𝗦ᴜᴍᴍᴇʀ 𝗕ᴏᴏ. . .★! [ʜᴇɪᴋᴀᴢᴜsᴄᴀʀᴀ]

IV... caras nuevas

- ¿Y bien? ¿Ahora qué quieren hacer? -preguntó Xiao cuando todos terminaron de comer, Xiangling retirando sus platos de a poco.

- ¿La playa? Me gustaría broncearme un rato -sugirió Lumine, Venti aceptó igual de entusiasmado pues hacía mucho que no veía las olas del mar tan de cerca.

- Recomiendo que usen mucho protector solar -se unió Xiangling a la conversación- los rayos del sol últimamente son más fuertes, quizás se deba a la temporada..

Zhongli asintió en ese sentido, si no se cuidaban lo suficiente corrían el riesgo de sufrir problemas de piel.

- Deberíamos buscar un lugar ya, en ese caso -sugirió Zhongli.

- ¡Oh, oh! Xiao, Venti y yo podríamos ir a buscar las cosas mientras buscan un lugar -propuso, los demás asintieron y a otros... Les dió igual.

Luego de haber armado sus planes como se debía inició otro de sus muchos posibles conflictos, la paga.

- No es correcto, yo pagaré, fue mi idea invitarlos... -insistió la rubia.

- No, yo les mostré el lugar, así que es responsabilidad mía -negó Xiao.

- ¿Por qué no dividimos el pago y cooperamos? Se evitan todo este desastre -comentó el índigo que comenzaba a sentirse desesperado por la pelea que no llegaba a ningún lado.

- Quédate con lo que sobre... -le susurró Childe a la chica más baja, esta asintió.

- Gracias por venir, espero que disfruten mucho su estadía -se despidió Xiangling, dejando a todos en un silencio intrigante.

- ¿Qué?

- ¿Uh? Childe ¿Tú pagaste? -preguntó Lumine, él no tenía nada que ver...

- A diferencia de ustedes, yo sí quiero aprovechar el día y no estar todo el día aquí discutiendo -alardeó- parece que el mar tiene buenas olas... ¿Entonces qué? ¿Nos vamos ya?

Todos compartieron miradas entre sí y finalmente cedieron, Xiao, Venti y Lumine se marcharían de regreso para buscar lo necesario en sus cabañas propias, mientras que el resto buscaría un lugar apropiado donde todos pudieran quedarse.

Venti tuvo que sufrir el ambiente incómodo que se generó entre ambos, ahorrándose sus comentarios y chistes para el final.

Mientras tanto estaban Childe, Zhongli y Kunikuzushi, buscado un lugar apropiado en el que quedarse el resto del día.

- Childe -lo llamó Zhongli y este volteó a su dirección casi al instante.

- ¿Si?

- No debiste haber pagado, pudimos cooperar. Me siento un poco culpable de que quizás te hayas dejado llevar por la desesperación de ese momento -admitió. El rostro del pelirrojo se coloró ligeramente por sus palabras, obligándolo a mirar a otra dirección.

- No fue así, no te preocupes por eso... -lo tranquilizó- el dinero no es algo que me moleste en realidad.. una tía que tengo en Snezhnaya manda con frecuencia mora a mi tarjeta bancaria, así que no suelo pensar mucho en eso -admitió, Zhongli lo miró con atención- ¿Uh? ¿Culpable, eh? -recordó las palabras que el mismo castaño había dicho, este resopló y se alejó de su lado adelantándose unos pasos más, Childe sonrió con diversión y se apresuró por quedar a su lado nuevamente. Kuni miraba a estos dos en silencio como un alma en pena, espectante.

Esperaba que su torpe amigo no metiera la pata esta vez, por que eso sería perder demasiado...

Finalmente encontraron un lugar, bastante cómodo para todos. Un espacio debajo de unas palmeras con grandes hojas, una sombra que hacía innecesario el uso de una sombrilla por ahora, pero que sería útil para más tarde. Sin más esperaron en el sitio, los bullicios eran algo que no podía faltar, las numerosas sombrillas de llamativos colores le daban al sitio el aura que necesitaba, adultos, jóvenes, niños... Una variedad inmensa de personas de distintas naciones.