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Era tan raro. El estar besando a San era raro.

Pero Wooyoung no podía detenerse. No después de que, cuando lamió el labio inferior del menor, éste soltara un sonido sorprendido, casi un gemidito. Eso pareció tener todo el efecto contrario al que debería (enfriarlo, incomodarlo). Terminó chupando el labio de San para que abriera la boca y así darle un beso de verdad.

San tardó un poco en entender lo que el rubio quería, probablemente se sentía abrumado por la forma en que los labios de Wooyoung se movían sobre los suyos. Demandantes, ansiosos y resbaladizos. Para cuando por fin abrió la boca, Wooyoung no dudó en introducir su lengua lo más que la posición en la que estaban le permitía. Se sintió realizado cuando San gimió y se aferró a sus brazos, intentando por todos los medios corresponder.

Wooyoung se sentía tan poderoso con su amigo así; todo confundido y besado, tratando de mover su lengua de la misma forma en que él lo hacía. De algún modo la inexperiencia de San en esta clase de besos hizo que la polla de Wooyoung se crispará.

Uhm, interesante.

Cuando se separó, deslizando su lengua afuera, sonrió complacido al ver el rubor en las mejillas de San y sus ojos húmedos. Sin mencionar que apretaba sus piernas con fuerza para que su miembro permaneciera dormido.

A ninguno de los dos parecía importarle que acababan de besar a su mejor amigo de toda la vida.

─ ¿Te gustó? ─ preguntó Wooyoung con el ego ansioso. La respuesta era tan obvia que no se sorprendió cuando San lo mató con la mirada, justo antes de asentir con la cabeza. ─ ¿Quieres otro? ─ el pelinegro volvió a asentir, y de inmediato Wooyoung juntó sus labios de nuevo.

Y de nuevo, y de nuevo, y de nuevo.

─ Lo sabía.

Cuando se separaron al escuchar aquella voz, se encontraron a Yunho -el hermano de Wooyoung- en la puerta con Jongho, su pareja. Ninguno de los dos lucía impresionado por el hecho de que ellos estaban comiéndose la boca. Es más, casi se veían como si les contentara aquello.

─ Pensé que ibas a quedarte en la casa de Jongho. ─ dijo Wooyoung, consciente de que San estaba ocultando el rostro en su cuello.

Yunho alzó una ceja. ─No me cambies el tema. ¿Desde cuándo tú y San son novios?

─ No lo somos. ─ contestó sin pensarlo.

Jongho le murmuró algo a Yunho al oído que hizo al de cabello azul reír levemente.

─ Vale, vale. Esto tiene más sentido. ─ miró a su hermano de nuevo. ─ Sólo vine a buscar unas cosas, pero te recomiendo que suban a tu habitación por si mamá llega. Vamos, Jongho. ─le dijo a su novio y empezó a caminar hacia las escaleras.

El chico castaño le hizo una reverencia corta a San y Wooyoung antes de seguir a Yunho.

Cuando escucharon la puerta cerrarse, San soltó una risita nerviosa.

─ Ese bastardo... ni siquiera pudo fingir estar asombrado. ─ Wooyoung río y le acarició la espalda.

─ Nadie lo estaría. Te lo dije, lo único que nos faltaba era esto. Soy prácticamente tu esposo.

San se salió de su cuello y se acomodó el cabello con una mano, sonriéndole dulcemente a Wooyoung.

─ ¿Y estas bien con eso? Eres heterosexual. ─ Wooyoung le miró sin ningún rastro de inquietud.

─ Uhm, pues admito que es bastante extraño, ser cuestionado por mi forma de tratarte, y ahora besarte.... pero como, como no fue realmente malo. ─ frunció los labios un poco. ─ Me gustó besarte. Pensé que si lo hacía cambiaría de opinión, pero no fue así. Ahora lo quiero, lo quiero tan mal. ¿Eso me hace gay?

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