Who is he?

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Lee Minho, un hombre de 21 años, estaba felizmente casado hace unos 3 años y medio; su esposo era alguien de muy buen corazón, bondadoso, amable, cariñoso... Él era todo para Minho.

Hace dos semanas exactamente, la pareja de Minho tuvo un accidente automovilístico en camino a comprar la cena, el día de su aniversario número 5. Lamentablemente este choque hizo que su esposo muriera, pues había perdido una cantidad grande de sangre al chocar con un auto y un árbol; los doctores hicieron hasta lo imposible por poder rescatar su vida pero no lograron nada.

La noticia derrumbó la vida de Lee, su corazón se partió en miles de pedazos pequeñitos. Su esposo era el que más lo animaba a seguir adelante, que lo ayudaba con sus problemas, hasta le hizo superar una depresión que había pasado por la muerte de su padre.
Minho dejó de comer, salir, animarse, todo, lloraba todos los días al punto de que no podía más de lo hinchado que tenía los ojos, solo se levantaba a cuidar a sus tres gatitos, Soonie, Doongie y Dori.
Tuvo que ir al psicológo y a terapia, además, había entrado en depresión nuevamente y más fuerte que la vez anterior.
Lee llegó a intentar suicidarse en dos ocasiones distintas pero sus amigos sabían la gravedad de este, siempre estaban al pendiente de él y que no se hiciera daño.

–Li, porfavor come..- Rogó Felix intentando darle de comer un poco de fideos instantáneos a Minho.
–No quiero.- respondió de una manera muy firme
–Porfavor, te hará bien...- Suplicó Chan acariciando la cabeza de Minho.
–Hyung, tardará en pasar tu tristeza, pero come porfavor, te hará mal no comer.- Agregó Jeongin a las suplicas de sus amigos y abrazó a Minho.
Lee suspiró limpiandose las lagrimas que se ubicaban por toda su cara con un pañuelo y abrió la boca esperando que la comida llegase a esta.
Jeongin, Bangchan y Felix se alegraron muchisimo ante aquel acto de su amigo y Lix rápidamente le dió de comer.
–¡Bien hecho Hyung!- Lo abrazó Jeongin nuevamente.

Luego de unas horas animandolo, todavía no lo conseguían, ya que Minho seguía viendose triste, su única solución fué llenarlo de amor y abrazos, acompañado de las comidas favoritas de Lino y finalmente se fueron felices de la casa de Minho, le pidieron que se cuide y cada uno lo abrazó.

A las 7:20 PM, estaba atardeciendo y el cielo se pintaba de hermosos naranjas y rosas, un atardecer perfecto para cualquiera... Menos para Minho; para el era otra caída del sol apagada y gris, sus gatos le estaban pidiendo salir.

𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰
suspiró –Está bien... Nesecito un poco de aire.- Se puso algo abrigado, agarró las llaves de su casa, su teléfono, las correitas y sacó a sus gatitos a paso lento hacia el parque que estaba junto a su casa.
–¿Les gusta salir?- Dijo con una pequeña sonrisa mirando a sus gatitos jugar.

No tenía muchos animos de estar allí pero sus mascotas no salían hace rato y quería que se distrajeran con algo.
Estuvieron en el parque una hora y media, sus gatitos se notaban cansados entonces decidio alzar a los tres en sus brazos.
–¿Se cansaron ya?- Dejó un besito en la cabeza de cada uno. Siguió caminando mirando el cielo, la brisa pegaba fuerte contra su rostro, recordó lo mucho que le gustaban los atardeceres a su amado y sonrió, aunque rápidamente unas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Finalmente se cansó después de llorar bastante, tenía los ojos algo hinchados.

Estaba caminando sin mirar adelante y se tropezó con una roca del camino.
Sus gatos saltaron de sus brazos pero el cayó contra el suelo de piedra y se lastimó la rodilla y el tobillo.
–Ouch.- Minho se quejó tocandose el tobillo, la piedra era puntiaguda así que además de hacer que se doble el tobillo le cortó una pequeña parte de su pierna.

Un chico que iba pasando lo vió y corrió en dirección a él.
–¿Estas bien?- le preguntó preocupado.
–Si.. creó que me enguincé el tobillo.- Dijo adolorido sin mirar a quien tenía al frente.
–¿Nesecitas que te lleve al doctor? Tengo mi auto aquí cerca.- Le ofreció el chico, este estaba intentando parar a Minho para que pudiese caminar y no quedase tirado en el suelo.
–Gracias, si no es molest- Respondió para quedarse atónito viendo a la persona que tenía frente a sí.
El chico era idéntico a su esposo fallecido, mismos ojos tiernos, nariz, boca, cachetes..

...? El chico puso una expresión de confusión ante la reacción de Minho.

