Mi primer amor | TERMINADA

" De vuelta a la realidad "

POV MARTA

La alarma sonó, haciéndome despertar de mi plácido sueño.
Al intentar moverme para apagarla, choque con otro cuerpo, el de Laura.

Su brazo estaba rodeando mi cintura, me giré despacio, no quería despertarla. Me quede mirándola. Tenía varios mechones por su cara.
Los quité con cuidado, para poder ver su rostro por completo. Su pecho subía y bajaba lentamente, seguía dormida.

Sonreí inconscientemente al recordar la noche anterior, nunca me había sentido así, ni con Crish.

Se comenzó a mover un poco, su nariz se arrugó al notar un poco de claridad entrar por las cortinas.

- ¿Sabes que observar a la gente mientras duerme no es nada romántico?- dijo con su voz ronca y los ojos cerrados.

- Es que estas muy guapa cuando duermes- era verdad.

- Mhm...- me atrajo hacia ella- Buenos días- beso mis labios.

- Buenos dias- la mire.

- ¿Nos podemos quedar aquí otro día más? No quiero ir al insti- gruño.

- Pues tenemos- sonreí.

- Un rato mas- escondió su cara en mi cuello.

- Laura...- reí, era como una niña pequeña.

- Ño- dijo en mi cuello.

Su respiración chocó contra el lo que hizo que un escalofrío recorriese mi cuerpo. Como empezaremos así la mañana no llegaríamos, pero, ¿me importaba? Ni lo mas mínimo.

- Marta...- susurro.

- Dime...- acaricié su espalda desnuda.

- No hagas eso- me regaño.

- ¿El que?- no sabía que hacía.

- Suspirar, me das a entender cosas- me miró.

- ¿Qué cosas?- dice inocentemente.

- Luego soy yo la incorregible. Si sigues así no te voy a dejar ir de esta cama. ¿Me entiendes?- no me importó nada de lo que dijo, yo ya queria sus manos sobre mi.

- Mhm- asentí acercándome a sus labios- Si soy tan incorregible, corrígeme- susurre en sus labios.

Y así comenzamos otra sesión de besos, manoseo y sexo.

Como era de esperar llegamos tarde, para ser más clara, a segunda hora.

Nos separamos, teníamos clases separadas. Nos despedimos con un pequeño pico.

Después pasaron dos horas hasta volver a verla, se me hizo una eternidad. Me dirigía a la cafetería, pero un mensaje suyo me hizo cambiar mi camino.

Fui hacia el armario de la última vez. Toque dos veces antes de entrar, no quería equivocarme y que hubiese alguien más.

La puerta se abrió y una mano tiro de mi hacia su interior.

Sus manos agarraron mis caderas, dejándome contra la pared. A continuación estampó sus labios contra los míos.

- Dios... estas dos horas se me han hecho eternas- dijo Laura entre besos.

- A mi también- rodeó su cuello con mis brazos.

- ¿Te he dicho que estas muy guapa?- sonrió sobre mis labios.

- Mmmm unas diez veces esta mañana, pero sigue diciéndome lo, me gusta- volví a besarla.

Sus manos bajaron a mi trasero, para apretarlo a su antojo. Si seguíamos así nos perderíamos el resto de las horas y, aunque me pareciese un plan increíble, no podíamos, no aquí.