Capítulo 2: La Noche de Reflexión

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La noche envolvía la ciudad en un manto oscuro mientras Mineta paseaba por las calles. Sus pensamientos se agitaban en su mente como una tormenta. ¿Debería continuar persiguiendo su sueño de ser un héroe independiente después de la traición de sus compañeros?

MINETA (pensando): (¿Vale la pena? ¿Realmente puedo hacerlo solo? ¿Ser un héroe independiente?)

Mineta caminaba lentamente, sumido en sus pensamientos, cuando de repente escuchó un grito de auxilio en una calle cercana. No lo pensó dos veces y corrió hacia el sonido. Lo que vio lo dejó sin aliento.

CIVIL EN APUROS: ¡Ayuda, por favor!

Mineta llegó al lugar para encontrarse con un ladrón amenazando a un ciudadano indefenso. El ladrón sostenía un cuchillo, y el terror estaba pintado en el rostro del civil.

LADRÓN: ¡Dame tu billetera o te haré daño!

Mineta actuó instintivamente. Rápidamente lanzó una esfera pegajosa que atrapó el cuchillo en el aire antes de que pudiera causar daño.

MINETA: (firme) Eso es suficiente. Déjalo en paz.

CIVIL AGRADECIDO: ¡Gracias, héroe! ¡Gracias por salvarme!

El civil agradecido se alejó rápidamente, y Mineta se quedó solo frente al ladrón. La tensión en el aire era palpable.

LADRÓN: (furioso) ¿Quién te crees que eres?

MINETA: (decidido) Alguien que no permitirá que lastimes a personas inocentes.

La confrontación se intensificó cuando el ladrón intentó liberar su cuchillo atrapado en la esfera pegajosa. Mineta se preparó para la pelea, lista para usar su peculiaridad en su máxima expresión.

El ladrón avanzó hacia Mineta, con un odio en sus ojos que no podía ocultar. Mineta se mantuvo firme, listo para lo que sea que venga. El ladrón hizo un movimiento brusco para tratar de liberar su cuchillo y atacar a Mineta con su arma, pero Mineta fue más rápido. Con un rápido movimiento de su mano, lanzó otra esfera pegajosa que atrapó al ladrón por completo, inmovilizándolo por completo.

MINETA: (triunfante) Lo siento, amigo. Pero el camino que has elegido no es el correcto.

El ladrón trató de luchar contra las ataduras pegajosas, pero fue inútil. Mineta lo dejó allí, atrapado y sin poder hacer nada. La adrenalina corría por su cuerpo, y se sintió victorioso por haber salvado a una persona inocente de las garras del ladrón.

Pero después de unos momentos, algo cambió en Mineta. Una sensación de emoción creció en su interior, un deseo que no podía ignorar. Se dio cuenta de que, a pesar de haber sido traicionado por sus compañeros, todavía amaba la emoción de ser un héroe.

MINETA: (pensando) Sigo siendo un héroe en el fondo. Tal vez todavía pueda hacerlo como un vigilante.

Con una sonrisa en su rostro, Mineta decidió que no dejaría que la traición lo detuviera. A partir de ahora, seguiría luchando por la justicia y protegiendo a los inocentes, sin importar lo que suceda en su camino.

"La Evolución del Stoneheart Grape"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora