Los Cuatro Reinos - Magie & Love #3 (Secuela)

Capítulo 50

"No olvidarla"

OCTUBRE

Narra Asteria

19 de octubre, el cumpleaños de mamá. Hoy se supone que tendría que ser un día de celebración con toda la familia, pero resulta ser todo lo contrario. Me encuentro en la pequeña capilla del castillo, sola, rezando frente al altar que le hicieron por su cumpleaños y viendo la pintura donde se ve preciosa.

No hace mucho ella falleció y su ausencia la hemos sentido desde el primer día. Para agregar también la triste situación, Zander fue envenenado de manera extraña en el funeral de mi madre y a pesar de los esfuerzos, sigue en cama sin despertar ni mejorar un poco.

Sigo sin comprender como pasó, intentamos de entenderlo pero no hay ni una sola respuesta que lo aclare, solo nos queda esperar que todo mejore y no terminemos en un segundo funeral, situación que no podría soportar.

Me quejo del dolor de pecho en cuanto vuelve hacerse más fuerte, desde el funeral de mamá lo he tenido y no se ha quitado, es un dolor que está constantemente presente, pensé que se quitaría pero hay momentos del día donde es más fuerte, como ahora.

Sé que debería tomar algo pero para distraerme y no pensar en la situación, me he dedicado a trabajar en mis proyectos mientras que al mismo tiempo apoyo a mi tía Catina en los suyos aunque ella se ha decidido hacer gran parte del trabajo con el objetivo de también no pensar en su hermana y no deprimirse por su ausencia.

Mi tío Darcío anda en las mismas con el taller Ashford, la monja blanca y Zander, mientras mi padre se ha encerrado la mayor parte del tiempo en su oficina para dedicarse completamente al reino.

Katrien por lo contario, es a la que más miro, pero también anda algo rara, a veces sale sin aviso aunque supongo que va a encontrase con Balderick en algún lugar secreto y no quiere que nadie lo sepa.

Mi tías Rhosyn y Aislinn no las he visto, mis tíos viven trabajando mientras sus hijos están en entrenamientos todo el tiempo ya que por la situación que hemos vivido, desean reforzar la fuerza de los soldados.

En resumen, la familia se alejó, todos deseamos olvidar la ausencia de mamá dedicándonos al trabajo completamente. A mí al inicio no me molestaba pero...precisamente hoy en un día tan especial, me siento muy sola y ni siquiera el trabajo es suficiente, agregando el hecho de que nadie de la familia ha venido a visitar este altar aunque sea para hablar con ella, es como si quisieran olvidarla.

Secó unas lágrimas mientras enciendo una veladora morada la cual pongo en el altar y suspiro con tristeza.

- Feliz cumpleaños mamá...sé que aunque no estes con nosotros en vida, tú alma sigue presente, espero que recibas abrazos de tus padres que tanto extrañabas – digo y dejo a un lado unas galletas de chocolate

- Como desearía que estuvieras aquí, tú no hubieras permitido que la familia se separara así...- sonrío levemente – Conociéndote, hubieras mandado hacer una gran cena, le hubieras enviado notas a todos para que llegáramos al comedor y sorprendernos

Escucho un ruido y volteo a ver hacia una pequeña ventana que se abrió sola por el aire lo cual llama mi atención.

- Supondré que fuiste tú con señal de que estas presente – comento viendo el lugar – Aunque seré sincera eso me dio un poco de miedo, lo siento pero ya sabes como soy... – digo riéndome levemente

- Te dejo mamá, voy a...trabajar, porque no tengo nada más interesante que hacer – le lanzo un beso a su pintura

Me giro y estoy a punto de tomar mis documentos que están en una banca cuando de pronto estas vuelan con el aire esparciéndose por todos lados.