La princesa de Slytherin (Tn/Draco)

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El tiempo ha pasado tan lento, solo llevo una semana y siento mi cuerpo esta completamente atrofiado, los chicos no me dejan ni un segundo sola, supongo que lo del pequeño incidente con Oliver y Luna no les dejó otra opción; por mi parte me he puesto todo mi esfuerzo por seguir las indicaciones y reposar, le pedí a Her me consiguiera cualquier libro que tuviera algún hechizo o posición de protección para Cedric y Cho el estar en cama no va impedir que cumpla mi promesa de ayudarlos. También he estado ayudando a Harry con hechizos y algunas tareas, papá insistió en que dejara las tareas para después pero es lo que me distrae, incluso he adelantado algunas clases, estoy aprendiendo a  tejer solo para matar el tiempo; no paro de contar las horas para que me digan que ya puedo irme y me devuelvan mi varita porque también tengo prohibido hacer magia es como si estuviera en una prisión y mis seres queridos son mis guardias.

Hablando de seres queridos Snape me prometió que no le diría nada a mis padres porque podrían venir y arruinarían la mentira lo que causaría que todos comenzarán a sospechar y no nos conviene eso, supongo que Draco le comentó a sus padres algo porque recibí un bonito arreglo de flores de parte de la familia Malfoy y "grata" visita de Lucius solo para analizar mi condición trato de interceder por mi para que me trasladaran a mi habitación pero papá se opuso alegando que era muy desobediente y estoy mejor donde puedan vigilarme, nos ofreció un elfo domestico pero me negué, al final de su visita me felicitó por el cambio de casa y me regalo un suéter de quidditch de Slytherin, su gesto fue casi amable y casi paternal, me dejó pensando por días su actitud pero finalmente le reste importancia y decidí dejar de lado ese asunto.

- Tnnnnnnn - Harry llegó corriendo, apenas se sentó comenzó a reírse como loco

- ¿Todo bien? - me reí con él sin saber la razón

- Adivina quién se cayó saliendo del salón y - no termino de decir cuando Draco llego con ojos furiosos

- Cierra la boca Potter - dijo molesto, ahora entiendo todo, trate de no reír pero las caras de ambos y mi mente imaginándose la escena no ayudaron en nada - Tu de que te ríes Snape - abrí la boca sorprendida nunca me había llamado de esa manera

- Me dijiste Snape - lo miré muy sorprendida - No vuelvo a hablar contigo Malfoy - fingí indignación

- Oh no - me miró retador - No vas a voltear la situación, dejas que tu amiguito se burle de mí y lo hiciste también, así que el único con derecho a estar molesto o indignado soy yo - claramente estaba haciendo berrinche, sonreí y palmeé un espacio junto a mi para que se acostara conmigo pero me ignoro Harry quiso escapar pero lo mire mal, solo se acomodó y me miro apenado, le sonreí para decirle que no pasaba nada

- Vamos amor, ven, no te enojes - lo mire con ojos de perrito, pero me volvió a ignorar - Amor - le hable una vez más extendiendo mi  mano, después de hacer otro puchero la tomo y se acosto a mi lado abrazándome - ¿Cuándo se llevaran bien? - los mire curiosa

- Nunca - respondieron al unísono, rodeé los ojos divertida, me acomode para tomar agua, la cual se me fue de lado por la mala postura causando que me ahogara

Ambos se acercaron a mí muy preocupados, Harry me hacia aire con un libro mientras Draco palmeaba mi espalda, me dió risa verlos trabajar en equipo después de decir que nunca se llevarán bien, la risa obviamente fue una mala idea.

- No te rías tonta - me regañó Harry

- No la llames así, idiota - me defendió Draco molesto

Por fin la tos cedió y pude hablar: Estoy bien, dije con dificultad

- ¿Segura? - preguntaron preocupados

- Si- asentí sonriendo - Los quiero mucho - los abrace a mí, sé que ambos están haciendo gestos de desagrado pero son lo más importante en mi vida y desafortunadamente convivimos demasiado y mas ahora así que un abrazo no los matará.

Llegaron Ron y Hermione ambos se congelaron en la entrada al ver la escena, Harry y Draco se soltaron de inmediato, apuesto que Her reprimió su risa y un par de bromas. Sorprendentemente los 5 tuvimos una muy buena tarde, ninguno se peleó, hubo una charla fluida e incluso cenamos juntos, todo terminó cuando Madamme Pomfrey les dijo que ya hora de irse. Ojalá que mi tiempo aquí se reduzca porque odio la enfermería.