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¿Quién lo diría? Min Yoongi corriendo para buscar a la persona más detestable que conoció en toda su vida, sí.

Él no lo quería aceptar, pero le preocupaba que la menor esté sola en ese estado y en un lugar público y lleno de alfas como ese. Definitivamente lo que sucedía con la vida de Nayeon no era de su incumbencia, ella misma se busca los problemas al no estar preparada, ¿verdad? Pero Yoongi a pesar de ser un amargado y gruñón, tenía corazón, porque sí, era una persona con sentimientos como cualquier otra, no era un monstruo que no demostrara empatía ni compasión alguna. Claro que existe una gran diferencia entre dejar sufrir a su peor enemigo y dejar sufrir a una persona que reconoce que personalmente no se ha metido con él ni le demostró desprecio, por lo tanto, a pesar de que le caiga mal aquella omega y sea muy insoportable para él y para su vida, no podía evitar sentirse mal si algo le llegara a pasar, ya que quedaría en su mente que seguramente era el único que sabía y pudo haberla ayudado pero sin embargo no hizo nada.

Ahí es cuando paró en seco. Otra vez estaba pensando solo en él y no en los demás. Realmente la estaba ayudando para evitar sentirse culpable consigo mismo si le llegase a pasar algo, no para salvarla a ella en sí, para salvarse a sí mismo de su "imagen".

—Al diablo, de qué sirve hacer algo bueno por alguien, de todas formas pronto olvidaré que existe.—chasqueó la lengua y siguió caminando pero esta vez a una velocidad normal.

Min, al crecer en soledad, siempre fue una persona desconfiada, vivía pensando en que ninguna persona podría ser de confianza, le costaba contar su vida privada y su información personal a alguien, y, además de costarle tampoco era como que le gustaría, para nada, disfrutaba su silencio y soledad, creía que estaba bien sin tener alguien en quién preocuparse, alguien en quién gastar tiempo valioso porque para él, al final todos se vean, todo lo que viene se va. Y, como dijo uno de los cantantes que admira, "lo que viene fácil, se va fácilmente". Yoongi era un tipo reservado, y no se quejaba de eso, su pasado e infancia no fue tan interesante para él como para que la idea de ir a un psicólogo se le cruzara por la mente, pero sí que lo marcó demasiado. No era una persona de muchos amigos, de hecho, desde pequeño le costó abrirse hacia los demás, y en ese momento a él no le gustaba ser así, aprendió a serlo a medida que crecía. Los pocos amigos que conseguía de alguna u otra manera acababan rompiéndolo por dentro, ya que si no fingían ser sus amigos para luego burlarse de él, se acercaban por interés hacia sus "buenos juguetes", si no era eso era porque las niñas que les gustaban se fijaban en él y si no era por eso, era que la hipocresía les llegaba a más arriba que la cabeza, aún siendo niños, adolescentes o jóvenes, siempre lo tacharon de un ser sin corazón o como antes lo apodaban, un "monstruo". Todo aquello sin contar el increíble rechazo que tuvo por su propia madre, aunque claro, actualmente ella aprendió de sus errores y está siendo lo que mejor puede, pero vamos, una situación que ocurrió en la infancia no se resuelve con un simple "perdón" siendo ya un adulto, eso le marcó su vida entera y lo desarrolló como persona.

Al alfa poco le importó dejar a su amigo y la omega en la feria sin decirles nada, de todas formas le aburría estar ahí, Nayeon se robaba la atención de su amigo y con Tzuyu no le apetecía hablar. Había estado caminando demasiado, cosa que no le habría gustado si hacía calor, pero esa misma tarde estaba el cielo nublado, parecía que llovería y para él ese era el clima perfecto. Probablemente no tardaría en llegar a su casa para lanzarse a su cómoda cama a dormir o comer chatarra mientras ve una película en la televisión. 

Caminaba mirando todas las tiendas que se encontraban alrededor suyo, era increíble lo rápido que se llenaban las cafeterías apenas abrían, incluso antes de que lo hagan ya había una gran fila de personas esperando afuera por su apertura. Pero le pareció raro el que una cafetería abriera tan tarde, estas suelen estarlo desde la mañana ¿cierto?. Curioso decidió meterse entre las personas al ver que la cafetería apenas abría. En cuanto llegó a la puerta y notó un gran listón beige cubriendo la entrada, entendió que se trataba de la inauguración de una nueva cafetería. 

TREASURE | YoongYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora