III... comienzo

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El segundo día de vacaciones dió comienzo, Kunikuzushi se levantó más temprano que los demás como acostumbraban, a pesar de ser vacaciones, el índigo tenía por rutina tomar su tan nombrado té amargo una mañana antes de que el sol tomara el lugar de la luna por completo.

Y así lo hizo, su alarma sonó y se levantó de su cama estirando su cuerpo tanto como se le permitiera, quitando el entumecimiento de sus extremidades antes de bostezar para caminar rumbo a la cocina. Pasó por la sala de estar hasta llegar a la alacena y tomar una taza de ella, el silencio que estaba impregnado era increíblemente reconfortante...

Luego de haber dejado el hervidor sobre la estufa fue al sofá y se sentó, completamente relajado. Mirando por la gran ventana que daba hacia la playa, la gente comenzaba a salir de sus cabañas, quizás para desayunar algo antes de disfrutar el día..

Mientras tanto, él esperaba paciente a que el agua estuviera lista, esperando descansar lo que quedaba de la mañana antes de que sus ruidosos amigos salieran de sus recamaras solo para anunciar los planes que tenían para ese día hasta que la luna hiciera su aparición nuevamente. El hervidor comenzó con el silbido característico, Kuni levantándose del sofá luego de unos segundos de trance, yendo rumbo a la cocina para apagar la llama que calentaba la pequeña vasija con su agua hervida dentro.

Cuidadosamente lo sirvió en la taza, con un paño húmedo para evitar quemarse. Cuando el agua estuvo lista, tomó un sobre de los que estaban guardados en una pequeña caja y lo abrió, llevando la bolsita que tenía sobre el agua y esta no tardó en disolverse, el líquido pronto tomando el color que la pequeña bolsita tenía.

El olor, el vapor que soltaba y el silencio que recorría cada rincón de ese lugar se le hacía extremadamente familiar a su departamento solitario en Sumeru, el lugar al que había decidido mudarse para alejarse de sus responsabilidades familiares junto a su madre en Inazuma.

Cuando creyó que ya estaba listo, volvió a la sala y se sentó nuevamente sobre el sofá cruzando sus piernas, soplando despacio antes de llevar cuidadosamente el líquido a su boca, si ¡Ese era el sabor que tanto disfrutaba!

Cerró sus ojos, al menos, tenía el té que lo mantendría tranquilo por quizás el resto de la mañana, aún si llegaban sus molestos amigos o no, tenía lo necesario para mantener la cordura.

Y justo a tiempo...

- Tres, dos... Uno.. -como si ya lo hubiera sabido, un pelirrojo de cabellos alborotados se presentó repentinamente, estirando su cuerpo mientras se dirigía a él, sentándose a su lado.

- ¡Buenos días! ¿Llevas despierto desde hace mucho? -preguntó energético, como usualmente era.

- Si -admitió.

- ¿Disfrutando la mañana? No has cambiado nada, sigues igual que en la preparatoria -dijo divertido, recordar aquellos días le causaba nostalgia y diversión, habían sido buenos momentos...

- Uh.. -expresó, debía admitir para sí mismo que en verdad habían sido buenos momentos, sin embargo, nunca lo admitiría, por su orgullo...

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Luego de haber tenido una charla recobrando sus momentos vividos en preparatoria y parte de la universidad, Kuni sintió que desde hace mucho tiempo sus pláticas con Childe fueron más... Tolerables, no lo molestó con cada respiro y las situaciones que mencionaba lograban recordarle los buenos tiempos que habían sido esos.

Por ejemplo, el festival de otoño. Un evento donde los estudiantes de otros institutos y ellos podrían juntarse, ese día, hubo un concurso de chicas donde, como bien dice el nombre, solo ellas podían participar, debían cautivar a su público con su vestimenta, gustos generales y rutinas diarias, claro.. Lumine no perdió la oportunidad, no sola. Como el concurso tenía un límite de participantes, no todos pudieron ser ocupados, por lo que la segunda opción eran de.. chicos, haciéndose pasar por chicas. Y sorprendentemente si hubieron algunos que lo tomaron como oportunidad, unos por mera diversión y otros con la intención de quizás conseguir algo. Y Kuni... Bueno, el pobre fue prácticamente obligado. Vistiéndose de chica.. su actitud arrogante y distante por alguna extraña razón captó la atención de más de uno en el festival, quedando en segundo lugar, siendo el primero una joven de cabellos azulados, Ayaka... Chica que había llamado la atención de Lumine desde la secundaria, pero que tuvo que superar cuando se mudó nuevamente a Mondstadt.

𝗦ᴜᴍᴍᴇʀ 𝗕ᴏᴏ. . .★! [ʜᴇɪᴋᴀᴢᴜsᴄᴀʀᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora