TREASURE | YoongYeon

005

—Lárgate.

—P-pero Yoon-

—¿Qué no escuchaste? Dije que te largues.

A su lobo le ponía un poco triste que tuviera que separarse de la menor, pero tenía que hacerlo, ya que si seguían de esta manera todo iba a resultar peor.

Yoongi se había comenzado a desesperar, se estaba gritando a sí mismo y regañándose por todo lo que acababa de pasar, por su culpa, porque él no pudo controlarse. Pero, ¿Quién manda a la omega a quedarse ahí dentro? Sabiendo que estaba con un alfa en pleno celo. Pero bueno, tampoco podía echarle la culpa, porque ¿Quién lo manda a él a demostrar debilidad frente a una tonta omega?

La castañita intimidada y sintiéndose indefensa solo bajó la mirada y salió, se sentía muy apenada.

"¿Qué hice?, seguramente ahora me veo como una puta entregándome tan fácil a él" pensó.

Pues, ella tampoco supo controlar sus acciones y se dejó llevar. Pero no podían culparla, el aroma de aquel alfa era tan increíble que simplemente la hacía querer más y más.

Una vez que ella salió, en el baño quedó un hombre insultándose repetidas veces.

—Ahora qué mierda le diré a Jungkook.

Suspiró y dió un golpe a la pared estresado. Pero, Jungkook no tenía por qué saberlo, ¿no? De todas formas, él nunca estuvo siendo uno solo con Nayeon, y eso no cuenta como traición. ¿Verdad?

Entonces, si esa tonta omega abre la boca estaría jodido, totalmente jodido.

Nunca debió quedarse dentro del baño en pleno celo con una omega también en su celo. Para empezar, ni siquiera tenía en sus planes que hiciera tales cosas con esa persona. Y eso era lo que más le cagaba.

Está bien, lo único que debía hacer era cambiar de identidad y viajar al otro lado del mundo para empezar de cero y que nadie se entere de lo que sucedió. Fácil.

Arregló su pantalón listo para salir, pero el vibrar de su celular lo detuvo. Lo sacó y estaba seguro de que se volvió tan pálido (más de lo que ya era) que se veía como un fantasma.

<< ¿Qué le hiciste a Nayeon? >>

Era su amigo, casi le faltaba el aire al pensar que aquella boba omega le había ido a contar todo, era su fin.

Definitivamente esto no podría hablarlo por mensaje ni llamada, así que rápidamente le quitó el seguro a la puerta y salió casi volando del lugar, en dirección a la casa del alfa menor.

Una vez ahí, tocó la puerta una, dos, tres y cuatro veces, no había respuesta.

—Yoongi—finalmente abrió, pero su atención se la robó la pequeña omega que estaba detrás de él.

—¿Hay algo que me quieras decir?

—Fue su culpa.

—¿Qué?

—¿Qué de qué?

—Kook, ya te dije que no pasó nada.—exclamó Nayeon.

—¿Y por qué tienes impregnado su olor de una manera tan intensa?

—Solo la ayudé a llegar a su casa sin que se le ofreciera a cualquier alfa que se le acercara-miró de manera amenazante a la castaña.

—¿Y tú qué? Eres un alfa al lado de una omega en su celo.

—Pero yo sé lo que es tener autocontrol.

Sí, claro Min.

—Pero hyung, se fueron del parque sin avisarnos nada.