La princesa de Slytherin (Tn/Draco)

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Tres semanas han pasado desde que Dumbledore me mando a llamar y desde que salí de esa platica siento que he olvidado algo pero no sé qué. Solo recuerdo que papá nos enseño a preparar una poción a mi y Harry pero no tengo idea para que es, siento que mi mente ha estado en otro lado. Luego todas las reglas estupidas de Umbridge nos tienen de mal humor a todos, sé que por ahora Dumbledore no puede hacer nada pero necesitamos un respiro.

- Tn, podemos hablar? - me alegre al ver a Her, la abracé fuerte, estás semanas han sido una pesadilla, el contacto entre casas es muy limitado, por lo tanto no la he visto ni a los chicos mucho.

- Claro, dime - sonreí pero su cara no era tan alegre

- Aquí no - tomó mi mano y prácticamente corrimos al bosque - Hemos formado un ejército - la mire confundida

- ¿Para? - pregunté

- Umbridge no nos enseña magia o cómo defendernos, pero tu y Harry pueden - fruncí el ceño - Los chicos están de acuerdo, solo nos falta un lugar  y - la interrumpí

- Lo siento Her, no puedo - me miró sorprendida

- Si Dumbledore no puede contra Umbridge menos nosotros, además mi papá, no quiero que lo despidan por mi culpa - dije triste

- No contra Umbridge, contra Voldemort - un escalofrío recorrió mi cuerpo al recordar el día de la final del torneo - Tu y Harry son los únicos que pueden ayudar - en sus ojos había miedo, no pude negarme

- Esta bien, pero dos cosas, no se lo ocultaré a Draco y dos si Umbridge se entera no aceptaré culpas, no arriesgaré el puesto de papá - me abrazo emocionada

- En unos pocos meses te has vuelto toda una Slytherin eh - reí - Gracias por esto de verdad, tenemos que estar preparados y no hay mejor que tu - la abracé fuerte

- Esta bien, volvamos, que es tarde - ambas asentimos y regresamos

- Nos vemos mañana en el patio - asentí

- Descansa Her - sonreí y fui directo a la habitación de Draco

Entre sin decir nada, me saludo sonriente, solo quite los zapatos y me acosté junto a él

- Princess - beso mi cabeza - Cuéntame - me miró con dulzura, sonreí de lado, me acomode en sus piernas y le conté todo - Ay princesa, tendrás que tener mucho cuidado, yo trataré de cubrirte y apoyarte en lo que pueda - dijo sin tanta preocupación, sonreí aliviada, Draco siempre me hace sentir mejor, como si las cosas no fueran tan malas como pensaba

- Gracias mi amor - me acerque a besarlo - ¿Quieres formar parte? - le pregunté sonriente

- No princesa, si mi padre se llegara a enterar me mata, además no me sentiría muy cómodo - respondió con una mueca - Pero gracias - dijo para después besarme.

En la reunión comenzaron una lluvia de ideas para el lugar de las lecciones, parecía que estaban en un callejón sin salida

- ¿Por qué no usamos la sala de Menesteres? - sugerí

- ¿Servirá? - preguntó Ron

- Si, siempre está equipada con lo que necesitamos - dijo Her

- Bien, ahí serán, mañana iniciamos, descansen y prepárense - ordeno Harry, sonreí, se ve tan valiente y animado, me acerqué a los tres y los abracé fuerte

Quisiera quedarme más tiempo con ellos pero tengo una cita con papá

- Hasta mañana chicos, los extrañaba mucho - ellos me abrazaron de vuelta

- ¿Para nosotros no hay abrazo? - preguntaron los gemelos

- Por supuesto - los abracé igual

- Nos haces falta - se quejo Fred

- Mucha - añadió Ginny, nos abrazamos también

- Hasta mañana chicos - me di cuenta que Draco estaba esperándome - Hola guapo - sonreí poniendo las manos en sus hombros

- Princesa - sonrió y me beso apasionadamente

- ¿Celoso de nuevo? - reí después de su beso

- Poquito - rio apenado - Es que los gemelos - lo calle con un beso

- Sabes que soy sólo tuya, mi amor - sonrió sonrojado - Ahora corramos con papá o me regañara por llegar tan tarde - bromeé

- Me dijo que te veía mañana, está ocupado ahora - dijo Draco besando mi cuello, me estremecí

- ¿Seguro? - pregunté tratando de poner atención, pero su mano recorrió mi pierna, intentando meterse debajo de mi falda

- Aja - respondió en mi oreja, con voz ronca, tan increíblemente sexy

- Draco - dije con la voz entrecortada, sonrió en mi cuello brevemente y continuó con los besos en el cuello - Aquí no - logre decir entre jadeos

- ¿Quieres? - sonrió pícaro

Obviamente que quiero, me encendió como fuego artificial

- Tal vez - sonreí coqueta pegando mi cadera a la suya antes de besarlo apasionadamente, sin darme cuenta tenía una pierna en su cadera

- Vamos - sonrió, tomó mi mano y corrimos a su habitación