vez pasará y prefiero no encariñarme con el lugar ni la gente ahí. me cuesta imaginar que lo volveré a perder todo una vez más.
antonio empieza a serpentear por las calles como si conociera bien el lugar, se dirige por la calle más empinada cada vez con más prisa y yo no tengo de otra que seguirle el paso aunque me esté cansando. veo pocas ventanas con luces detrás y en algunas alcanso a ver familias dentro. de nuevo me pierdo pensando en el pasado. parece que no puedo pensar en otra cosa... cuando empiezo a sentir malestar con mis ideas, antonio se para en una reja improvisada custodiada por un par de perros que le mueven el rabo saludando como a un buen amigo. cuando a mi me reciben igual dejo de pensar en sea porque lo conocen a él. estos perros son falderos con toda la gente.
el ruido de los animales saca a una niña con un semblante extraño, molestia en su rostro es todo lo que veo aunque intenta disimularlo con educación al abrir la reja y guiarnos por el patio de la casa repleto de plantas aromáticas que empiezan a aturdir mis sentidos.
─¡mamá!─ grita la niña alta para su edad, de complección delgada, piel morena, cabello medio rizada y de apariencia sedosa, vestida con un vestido sesillo de manta azul y encaje. la noto ansiosa y sin querer, me quedo mirandola─¿que me mira usted?─responde molesta
─él es juan josé─habla antonio cuando nos sentamos en el sillón de madera con los perros lamiendonos las manos
─sé quien debe ser, no soy tonta─ su molestia se nota y su voz suena casi quebradiza─¡mamá! ¡llegaron tus visitas!
por la misma puerta pero de otra dirección llega una mujer negra de ojos verdes y unos 50 años. ella debe ser la bruja. emocionada me saluda efusivamente, luego a antonio y la niña pretende irse corriendo de la sala cuando la mujer la agarra del brazo para pararla.
─pachi... ya hablamos de esto amor, es importante─ la niña asiente cambiando la expresión a una más dura y veo como aguanta una lágrima asintiendo
─voy a... lo siento... hay atole blanco
─traetelo pa acá mija, ayuda con el frío.
sale corriendo y alcanzo a ver que esa lágrima se la limpia con la mano antes de que salga.
─¿está bien?─pregunto sin pensar
─una cuestión familiar, muchacho. le avisaron que alguien está muriendo. pero aquí seguimos y no hay de otra. mucho gusto juan, soy Nuna. te contó tu amigo por qué vienen a mi...
─quiso mantenerlo sorpresa, pero algo tendrá que ver con un ángel
─así es. un angel me dijo hace tiempo que vendrían algun día. seres con el día prohibido. serían un acertijo que solo yo podría resolver.
habla de nuestras almas, con una extraña energía divina que no termina de ser buena ni mala, mas bien protectora y agresiva. que algun parecido teniamos con los nahuales o algun demonio "bueno". recordé los anteriores arreglos de diseño, todos con un brujo que nos hablaba de cosas parecidas, comparandonos con animales peligrosos por objetivos definidos. Julieta o Bern de alguna manera les meten conocimiento en la cabeza a esa gente. la unica vez que directamente hicieron algo fue cuando evitaron que antonio muriera la primera vez. mas bien se limitan a hablar.
Pachi llega con un jarron de barro que desprende un aroma dulce y luego regresa con tasas. ella las sirve y al tomarlo pienso en cómo no era capaz de probar alimento antes de una de las dichosas reparaciones. ahora es algo comer cualquier cosa aunque lo unico bueno que nos aporte sea la experiencia. cuando sentimos hambre solo la sangre la calma. pregunté a Bern por qué no arreglaban eso y respondió que el fin de nuestra existencia era ser depredadores. la capacidad de comer era mas bien un ventaja para camuflarse y tal vez "piedad" de su parte.
─pachi, ayudame amor─ dice la mujer cuando terminamos de cenar luego de una platica a la que no le presté atención, la niña, sentada al lado de su madre y recargada en ella se levanta y regresa con un hilo y una aguja.
─se dice que el alma está en la sangre─ empezó a decir la mujer mientras la niña cortaba un trozo de hilo con los dientes y lo ensartaba en la aguja. jaló una vela encendida y pasó la aguja por el fuego─ no es del todo cierto, lo que guarda la sangre es el espíritu. el suyo está todo enmarañado sobre si mismo, como si la sangre que consumen fuera la suya regada por todo el mundo en cada lugar donde murió alguien. esa sangre que se hubiera secado por el sol se quema dentro de ustedes cuando el sol la toca. les hace hervir la piel porque simbólicamente, sigue regada en el suelo.
sus palabras no tienen sentido para mi, así como todas las veces anteriores. mientras antonio escucha atento y mira todo lo que ella hace.
─prestame tu brazo
─cual?
─el que sea hijo, no importa─extiende la mano para alcanzarme el brazo, descubre la piel y haciendo un gesto suave sobre él con su otra mano, dice una palabra de no alcanzo a escuchar o entender. toca mi piel y palma mis venas un segundo. la niña le pasa la aguja con la punta al rojo vivo y la veo acercarla a mi piel. como un reflejo jalo el brazo, pero ella me mira, leyendo mis ojos me hace recordar como hace unas horas intenté morir quemado─ dolerá ─dice─ pero no será tanto ─intenta calmarme con su voz dulce y entierra la aguja caliente en mi brazo. reprimo el reflejo que de muevo me hace querer jalar el brazo. mientras recita algo en una lengua que desconozco encamina la aguja entera por la vena hasta sacarla mas adelante. no hay sangre cuando pasa toda la aguja y uno de los extremos del hilo pasa con ella, dejando el otro extremo colgando unos cuantos centimetros del otro lado. lo jala más y el otro extremo se desaparece junto a la herida que dejó la aguja al entrar. solo un pedazo del hilo queda dentro de mi piel ─ ahora aguanta hijo, esto si va a doler─ advierte antes de empezar a jalar de la aguja, sacando un nuevo hilo negro que antes no estaba. duele más que el sol y siento como lo arranca de cada rincón de mi cuerpo. sale más y más cada vez, dejando en la mesa una hebra enredada. Pachi le pasa a Nuna un carrete vacío donde empieza a enrollar aun más hilo que sigue saliendo enredado de mi cuerpo. cada nudo que atraviesa la pequeña herida de la aguja, cada centimetro que sigue jalando como si no terminara nunca me hace sentir que esta vez si voy amorir. el dolor me hacepegar un grito que traté de ahogar con todas mis fuerzas pero el hilo no se acaba hasta un rato después cuando ya estoy desmayandome. me cuesta seguir respirando y a punto de perder la conciencia, una gota de sangre toca mis labios y me hace regresar. de Antonio, conozco ese sabor aunque lo he probado pocas veces. suele ser revitalizante una sola gota, pero la debilidad que le causa el ritual a mi cuerpo me hace buscar más.
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Rojo bandera
Historical Fictionun par de vampiros con origen divino viven aprovechando las muertes que trae la guerra, hasta que uno de ellos decide adoptar a una huerfana. Antonio fue militar realista en "sus mejores años" hasta que casi murió en batalla y un angel le ofreció fo...