Esposo Sustituto || KookV

Prólogo

—¡Te he dicho que me sueltes! —Taehyung seguía tratando de deshacer el agarre firme de las manos de Changwoo -el guardaespaldas de la familia- de su cintura, pero Changwoo, a comparación suya, era prácticamente un gigante y sus 1.79 m no iban a hacerle frente a los casi dos metros de altura del susodicho.

—Changwoo, haz que vista esto —su padre se acercó con el traje de bodas perfectamente planchado y se lo extendió al guardaespaldas—. ¡Venga, de prisa!

—¿Están de acuerdo que esto es en contra de mis derechos? ¡Porque los voy a demandar! —Taehyung amenazó, lanzando patadas al aire.

—¿Por qué te comportas de esa forma? —su madre inquirió, cruzándose de brazos y le lanzó una mirada de desaprobación—. Nosotros no te educamos así, Kim Taehyung.

Taehyung apenas entreabrió la boca para responder cuando de pronto la puerta de la habitación se abrió abruptamente.

—Señora Kim, el joven Taeho sigue sin ser localizado —una de las asistentes informó.

—¡Ese idiota! —su padre exclamó, apretando los puños—. Trabajamos arduamente para pactar este matrimonio y se le ocurre huir treinta minutos antes.

—¿No has pensado que a la gente no le gusta que le obliguen a casarse? —Taehyung bramó. Su madre le dirigió una mirada de advertencia que le hizo tragar saliva—. Sólo decía...

—No me importa lo que hagan, pero encuéntrenlo. Búsquenlo por mar y tierra si es necesario —ordenó su madre, con esa expresión seria que te hacía saber que hablaba en serio.

—Sí, señora Kim —la asistente asintió y salió con prisa de la habitación.

Taehyung notó cómo su padre se sentaba en uno de los sillones y presionaba sus dedos contra su sien. Seguramente se sentiría estresado y por un segundo, incluso sintió algo de lástima al verlo, pero entonces recordó el porqué estaba así en primer lugar y sólo pudo fruncir el ceño y desviar la mirada.

—Cariño —escuchó la voz de su madre—. No te preocupes por Taeho.

—Nunca nos causó problemas —su padre suspiró—. Siempre ha sido un hijo bueno y obediente, no imaginé que fuera capaz de hacernos esto... ¡No lo imaginé de él! Podría creerlo si viniera de Taehyung, pero no de él.

—¡Hey! —Taehyung rechistó—. Cualquiera huiría de una boda arreglada, incluso su perfecto hijo.

Su padre se levantó con rudeza y caminó hacia él. Le apuntó con el dedo y gritó: —¡Sigue! ¡Sigue hablando, Taehyung! Si tú también quieres arruinar esta boda lo que nos va a costar el cuello a toda la familia y pondrá en peligro el patrimonio de cada generación de los Kim, entonces hazlo ¡Huye también igual que tu hermanito!

—Bien, de todas formas ni siquiera conocí a mis abuelos —Taehyung le restó importancia y se encogió de hombros, decidido a marcharse de ese lugar por la puerta.

—Si das un paso fuera de esta habitación, ten por seguro que te quitaremos todo lo que has comprado con nuestro dinero. En el momento en el que salgas de esta habitación y no sea con ese traje de bodas, entonces olvida que eres un Kim y no vuelvas a pedir algo de nosotros —su madre habló decidida.

Taehyung mordió su labio inferior con tanta fuerza hasta el punto en el que pudo sentir ese sabor metálico característico de la sangre bailar sobre su lengua y de pronto se encontró sintiéndose atrapado en un torbellino de emociones. La tensión en la habitación era palpable, los bufidos de su padre, las amenazas de su madre, el agarre de Changwoo todavía reteniéndole de intentar huir. Sentía que la cabeza iba a explotarle en cualquier segundo.