You Are My Soulmate

Un Tatuaje En Condena

TW: Homofobia.

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Hitoka Yachi recuerda muy poco de aquella tarde, solo vienen a su mente gritos, destrozos, llanto y golpes. También, hay dos fraces dichas en aquella ocasión tan especial como debería ser su décimo cumpleaños que quedan grabadas como fuego en su mente.

"¡¿Es una mujer?! ¡No! ¡Joder, lo sabía, la maldita niña esta dañada!" de su progenitor, mientras extiende dolorosamente el brazo de la pequeña rubia para poder ver el tatuaje de alma gemela justo sobre la parte interna de su codo, es la obvia silueta de dos mujeres besándose.

"Mi amor, ¿no te quieres aprender a maquillar? Como mami" de su madre, que le da un suave masaje sobre los hombros, mientras potentes lágrimas manchaban sus mejillas de rimel y base.

A veces, preferiría no recordar nada.

....

"Entonces, gracias al incremento de almas gemelas la tasa de natalidad japonesa subió un total del 15% en los años preliminares, causando que se comenzará una investigación gubernamental, y eso demostró... ¿Qué?"

La pequeña Yachi levanta la mano y el profesor le da alegre la palabra. "Se supo que la probabilidad de embarazo y de sano crecimiento del feto aumentaba en las almas gemelas... "

"Y por esto solo pueden presentarse almas gemelas de géneros opuestos, ya que es una ventaja evolutiva" completo alguien por ahí, interrumpiendo a la pobre rubia de moñas azules, aunque a nadie le pareció importar, como tampoco les parecía importante la forma en que su cara decayó al escuchar eso, ojos humedeciendo y las manos apretando fuertemente la falda de su uniforme.

Claro, hombre y mujer, así debería ser, cualquier cambio existente en esa formula estaba mal, era una aberración, no debería siquiera de existir.

Yachi no debería existir.

Con cuidado, tratando de no dañar el maquillaje, toca sobre la parte interna de su brazo, casi sintiendo a ese invisible tatuaje quemar.

Dañada, dañada, dañada... La maldita de Hitoka Yachi esta dañada.

...

Ha pasado tanto tiempo desde que Yachi sintió que podía sentir, que cuando la ve por primera vez es casi como un disparo directo a su corazón. Casi como si lo hubieran desgarrado tan terriblemente que la deja al borde de un colapso nervioso.

Hay tantas maneras de describirla, pero todas y cada una de ellas están tan mal, no debería pensar en ninguno de esos adjetivos para aquella mujer de cabello negro.

No debe, no debe, no debe.

Pero, ¿cómo no podría? Le estaba hablando de manera tan sencilla, suave y agradable, mientras sus manos guian su cabello detras de su oreja y señala cosas en aquel papel con una sonrisa de labios suaves, rosados, brillantes y... ese lunar era tan... atractivo.

"¡No!" grita, espantada ante ese pensamiento, llego a creer que ya lo había dejado atrás, que ya podía separar las actitudes correctas de las incorrectas, que al fin después de mucho esforzarse en dejar de estar dañada, había conseguido lo que siempre quiso... ser normal.

"Oh" susurra la mujer de cabello negro y gafas, decepción en su tono y sus rasgos, "entiendo, ser manager es un poco aburrido para varios... pe-pero si pudieras ir a mirar aunque sea un momento..."

Cierto, de eso le estaba hablando, pero Yachi tenía que irse por las ramas y hacerse lucir como una idiota horriblemente desconsiderada, ahí recaía su problema, aquellos pensamientos eran lo que arruinaba su vida, lo que la hacía tan indeseable para los demás.