ʀᴇᴍᴇᴍʙᴇʀ ᴘʟᴇᴀꜱᴇ - Hyunho Omegaverse

thirty-six

•~Hyunjin~•

Parpadeo varias veces, aunque la cabeza dolía un poco, aún retrocedi, miró a los lados en busca de él, mi lobo se sentía ansioso y asustado.
Quería que Minho apareciera y me ayudara, porque sabia que Areum era un Alfa y podía hacerme daño sin importarle puesto que no era su omega.

—¿A quién buscas?— Y era como una especie de deja vu, un escenario que parecía repetirse.

—¿Cómo llegó hasta aquí?

—¿Recuerdas que te dije que tengo trabajadores a mi merced?— Continua acercándose a mi.— Alguien los ha estado vigilando, sabia lo que podía pasar tras el regreso de Minho y tu cerca de él.— Soltó una risa tan fuerte.— Dios, no has cambiado en nada, aunque hayas perdido la maldita memoria sigues aferrandote a ellos.– Continúa caminando hacia mi, y yo retrocedo.

La veo hacer una seña y algunos hombres salen detrás de los árboles, mi respiración se agita, mire a los lados, tratando de encontrar alguna salida, y por acto de supervivencia comencé a correr, sin siquiera mirar atrás, mi lobo estaba tan inquieto, aterrado, quería a Minho, él tenía razón.

Había sido una pésima idea, una estúpida idea.

¿Esto terminaría hasta aquí?, ¿todo acabaría aquí por mi maldita terquedad?

Logre escuchar pasos a lo lejos, ramas quebrarse, volteo y los note tan cerca, y como si todo se estuviera repitiendo, resbale, cayendo en lo más alto de aquel barranco, golpeandome todo el cuerpo y en especial la cabeza, soltando un gemido de dolor.

Cerré los ojos al sentir que todo daba vueltas, la cabeza dolía.

Intento levantarme, aunque todo dolía, dolía demasiado.

—Minho.— Murmure con los ojos cristalizados, estaba demasiado asustado.

Una gota de sangre cae al piso, era tan notorio tras el césped estar cubierto de nieve.

Sollozo e intento levantarme, pero mi mirada se levanta cuando unos pies se acercan.

—Y la misma absurda escena se vuelve a repetir, ¿lo recuerdas?— Hace un leve puchero.— Cierto, lo olvidaste.— Comenzó a reír.

Intento ponerme de pie, pero ella me lo prohíbe, empujandome.

—Eres tan terco Hwang Hyunjin, eres un maldito terco.— Dijo completamente molesta.— Si te hubieras mantenido alejado de mis hijos o al menos hubieras seguido con Jeongin nada de esto estuviera pasando otra vez.— Ella comenzó a apuntarme con la misma arma de hace años, aunque no sabía si me asustaba más dicho objeto o la manera en la que ella estaba actuando.— ¿Por qué querer recordar de nuevo?, ¿no era más fácil continuar?, ibas a arruinar todo, TODO, MALDITA SEA.— Me miró con molestia y suspiró.

—¿Dónde está Minho?— Murmure.

Ella soltó una carcajada tan escalofriante, haciendo eco por todo el lugar.

—Estoy apuntándote con un maldito arma, el mismo con el que te heri hace años y tu solo preguntas por Minho.— Se sentó en el piso y me miró.— Minho duerme ahora o eso espero.— Alzó lo hombros desinteresada.

—¿Cómo supo que estaba viéndome con Minho?

—Él repentino cambió de actitud de Minho, su ausencia de varios días en la casa, tu ausencia y sin ir a ver a Jeongin, tu falta de interés de él, Dios...— Se río.— Y Minho tomo algo que me pertenecía.— De sus manos salió un collar, un lindo collar que recordaba haber visto en una de las fotografías, pero la madre de Minho la llevaba puesta.