Mi primer amor | TERMINADA

" Clases de estudio interrumpidas "

POV MARTA

Estábamos de camino a mi casa, esta vez en el coche de Laura. Hoy podríamos estudiar sin la presencia de mi abuelo o eso creía hasta que vi su coche en la entrada.

- No puede ser- dije- El otra vez-

- Bueno, otro día sin estudiar- dijo aparcando.

- Ni de coña- la mire- Tu entras y me ayudas con los deberes que hoy tengo clase si o si-

- Cómo ordenes, capitan- sonrió.

- Vete a la mierda- golpee su hombro.

- Au, era una broma- rió.

Amabas entramos a mi casa, al llegar al salón pude escuchar la voz de mi abuelo. Enseguida mi estado de ánimo decayó. Laura apoyo su mano en mi espalda, dandome ánimos para seguir.

Al final nos acercamos a ellos, esta vez si estaba la abuela. Me acerque y le di un abrazo.

- Pero como crecen- tomo mis cara- Nos vamos unos meses y mira, toda una mujer. Estas preciosa cariño-

- Tu también abuela- sonreí.

- ¿Y tu amiga quien es?- me hice a un lado.

- Es Laura. Laura, ella es mi abuela Carmen-

- Un gusto conocerte- le dio dos besos.

- Lo mismo digo- dijo devolviéndo se los.

- Bueno, nosotras nos subimos que tenemos mucho que estudiar- dije poniéndome al lado de Laura.

- Pero si no has comido nada- hablo mi abuelo- El cerebro no rinde sin energía, ven siéntate, así nos cuentas que tal todo-

Mire a Laura, ella asintió así que ambas acabamos sentándo nos. Mi madre se puso a colocar la mesa, pero como éramos más mi padre decidió ayudarle.

- Pero deja que lo haga tu mujer- dijo él- Ella puede y si no Carmen- la miro- Ayuda a la pobre mujer que no puede con todo- mi abuela se iba a levantar, pero Laura se adelanto.

- Sintese, porfavor, ya ayudo yo, que soy la invitada- dijo calmada.

Vi como se fue a la cocina con mi madre. Rsto después, entre ambas traían todo lo que faltaba. Venían riendo y eso hizo feliz.
Colocaron todo en la mesa y se sentaron.

- ¿Que era tan gracioso?- preguntó mi padre con una sonrisa.

Amabas se miraron con una sonrisa, estaban conteniendo la risa. Ahora yo también quería saber porque se reían.

- Una historia que le he contado- dijo Laura.

- Bueno, pero puedes compartirla- dijo mi abuelo, agarró la servilleta y la estiró sobre sus piernas.

- Lo siento señor- dijo mi madre- Pero son cosas de mujeres, no lo entenderías-

Mi abuelo se quedó un poco en shock antes su respuesta. En cambio, mi padre, bebió agua para aguantar la risa.
Yo hice lo mismo y al mirar a Laura, la vi lanzandole un guiño a mi madre. Esto lo tenían preparado. Ella me miró con una sonrisa, fue la única, junto con mi madre, que no disimulo.

Después de aquello la comida empezó, al principio sólo hablaban ellos, cosa que me alivio por un rato, pero sabía que no me iba a escapar de mis preguntas.
Algunas veces Laura y yo hablábamos con mis hermanos, ambos nos contaron lo que les había pasado hoy con otros niños. Me hizo gracia verles tan serios, sin embargo, ella estaba súper concentrada.

Después de eso, la conversación de "adultos", así la llamó mi abuelo, se paró, ahora llegaba mi turno. Laura, al ver mi nerviosismo, puso su mano sobre mi rodilla. Daba gracias a la anchura de la mesa que hacía ver todo desde otra perspectiva.