3~ Tras las clases

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Llegaron las 4 pm, estaba revisando algunos parciales de la clase a la cual doy matemáticas, mi atención cambio cuando oí la puerta de mi oficina abrirse, vi a kocho entrenar, se me olvidó completamente que la di las llaves, se sentó al lado de mi y comenzó a hablar

"Tomioka sensei, tengo miedo por mis notas, no quiero que bajen por este examen, ¿no hay nada que pueda hacer?" -ella se zafó a mi brazo su voz era coqueta y tierna, su cara tenía una expresión igual de tierna y coqueta, es como si fuera una versión diferente a la normal, actuaba como una chica la cual solo podría soñar con tener.

"¿Que tienes en mente kocho? Más estiramientos como los de esta mañana podrían funcionar" -intente actuar como si no supiera lo que insinuaba pero estaba claro que era una oferta que no nadie podría rechazar.

"Haría lo que fuera por más nota tomioka sensei, ¿que te parece si por tocarme me subes un punto al menos?"

"Tu...¿me dejarías hacer eso?" -ni si quiera cuestione las cosas claras como que es algo inmoral todo esto, ella rió levemente y agarro mi mano, sabia que quería hacer y no iba a decir que no.

Puse mi mano en uno de sus pechos, puede ver como su cara sonrojaba cuando empecé a masajearlos, eran tan suaves no pude contenerme, la quite la sudadera para tocarla mejor. Pude sentir sus pezones poniéndose duros a través de su camisa, me estaba volviendo loco y sus pequeños gemidos no ayudaban, no resistí y bese su cuello dejándole chupetones en el, ella no hablaba y solo acaricio mi cuello.

Mis manos subieron al cuello de su camisa y empecé a desabrocharla sin preguntar, supongo que deberé darla un punto más por cada cosa que haga pero no me importaba, tras quitarla su camisa baje y me puse de rodillas ante ella, puse sus piernas en mis hombros y la toqué a través de su ropa interior, estaba tan mojada que casi no me aguantaba a mi mismo, la bajé su ropa interior, la vi con deseo en sus ojos no pudiendo contener sus gemidos, comencé a tocarla y estimular su clitoris mientras mi lengua entraba en ella, sus tiernos gemidos me hacían derretirme, saqué mi lengua y metí mis dedos, su cara de éxtasis era única mientras la chupaba y succionaba el clitoris y metía mis dedos dentro de ella, mi pene estaba a punto de explotar con excitación de todo el estímulo que estaba recibiendo de tan solo hacerla esto a kocho.

Decidí levantarme, kocho se veía sorprendida y sonrojada, la toque sus labios antes de besarlos apasionadamente. Sus gemidos cubrían toda la habitación poco a poco se iban convirtiendo en ella llamándome.

"¡Tomioka sensei!" -la escuche llamándome y abrí los ojos, ella...estaba vestida al lado mía y parecía molesta, no me creo que todo eso fuera un sueño, ni si quiera pude escuchar las cosas que me dijo después por la sorpresa que tenía.

"Perdón kocho no dormí bien hoy, ¿puedes decirme por que estás aquí?"

"Te lo acabo de explicar, tu memoria de anciano de verdad es la peor" -estaba confirmado ya que esta era la kocho de verdad, su tono burlesco volvió y de la peor manera.

"Perdón aún estaba despertándome."

"Te lo dejo pasar esta vez, uzui san volvió a explotar algo y acabó la clase antes y no me apetecía estar haciendo nada, por eso vine contigo"

"Ese uzui...podías haberte ido a casa pero me alegro que hayas venido conmigo" -un sentimiento de amor llenó mi pecho, aún que kocho fuera algo mala conmigo a veces podía ser tierna, es realmente como un gato.

"¿Y por que no vamos juntos tomioka sensei? Seguramente piensen que somos nieta y abuelo si nos ven" -antes de que pudiera decir nada me agarró de la mano y caminamos juntos a nuestras respectivas casas.

Los secretos del profesor TomiokaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora