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—Carajo, no debí comprometerme a una cita con una niña rica.

Increíblemente Min YoonGi se estaba desesperando por la salida que tendría con Tzuyu, la hora le estaba haciendo una mala jugada y estaba llegando demasiado tarde. Él pensó, que como Tzuyu era una "niña rica" sería especial en el tema de la hora y le haría un escándalo que tendría que soportar por el resto del día. Pero no fue así.

Al llegar, Tzuyu se encontraba con una gran sonrisa dibujada en su rostro y lo saludó gustosa. Yoongi bufó amargado de...¿La nada?

—¡Buenos días!

—No son buenos si me tengo que levantar temprano en un día sin clases.

—¿Verdad que sí? Perdona, tu amigo dijo que estaba bien a esta hora para ti—llevó uno de sus mechones detrás de su oreja y sonrió—Pero es un día muy bonito, podemos comer helado y tomar bebidas congeladas mientras caminamos por el parque y oh-OH! ¡Podemos ir de compras! De hecho, no me decido por qué par de zapatos llevar, podrías ayudarme a elegir el correcto—se quedó en silencio unos instantes y luego volvió a hablar—¡Lo olvidé por completo! Tenía que recoger un par de paquetes, no te molestaría ir conmigo, ¿verdad? Pero, ¡no importa! Anoche la pasé un poco mal, mi amiga enfermó nuevamente y no pude dormir por lo preocupada que estuve, ¿conoces a mi amiga? Es Nayeon seguro que sí. ¿Te agrada?, Bueno, eso no importa ahora, creo que estoy hablando demasiado.

El alfa gruñó al escuchar aquel nombre y cerró los ojos tratando de controlarse, si que esa omega era una verdadera parlanchina.

—Claro. Fingiré que no oí, pero el tema de las bebidas congeladas suena tentador. No puedo seguir soportando más esta calor—soltó un chasquido y empezó a caminar sin esperar a la menor—Por eso odio salir temprano, el sol siempre me jode el día.

La pequeña omega rápidamente lo siguió apresurando su paso para poder alcanzarlo y quedar lo suficientemente cerca.

—¿Una malteada?

—Suena bien, ¿conoces algún lugar cerca?

—¡Por supuesto! Vamos—lo tomó del brazo y apresuró su paso para cambiar de rumbo.

—Conozco un lugar donde hacen las mejores malteadas de todo Seúl, estoy segura de que te va a encantar.

—¿En serio?—la miró arqueando una ceja aún caminando a su ritmo—Espero que valga la pena.

Ambos jóvenes se dirigieron al lugar en el que se supone que estarían bebiendo la mejor malteada de Seúl. Pero al entrar, Yoongi quiso vomitar.

—Este lugar apesta.

Realmente no. Pero para él sí, ese lugar apestaba solo a algodón de azúcar. Todo estaba de colores pasteles en los que el rosa y celeste eran los que más se robaba la atención de los clientes.

Tzuyu llevó a Yoongi a una mesa y se sentó a su lado. Esperando a que le llevaran la carta para poder pedir, cosa que acabó siendo de mala suerte para el alfa, pues, justo cuando la camarera se acercaba a ellos con la intención de entregarles la carta, no se dió cuenta de quién venía por su costado y acabó chocando con la persona que llevaba dos batidos y un pedazo de pastel, haciendo que estos caigan en el cabello y cuerpo del mayor, también ensuciando el sedoso cabello brillante de la pequeña omega.

—¿¡Qué diablos!?

Min de levantó enojado y una vez se limpió lo que pudo con servilletas, alzó la mirada para buscar a las responsables de aquel desastre, encontrándose con unos grandes ojos que se le hacían bastante familiar.

—¡Oppa!—exclamó sorprendida la rubia, tratando de limpiar el dulce que tenía en su cabello.

El de tez pálida gruñó al ver que la omega responsable del desastre había vuelto después de haberse ido por unos segundos, trataba de limpiar el cabello de su acompañante y la ropa de él mientras pedía un montón de disculpas. Se alejó bruscamente y luego de dedicarle una dura mirada asesina, salió hacia los servicios higiénicos.

TREASURE | YoongYeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora