"Dedicado a MB"

221 12 0
                                    

Cap: 7

A la mañana siguiente, Belgrano se levantó sin ganas de nada, sabía bien sobre los papeleos y todas esas cosas. Se levantó y se fue a dar una pequeña ducha donde había grandes baldes de agua para todos, pensando que estaba solo ya que eran las 4-5 de la mañana, hasta que escucho un "Ejem".

San Martín: Ejem..

Belgrano se iba a matar ahí mismo, pero solo se quedó tieso mientras mantenía la toalla en su cintura. Si ya era suficiente con lo de ayer, peor era ahora que tenía al general bañándose enfrente de él. Ya de por sí eran hombres, a Manuel le costaba porque al ser mayor, y estar con alguien menor lo incomodaba. Aunque algo en San Martín, le decía que lo amaba, que lo quería con él, SI A TODO, pero por dichas cosas no podía. Solo decidió no prestarles atención y hacer lo suyo para hacer los papeleos y acabar con esto. San Martín miraba de reojo al castaño, con unos ojos de deseo pero con tristeza, sabiendo que era mayor y se pasaban por 8 malditos años...Cuando de pronto, el general decidió hacerle una pregunta al mayor.

San Martín: Oiga Belga, ¿cuál son sus flores favoritas?
Belgrano: Ah-...Pues los tulipanes o margaritas.
San Martín: Ah, bueno..-El moreno se quedó en silenció, algo Planeaba-.

Belgrano terminó de asearse y se fue a cambiar, el típico traje negro con pantalones medio amarillentos. El verde lo usará en otra ocasión. Por parte del moreno, empezaba a preparar algo para esta noche. Sabía que Belgrano no era de venir a las pulperias, pero haría lo posible para invitarlo ya que esa sorpresa no se hace sola. Belgrano caminaba en el mismo lugar donde estaba ayer, viendo esas flores y el amanecer tan bello que le recordaba a las tardes con su primo. Dio un suspiró y se apoyo bajo un árbol, bajando la cabeza y con los brazos detrás de su espalda, pensando que hará cuando deje sus tropas y se vaya otra vez a Buenos Aires..Hundido en sus pensamientos, tras la reciente perdida de dos batallas, Vilcapugio y Ayohuma, algunas lágrimas caían sin control por sus mejillas, permanecía quieto bajo el árbol observando el suelo, mientras las lágrimas humedecian su rostro y caían al suelo. Alguien se acercaba con lentitud, levantó la vista y vio al general Güemes, parecía algo enojado. Ay no.. Otra vez la misma discusión....

Güemes: Manuel, sigo sin entender porque....PORQUE MIERDA PUDISTE HABER PERDIDO ESA BATALLA Y HABER GANADO LA DE SALTA Y TUCUMAN!?
Belgrano: Martín, cálmate porfavor....No estoy de humor para ésto...
Güemes: No me importa Manuel, solo quiero una maldita respuesta -Decia el barbudo, acercándose con peligro al castaño y tomándolo sobre el cuello de su camisa y acercandolo hacia él-.
Belgrano: Martín, te lo advierto...No estoy de HUMOR...-Dijo el castaño, enojandose y manteniendo la vista baja. Cosa que enojo más a Güemes-.
Güemes: Belgrano, la que te parió, RESPONDEME -lo sacudió bruscamente, esperando una respuesta-.
Belgrano: Te...lo..dije...-El castaño agarro las muñecas del barbudo y las apretó con fuerza, antes de empujarlo y empezar con una discusión más fuerte que otras veces. A pesar de que no le daba más la garganta, quería terminar la discusión para tomar algo de agua-.

Después de una acalorada discusión, Martín la terminó dándole una cachetada a Belgrano, el cual se quedó callado y apretó los puños. Si no fuera porque San Martín veía todo desde lejos, ya lo hubiera cagado a piñas. Como un niño pequeño, sollozaba, quedó ahí mismo sollozando, hasta el atardecer. No quería levantarse, pues de tanto llorar se había quedado dormido, quieto, inocente, frágil...Su piel blanca se había vuelto roja de tanto llorar, y esa cachetada duraría al menos unas cuantas horas marcadas. Al menos no paso a mayores, pero cuando dormía, pasaban tantas imágenes por su cabeza que le causó un dolor horrible entre la espalda y las piernas, despertandolo con migraña y ceguera. Intento levantarse pero no pudo, se agarro del árbol y camino como pudo, se sentía caliente pues sabía que muy bien de salud no estaba. Se recostó y se tocó la frente, estaba hirviendo en fiebre pero como se apellida BELGRANO, le chupo un huevo y se puso a hacer los papeleos. Sabía que mañana empezaba su práctica con Martín, sin ganas, se guardo las palabras y se quedó toda la tarde en ese escritorio. A las 12 de la noche, alguien tocó su puerta. Fue a ver y era el general, se notaba nervioso y para no decir que estaba a nada de irse a la mierd-

San Martin: Disculpe las molestias Manuel, pero te quería preguntar si quería venir conmigo a la pulpería. Solo si usted lo desea.
Belgrano: Oh....Bueno, no tengo nada que hacer así que si.

San Martín sonrió y fue acompañado del castaño, la pasaron bien hasta el momento de los temardos. Tocando la guitarra y medio borracho, Belgrano era el único sobrio del lugar, alcohol no pintaba. Escuchaba al general cantar y tocar, mientras lo miraba con esos ojos azul grisáceo. Todo terminó a las 3, Belgrano se retiraba hasta que alguien lo tomó de la muñeca. Era Sanma, quien lo acercó y sin querer queriendo, planto un cálido beso en la mejilla lastimada de Belgrano, entregándole un pequeño ramo de flores a el y retirándose. Manuel se quedó recalculando que carajos acababa de pasar, pues, no se sintió nada mal...Dejó las flores en su mesa de luz y se quedó dormido..

Señores y señoras, voy a estar más activa con esta historia, son solo 20 caps y 2 temporadas, ya cuando termine esta sigo con la de la scaloneta. Que son 8 temporadas y 80 capitulos- (no es broma, son 80 capítulos)

"Amour Plastique..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora