Mi primer amor | TERMINADA

" La primera cita " Parte II

POV MARTA

Llegamos otra vez a la casa, me dijo que me pusiese el vestido que había en el armario, que está parte de la cita, iba a ser un poco más elegante.
Abrí el armario, para encontrarme con un vestido negro con la espalda abierta sin mangas. También había unos tacones que combinaba con la prenda.
Sabía lo que me gustaba.

Me lo probé, me quedaba perfecto. Me llegaba por encima de las rodillas. Después de verme en el espejo y maquillarme, me dispuse a salir de la habitación. Cogí aire, pues estaba bastante nerviosa. De momento godo fue muy bien y esperaba que lo que fuese a pasar a continuación también.

Comencé a bajar las escaleras, ella estaba de espaldas con el móvil al final de ellas. Llevaba un traje, solo podía ver que es negro, su pelo estaba hondulado, también tenía unas zapatillas blancas.

Al escuchar mis tacones chocando con el suelo, se giro. Su cara fue de asombro, sus ojos abiertos como platos, recorriendo todo mi cuerpo me daban escalofríos, parecía que me iba a comer con la mirada y eso me ponía.

Ella estaba hermosa, llevaba una camisa blanca debajo de la americana. Sus dos primeros botones, estaban sueltos, dejando ver algo de sus tatuajes. En sus manos había anillos. Sus pestañas estabas rizados y con un leve toque de rimel.

Cuando estaba apunto de llegar a los últimos dos escalones, me extendió su mano. La agarre para tener un poco más de estabilidad.
Estábamos a la misma altura gracias a los tacones, ahí pude darme cuenta de lo bien que olía.

- Estas....increíble- me regalo esa hermosa sonrisa a la vez que rodeaba mi cintura.

- Muchas gracias, atinaste en todo- rodée su cuello.

- No pensé que te fuese a quedar tan bien, ahora se me ha quitado el hambre- se acerco, dejando un beso en mis labios.

- Bueno, tu no te quedas atrás- me acerque más, dejando mi cuerpo pegado al suyo.

- Gracias, pero para mi tu ganas- volvió a darme un beso.

Esta vez lo mantuvo, yo lo seguí. Podía perderme horas en esos labios. Sus manos bajaron a mi culo, dio un leve apretón y las volvió a subir a mis caderas.

- ¿No vamos?- asentí.

Cogió las llaves del coche, esta vez íbamos en un deportivo, iba a preguntar de donde los sacaba, pero luego recordé el trabajo de su padre y me respondí sola.

El trayecto se me pasó bastante rápido. Llegamos a un restaurante que se veía bastante lujoso. Tenía pinta de costar bastante. Al bajar, un botones apareció, ella le dio las llaves del coche y el chico se lo llevó.

Ella me agarró de la mano y me llevó a la entrada.

- Buenas noches, Señoritas- habló el recepcionista.

- Hola, Felipe- dijo Laura.

- Hola, Laura- le sonrió.

- Tenemos una reserva a mi nombre- el hombre buscó en la lista su nombre.

- Aquí estas, pasar, os llevarán a vuestra mesa. Disfrutarlo- nos dio una sonrisa amable.

Un chico salió a recibirnos, nos guió por un pasillo precioso. El lugar estaba adornado con lámparas de arañas, las paredes tenían un color rosa pastel con blanco, las mesas eran blancas, pero los manteles tenían colores diferentes. Todo era hermoso.

Llegamos a un ascensor, el chico presionó la tercera planta. Al abrirse las puertas, pude ver una mesa rodeada de velas, que formaban un corazón. Estábamos en una especie de terraza, había un toldo que nos cubría, pero no lo suficiente, por lo que la luz de la luna podía colarse. También había unas pequeñas estufas, que aporaban un poco de calor por si luego hacía más frío. Me adelante, saliendo la primera del ascensor.