"La Evolución del Stoneheart Grape"

Capítulo 1: La Traición

Minuro Mineta había sido siempre el hazmerreír de la Clase 1-A de la U.A. High School. Su peculiaridad, que le permitía generar pequeñas esferas pegajosas con sus manos, no se comparaba en fuerza ni espectacularidad a las de sus compañeros. A pesar de ello, siempre había sido leal a sus amigos y dispuesto a ayudar en cualquier situación.

Pero esa lealtad había llegado a su fin.

Un día soleado y claro, Mineta se encontraba solo en la cafetería de la escuela, absorto en sus pensamientos mientras tomaba un café. Aunque había aprendido a vivir con las burlas y miradas condescendientes de sus compañeros, una sensación incómoda comenzó a crecer en su pecho. Le pareció que las risas y los murmullos de sus amigos en una mesa cercana eran un poco más fuertes de lo habitual.

Intrigado y herido por la posibilidad de que sus amigos lo estuvieran traicionando, Mineta decidió investigar. Dejó su café a un lado y se acercó sigilosamente a la mesa de sus compañeros, ocultándose detrás de una columna.

Mientras se escondía detrás de la columna, Mineta pudo escuchar con claridad la conversación de sus amigos. Escuchó su nombre y una risita en tono burlón. Se sintió traicionado y decepcionado. "¿Cómo pueden hacerme esto después de todo lo que he hecho por ellos?", pensó para sí mismo.

Mineta decidió escuchar un poco más, esperando descubrir más información sobre la supuesta traición de sus amigos. Pero lo que escuchó a continuación lo dejó estupefacto.

"¿Y qué me dices de su cuerpo? Tan pequeño y delicado. Sería fácil de dominar", dijo Katsuki Bakugo, uno de los compañeros de Mineta, seguido de risas de los demás.

Mineta se sintió enfermo. ¿Cómo podían estar hablando así de él? ¿Cómo podían haber planeado algo?

Los comentarios que escuchó lo golpearon como un mazo.

"Mineta es inútil, ¿verdad?", dijo Kirishima, un chico con el poder de endurecer su piel.

"Bueno, sí, no aporta mucho en las misiones", respondió Kaminari, el chico que controlaba la electricidad.

"Creo que podríamos prescindir de él", sugirió Uraraka, la chica que manipulaba la gravedad.

Las palabras resonaron en los oídos de Mineta como un eco doloroso. Su mundo se tambaleó en ese momento, y sintió un nudo en la garganta que le impedía respirar con normalidad. Estaba en shock; estos amigos a los que había defendido, protegido y considerado como su familia, lo estaban desechando como si fuera un objeto descartable.

Continuó escuchando, incapaz de apartar la mirada o de alejarse. Los comentarios despectivos continuaron, como dagas en su corazón. La traición que sentía en ese momento era más abrumadora de lo que jamás hubiera imaginado.

Después de un rato, Mineta se alejó sigilosamente, sin que nadie lo notara. Caminó por los pasillos con lágrimas en los ojos, tratando de procesar la magnitud de la traición que había experimentado. La confianza que tenía en sus amigos se había desmoronado en cuestión de minutos.

Finalmente, se encontró en su dormitorio, solo y vulnerable. Se dejó caer en su cama y sollozó en silencio. La traición le había golpeado como un tsunami emocional, y se sentía completamente perdido.

La traición de sus amigos lo dejó con una mezcla de ira y tristeza. Estaba decidido a demostrar que era más fuerte y valioso de lo que habían pensado. Mineta sabía que la traición había encendido una llama en su interior, una llama que lo llevaría a un nuevo camino, uno que lo convertiría en un vigilante.