Lee no tardó en empezar a llorar pero no quería que lo viesen a si, por lo qué bajo su cabeza con ninguna intención de mirar a la persona que le ofrecía ayuda.
–No, no pasa nada, ¿podrias llevarme al hospital?- Dijo con la voz quebrada y el chico de cachetes lindos enseguida se dió cuenta.
–Claro.- Lo ayudó a levantarse. –¿Y tus gatos?- Le preguntó.
–Ellos nos siguen, no te preocupes.- Subieron al auto junto a los pequeños gatos y el chico condujo en dirección al hospital.

–¿Como te llamas?-
–Soy Lee Minho, pero dime Lee Know.- Le respondió.
–¿Y por qué Lee Know?, si es que puedo preguntar -
–No me gusta que me digan por mi nombre.- contestó sin mucha energía.
–Está bien, yo soy Han Jisung, pero dime Ji- Agregó con una voz muy amable.

𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰

((¿Por qué es tan parecido?, incluso su voz es idéntica, parece ser amable, igual a él, carajo.))

-¡Llegamos!- anunció Hanji y salió del auto para abrirle la puerta.
–Gracias, Jisung.- Suspiró y Han lo ayudó a levantarse de su asiento.
–No hay de qué.- lo llevó hacia la entrada donde pidió unas muletas para Minho y lo sentó en una silla.
Rápidamente los atendieron y Hanji se quedó afuera esperando nervioso.

((Espero que Lee Know esté bien, se veía desanimado..))
Pensaba Han, simplemente se sentó a esperar hasta que Minho salió con las muletas y un yeso en la pierna luego de 5 minutos.
–¡Lee Know!- Exclamó yendo hacia el.
–Estoy bien, no te preocupes...-
–Te llevo a tu casa y en el camino me cuentas todo, ¿quieres?- Recargó a Minho en su hombro listo para salir del Hospital.
–Ok.- Contestó y caminó con dificultad.

Subieron al auto y Han preguntó como se sentía y que le había dicho el doctor, se veía que era bondadoso y amable.
–Tendré que tener este yeso unas 2 semanas y también tengo que ir a terapia para recuperarme.- Dijo mirando por la ventana agotado.
–Ohh, entiendo...- Le respondió y volvió a hablar –Pásame tu número. -
–¿Eh?-
–Ya sabes, por si nesecitas ir al doctor de urgencia, te duele algo o le pasa algo a tus gatitos, me caiste super bien, Linito.-
((¿Linito? Que apodo mas absurdo.)) Pensó Minho antes de hablar.
–Está bien, es ******, te lo anotaré, ¿tienes papel y lapicera?-
–Si, ahí mira- Señaló la güantera.
Minho escribió su número y se lo dejó en un lugar donde se pudiera ver.
–¡Gracias Linito!, no te molesta que te diga de esa manera, ¿cierto?- Miró a Minho a lo que este negó con la cabeza.
–Okip- Contestó y siguió manejando.

Llegaron a la departamento de Minho y abrieron, una linda casa de esas típicas de los k-dramas.
–¡Adiós Lino!- Se despidió Han y abrazó a Minho a lo que este lo agarró con fuerza y no lo dejaba ir.
–¿Linito? ¿Qué pasa?- Preguntó el menor confundido.
–No te vayas.. Quédate aquí.- Minho empezó a llorar de a poco.
–¿Estas bien? ¡No llores!- Se alejó un poco y le limpió las lagrimas.
–No te preocupes, pero, ¿podrías quedarte aquí hoy? Porfavor solo esta vez, te lo pido.- Suplicó Minho mientras seguía abrazandolo, por alguna extraña razón, Minho se sentía aliviado entre los brazos de Jisung.

Han suspiró más tranquilo al notar que habían dejado de caer las lagrimas de las mejillas de Minho al decirle que si se quedaría.
–Gracias, Jisung.- Minho se secó los ojos pasó a la casa.

Pideron pizza y bebidas para comer y luego fueron a dormir. Minho había descubierto que Han era alguien muy divertido y amigable, era sociable y con sonrisa preciosa; muy parecido a su esposo fallecido, lo que desánimo a Minho.

–Duerme en la cama, yo dormiré en el piso.- Dijo Minho.
–No hace falta, ¡yo duermo en el piso!- Contestó Han sonriendo, tan tierno.
–Insisto.- Dijo Minho.
–Okeyyy..- Han se acostó ya con una remera que le había prestado Minho y se durmió profundamente; en cambio Minho no podía dormir, miles de pensamientos iban de un lado a otro en su cabeza.

((¿Por qué es tan parecido?
Esto no puede ser.
No es posible que exista alguien idéntico a él.
Todo de él es igual.
Agh, odio esto.
Le escribiré a los chicos.))
Y así lo hizo, contó detalladamente de principio a fin como había pasado todo, recibió algunos consejos, más de parte de Channie, quien le dijo que tratara de no lastimar a aquel chico, estaba seguro de que Han no se sentiría cómodo sabiendo que durmió en la casa de alguien cuyo esposo había fallecido y era idéntico a él.

Flor morada.  |MINSUNG| ୨▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora